El mercado del arte y los actores que intervienen
| Autor | Emilio Javier Verón Bustillo |
| Páginas | 25-54 |
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El objetivo de este capítulo es presentar aquellos conceptos básicos que permitirán una mayor comprensión del contenido de este trabajo. De este modo, en el capítulo primero se analizarán aspectos como el bien jurídico protegido, el estado actual del mercado del arte, los agentes que intervienen, cómo se realiza la circulación de los bienes culturales y sus canales de distribución en el mercado legal del arte, así como la intervención de la Unión Europea (UE) en la conservación y preservación del patrimonio histórico en los Estados miembros.
El patrimonio cultural proyecta el retrato más claro que identifica a cualquier nación. Preservarlo contra al expolio producido por organizaciones criminales o frente a su destrucción en caso de conflictos armados 3, se
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ha convertido en una prioridad para aquellos países que atesoran una gran riqueza cultural y que han visto cómo se ha ido produciendo una progresiva desaparición de su legado para acabar en manos de coleccionistas privados, museos extranjeros 4 o incluso su destrucción.
Estos países firmaron convenios de colaboración hace décadas para la restitución de sus bienes culturales, pero uno de los principales obstáculos que se encontraron en el pasado y que aún perduran en el tiempo es el de concretar qué tipo de bienes deben estar protegidos por la legislación inter-nacional.
No definir correctamente el bien jurídico protegido ha provocado excusas y reticencias por parte de los países destinatarios de los objetos culturales exportados ilegalmente para proceder a restituirlos al país de origen.
Múltiples han sido las definiciones pronunciadas que han intentado determinar los bienes de interés que forman parte del patrimonio histórico, artístico y arqueológico.
Comenzando por la ley 16/1985 de 25 de junio, del Patrimonio Histó-rico Español –en adelante, LPHE– el legislador quiso expresar mediante una definición, lo más amplia posible, todos los bienes culturales que son de interés nacional pero siempre refiriéndose bajo el término patrimonio histórico de España. De este modo describe en su art. 1 que, «integran el Patrimonio Histórico Español los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques que tengan valor artístico, histórico o antropológico».
Sin embargo, la UNESCO 5 prefiere utilizar el término patrimonio cultural. De esta forma, para los efectos de la Convención de la UNESCO,
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forman parte del patrimonio cultural de cada Estado los bienes que pertenezcan a las categorías enumeradas a continuación:
a) Bienes culturales debidos al genio individual o colectivo de nacionales de Estados de que se trate y bienes culturales importantes para ese mismo Estado y que hayan sido creados en su territorio por nacionales de otros países o por apátridas que residan en él;
b) Bienes culturales hallados en el territorio nacional;
c) Bienes culturales adquiridos por misiones arqueológicas, etnológicas o de ciencias naturales con el consentimiento de las autoridades competentes del país de origen de esos bienes;
d) Bienes culturales que hayan sido objeto de intercambios libremente consentidos;
e) Bienes culturales recibidos a título gratuito o adquiridos legalmente con el consentimiento de las autoridades competentes del país de origen de esos bienes
.
Como se ha podido observar en las dos definiciones anteriores, el concepto de patrimonio cultural es tan amplio que ha supuesto un esfuerzo ímprobo por intentar incluir a todos los bienes culturales bajo el paraguas de la normativa nacional e internacional. Pese a ello, en bastantes ocasiones no se ha podido evitar la libre interpretación de los países sobre la consideración de ciertos bienes como parte del patrimonio cultural, lo que ha originado no pocas controversias 6. Tanto es así que la UE ha aprobado recientemente una nueva normativa 7 mucho más extensa, dejando que sean los Estados miembros los que decidan si son de su interés, refiriéndose a los bienes culturales como aquellos bienes pertenecientes al patrimonio artístico, histórico o arqueológico que pertenezcan al patrimonio nacional. De esta forma, la UE quiere transferir a los Estados miembros la responsabilidad de decidir sobre el posible valor cultural de los bienes. Esta opción, en opinión del autor, parece la más adecuada al evitar con esta medida errores u obstáculos provocados por la interpretación interesada
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de los Estados destinatarios de bienes culturales que hayan salido de mane-ra fraudulenta de su país de origen.
Este epígrafe se dividirá en dos apartados: De un lado, se analizará la situación actual del mercado internacional de arte pasando, posteriormente, a analizar cuál es el papel de España dentro de este contexto.
En líneas generales, se puede decir que los Estados Unidos y el Reino Unido han acaparado de forma tradicional los primeros puestos en la clasificación de ventas en el mercado del arte. Sin embargo, China ha sido el país que más ha crecido en esta actividad durante el período 2007-2012 y conforma el más importante de los mercados emergentes, tanto por el tamaño de sus ventas nacionales como por la importancia de los coleccionistas chinos en el ámbito internacional 8, 9. En el año 2015, los EE.UU de América y China han intercambiado sus posiciones al frente en número de ventas e ingresos 10.
Una muestra de ello es el aumento en los últimos años del flujo de capital en este comercio especializado tras la irrupción de inversores asiáticos, probablemente como consecuencia de la aparición de China como nueva potencia económica mundial 11. Así, con la llegada de coleccionistas de este
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país se ha modificado la oferta y la demanda. Valga como ejemplo cómo en el año 2011 el artista más cotizado fue el chino Zhang Daqian 12 y el segundo en volumen de ventas el también artista chino Qi Baishi 13, 14, 15.
Otro aspecto relevante del mercado chino es la gran demanda actual sobre obras decorativas asiáticas de los siglos XVIII al XX que fueron exportados en su día con destino a Europa y que están retornando a su país de origen en manos de coleccionistas privados (lo que se puede denominar como repatriación artística) 16.
Otros datos que se deben tener en cuenta son que los sectores que mayor demanda obtuvieron en el año 2012 fueron el arte contemporáneo (43 %), seguido del arte moderno (30 %) 17.
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Como parece evidente, la crisis financiera ha afectado al mercado del arte, que se ha contraído en estos últimos años 18. Un posible factor que puede explicar este hecho es que los bancos han dejado de financiar la adquisición de obras de arte 19, 20.
En cuanto a los puntos mercantiles más importantes en este ámbito, siguen siendo Nueva York (EE.UU) y Londres (Reino Unido) los que acaparan una gran parte del mercado mundial 21.
En cuanto a lo que a casas de subastas se refiere, es importante mencionar que han sido el principal motor del crecimiento y han dominado el mercado del arte, absorbiendo el 21 % de las ventas en el año 2012 22.
Hasta hace unos años, y debido probablemente a la crisis económica, creció la oferta en el mercado occidental al necesitar los propietarios mayor solvencia. Como consecuencia, se ofertaban obras de arte relevantes que no se hubieran puesto a la venta años anteriores 23. Sin embargo, en la actualidad, parece muy difícil encontrar obras de extraordinaria singularidad 24.
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Sirviendo como referencia el actual contexto económico, parece ser que los inversores prefieren confiar en valores de bajo riesgo, como los de metales preciosos u obras de arte, en vez de otras con un mayor riesgo, como son actualmente y en los últimos años los valores bursátiles e inmobiliarios. Este fenómeno reciente también se observa en la mayor concentración de inversiones en obras significativas (aunque sean más caras) más que en autores concretos, ya que supone una inversión menos arriesgada 25.
De otro lado, se está produciendo un aumento de adquisiciones institucionales a particulares o a otras entidades. Como caso claro, podemos ver cómo en Oriente Medio se está realizando una gran inversión para dotar a sus museos de obras de arte de autores de gran prestigio internacional 26, 27.
Como se ha podido comprobar, existe un voluminoso mercado internacional del arte con una gran demanda proveniente de coleccionistas y de museos públicos y privados.
En cuanto al mercado español, en general, no se realizan transacciones de gran envergadura. España ocupó el sexto puesto en la clasificación europea y fue noveno del mundo en el 2011 28, con un total de ventas por
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valor de unos 300 millones de euros en obras de arte durante ese año, lo que representó una cuota del mercado mundial cercano al 2 %. Esta actividad comercial hace que se empleen a unas 11.000 personas en España, retribuyendo 128 millones de euros en concepto de impuestos 29.
Además, se da la circunstancia que las obras más caras de artistas españoles se venden fuera de nuestro país, realizándose la venta en el extranjero de las obras de los artistas españoles más prestigiosos y conocidos 30, 31, 32. En relación con lo anterior, los precios medios del arte español son inferiores a la media europea y el sector más dinámico del mercado en nuestro país lo conforma el arte...
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