La mediación como herramienta de trabajo en la escuela

AutorNuria Castro Martínez
Cargo del AutorAbogada. Especialista en Mediación
Páginas210-229

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Las cuotas de conflictividad en las escuelas han disparado en los últimos años las alarmas sociales y han supuesto la reflexión y el esfuerzo por el cambio de los diferentes organismos y actores sociales.

Así, ante la falta de respuestas eficaces desde la misma institución escolar a través de los métodos establecidos en la legislación de Derechos y Deberes de los Alumnos y de los Reglamentos de Régimen Interno (RRI), algunas escuelas han comenzado a indagar sobre métodos alternativos que ayuden a una mejor convivencia y que afecten a la organización de los centros y las tradiciones y formas de actuar ante los conflictos que en ellas se generan.

Las habilidades sociales o habilidades para la vida están íntimamente relacionadas con los objetivos fundamentales de esta nueva escuela, pretende formar en la democracia, la educación para la paz, los derechos humanos, la prevención de la violencia y la creación de climas institucionales pacíficos y saludables que favorezcan una buena convivencia escolar. Dichas habilidades, definidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sugiere el conjunto de aptitu-

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des necesarias para poder afrontar situaciones de la vida cotidiana de una manera positiva y eficaz; y entre ellas podemos destacar: el pensamiento critico y creativo, la comunicación eficaz, la habilidad para establecer y mantener relaciones interpersonales, la capacidad para tomar decisiones, el conocimiento de si mismo, el manejo adecuado de las emociones y la tensión, la capacidad de empatia y la capacidad de la resolución de conflictos (Mangrulkar,2001)39.

Esta última habilidad, aunque también muchas de las anteriores, serán las que se aborden de modo central desde los proyectos de mediación escolar. Así, como sabemos, la mediación la podemos definir como la intervención de un tercero neutral, aceptado por las partes e imparcial, que no tiene poder de decisión sobre el acuerdo al que eventualmente puedan llegar los mediandos y cuya función principal es la de ayudarles mediante la conducción del proceso40.

Por tanto, los programas de mediación resultan especialmente positivos porque sacan a los niños y jóvenes -y a otras personas de la comunidad educativa- del rol pasivo ante los problemas de convivencia y les brindan la oportunidad de participar en la creación y mantenimiento de un clima social positivo. La existencia de un equipo de mediación en un centro muestra que la comunidad educativa tienen inquietud por establecer vías democráticas y pacíficas para la elaboración interpersonal de los conflictos, para la transformación de las personas, de la institución y del entorno, primando la función educativa del centro y luchando para construir entre todos un clima positivo para el desarrollo de proyectos personales y comunitarios (Hoyos Alarte y col, 2002)41.

La mediación es por tanto una herramienta que aporta un cambio de cultura encaminada a la promoción de el dialogo como estrategia de resolución de conflictos, que rebaja la tensión en el centro,

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que facilita la comunicación, el conocimiento del otro y la empatia; que es una herramienta más para la mejora de la convivencia pero no debe ser la única, sino que debe ir acompañada de otras medidas como su inclusión en el Proyecto Educativo de Centro (PEC) y en el Reglamento de Régimen Interno (RRI).De tal manera que sea accesible a todos y se consiga una verdadera normalización del proceso de mediación, que cualquier persona conozca que es e incluso la recomiende.

1. Orígenes de la mediación escolar

Siguiendo los datos aportados por Álzate (1999)42 descubrimos que curiosamente el origen de la mediación escolar es el resultado del esfuerzo por reproducir en este ámbito un modelo de mediación comunitaria muy exitoso e innovador. Promovido por la administración del presidente norteamericano Jimmy Cárter en la década de los setenta, esta considerado como el preludio de los programas in-terventivos de en el ámbito de la educación.

Una de las experiencias más citadas por los autores y autoras especializados/as, es el programa de medicación vecinal "Community Boards of San Francisco Conflict Managers Program". Así, este proyecto se extendería a las escuelas siguiendo cuatro principios básicos:

El conflicto es una parte de la vida y supone una valiosa oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal por parte del estudiantado.

Dado que el conflicto es inevitable, el aprendizaje de las habilidades para resolver conflictos es tan "educativa" y esencial para el éxito a largo plazo de los jóvenes como el aprendizaje de la geometría y de la historia.

En la mayoría de las ocasiones, el estudiantado puede resolver sus conflictos con la ayuda de otros estudiantes, de un modo, tan adecuado como con la ayuda de los adultos.

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Animar al estudiantado en disputa a resolver el conflicto que en un momento determinado los enfrenta, de manera colaborativa este es un método más efectivo para prevenir futuros conflictos43.

A partir de 1972, los cuáqueros44 introducirían los programas de resolución de conflictos en las escuelas de Estados Unidos, específicamente en las de Nueva York. Así, sus esfuerzos se concretarían en el programa "Children's Creative Response to Conflict(CCRC)" siguiendo alguno de los siguientes principios para su puesta en marcha:

- Desarrollo de una comunidad en la que los niños y niñas deseen y sean capaces de una comunicación abierta.

- Ayudar a los niños y niñas a desarrollar una mejor comprensión de la naturaleza de los sentimientos, capacidades y fortalezas humanas.

- Ayudar a los niños y niñas a compartir sus sentimientos y ser conscientes de sus propias cualidades.

- Ayudar a cada niño y niña a desarrollar autoconfianza en sus propias habilidades.

- Pensar creativamente sobre los problemas y comenzar a prevenir y solucionar los conflictos.

En ese mismo año, la Universidad de Minessota, desarrollaría el Programa "Teaching Students to Be Peacemakers Program"45 con el objetivo de que el estudiantado adquiriera competencias que favorecieran la resolución pacifica y constructiva de conflictos. Los diversos estudios realizados sobre la efectividad de dicho programa desvelan que tras la implementación de éste, el alumnado presentaba una mayor y mejor disposición a participar en negociaciones y mediaciones en torno a situaciones conflictivas manteniéndose dichos logros meses después de la finalización de la formación planteada.

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Pero, tal vez el que se conozca como el programa más ambicioso en esta materia en Estados Unidos es el "Conflict Resolution Resources for Schools and Youth". Realizado en 1982, supone uno de los proyectos más arriesgados al ir dirigido al estudiantado de todos los niveles educativos desde preescolar hasta niveles pre-universitarios; hecho que ha contribuido a la implementación de programas de mediación en la educación superior.

En 1985, como consecuencia de un esfuerzo entre el "New York City's Board of Education" y el grupo "Educators for Sociali-ty Responsability" nace el programa "Resolving Conflict Creativily Program(RCCP)"46. Elogiado por su éxito a la hora de crear una escuela preocupada en el aprendizaje de valores vinculados a la resolución pacífica de conflictos, se dirigiría al conjunto global de la escuela y aglutinaría a una gran cantidad de profesionales. Los objetivos de este programa se resumir en lo siguiente:

- Mostrar a los jóvenes alternativas no violentas para enfrentarse con los conflictos.

- Enseñar a los niños diferentes habilidades que les permitan llevar a cabo alternativas no violentas a los conflictos reales de sus propias vidas.

- Incrementar el entendimiento y valoración de la propia cultura y de las culturas diferentes a las del propio estudiante.

- Mostrar a los niños que pueden jugar un gran papel a la hora de crear un mundo más pacífico.

No será hasta 1984, cuando la Resolución de Conflictos en el ámbito escolar y la mediación, vean reconocida su labor e importancia gracias a la creación de la "National Association for Mediation in Education (ÑAME)", destinada al estudio de los resultados de los programas escolares implementados por parte de educadores, activistas y mediadores. Así, en la actualidad y, tras fusionarse con "National Institute for Dispute Resolution (NIDR)" será conocida como el "Conflict Resolution Education Network (CREnet)".

Es importante citar que, a partir de estas iniciativas, se han dado muchas otras en lugares tan dispares como Hawai, Nuevo México,

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Massachusetts, Nueva Zelanda Polonia, Alemania, Sudáfrica, Argentina, Canadá y España.

Como breve referencia a la evolución de los programas de mediación en nuestro país podemos decir que esta nace igualmente de programas de mediación en el ámbito comunitario y pero también de propuestas específicas de las escuelas. Así, son los profesores con conocimientos de otras lenguas o de experiencias educativas en otros países los pioneros en la introducción de esta especialidad en España. De modo oficial, la mediación entre iguales se comienza en España en torno a 1993 en el País Vasco y a 1996 en la Comunidad Catalana, extendiéndose a partir de estas fechas con rapidez por otras comunidades con mayor o menor fuerza y con mayor o menor apoyo institucional.

2. Los proyectos de mediación en las escuelas

Son muchos los proyectos47 de mediación que ha impulsado la escuela desde sus orígenes en este ámbito. La trayectoria y la, aunque todavía, joven experiencia a este respecto ha facilitado discernir algunas de las características de estas iniciativas.

Así, los trabajos de mediación suelen introducirse desde el exterior del propio colegio, generalmente a través de un asesor o asesora que se encarga de la formación de un equipo de personas...

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