El matrimonio y la familia en las Etymologiae de Isidoro de Sevilla

AutorAlejo Manuel Diz Franco
Cargo del AutorSeminario Menor A Inmaculada, Ourense
Páginas715-730
715
El matrimonio y la familia en las Etymologiae de
Isidoro de Sevilla
Alejo Manuel Diz Franco
Seminario Menor A Inmaculada, Ourense
alejo@seminariomenorourense.com
1. Isidoro de Sevilla
Isidorus vir egregius, Hispalensis Ecclesiae episcopus [...] in quo quiddam sibi antiquitatis
in eo scientiam imaginavit: vir in omni locutionis genere formatus, ut imperito doctoque
secundum qualitatem sermonis existere aptus, congrua vero opportunitate loci
incomparabili eloquentia clarus [...]1.
Con estas palabras, el obispo Braulio de Zaragoza comienza la semblanza de su
maestro como prólogo a una de sus obras, posiblemente, al tratado De viris illustribus2. Si
por algo destaca Isidoro de Sevilla entre sus coetáneos, es por su ingente sabiduría y
cultura, llegando a afirmar el mismo S. Braulio que “ninguna ciencia humana ni divina se
le ocultó; todas las penetró, las recorrió todas; no hubo escritor sagrado ni profano que
se escondiera a su diligencia”3. La figura del santo hispalense pasa a la historia por su
trascendente producción literaria, tanto a nivel teológico como a nivel humanístico. De
hecho, la obra que nos disponemos a analizar, pretende ser una obra de carácter
enciclopédico sobre el saber de la humanidad de aquel entonces. Dejando de lado la
validez de las etimologías, entendidas como el origen de las palabras, que a día de hoy se
consideran erróneas en muchos casos4, nadie osa restar un ápice de importancia a tan
magna obra, y es referente como punto de partida de cualquiera de los saberes de la
humanidad, tanto a nivel humanístico como científico. Interesante lo que afirma Federico
Fernández de Buján al respecto: “su mérito principal consiste en su condición de
divulgador y, gracias a sus contribuciones, en parte restaurador del pensamiento y de la
cultura grecorromana, partiendo de su recepción, cristianizada, ya realizada por algunos
Padres de la Iglesia5. La talla intelectual del llamado “doctor principal en su cantidad de
obras y en la variedad temática de las mismas, ya que conservamos obras filológicas,
escriturísticas, teológicas, místicas, apologéticas, filosóficas, cosmológicas, históricas y
1 BRAULIUS CAESARAUGUSTANUS, Praenotatio librorum D. Isidori, en PL 82, col. 65.
2 Cfr. DÍAZ Y DÍAZ, M. C., “Introduccíón general”, en ISIDORO DE SEVILLA (2004), Etimologías, Madrid,
BAC, p. 96.
3 Cfr. MENÉNDEZ Y PELAYO, M., (1959) San Isidoro, Cervantes y otros estudios, Madrid, Espasa Calpe, p.
15. En esta misma línea, encontramos en un nocturno atribuido a S. Braulio y a S. Ildefonso de Toledo, la
siguiente afirmación: “Multis iisque praeclaris in omnidivinarum humanarumque litterarum genere proprii ingenii
monumentis non parum Christianam disciplinam auxit, et ornavit.” (In secundo nocturno ex Br aulio
Caesaraugustano et Ildefonso Toletano archiepiscopis, et Redempto Isidori discipulo, atque ex ipso Isidoro, et
concilio Hispalensi II, cap. 12, en PL 81, col. 36).
4 CABRERA VALVERDE, J. M., “San Isidoro de Sevilla: Puente entre la Antigüedad y la Edad Media”, en
Filología y Lingüística, XXII (2), 1996, p. 205.
5 FERNÁNDEZ DE BUJÁN, F., “Il potere politico nel pensiero di Isidoro di Siviglia”, en Studia et documenta
historiae et iuris, 12, 23, 2002, pp. 520 s.
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biográficas. Es el escritor más prolífico y polifacético del occidente cristiano en su época,
y su obra ha sido, y sigue siendo, objeto de estudio de investigadores coetáneos y
posteriores.
Concuerdan los autores en afirmar que es tarea harto difícil el definir una
biografía del erudito hispalense, ya que, a pesar de su trascendencia, no existe una
semblanza detallada escrita por alguno de sus contemporáneos, por lo que las primeras
biografías que de él encontramos tienen un profundo carácter hagiográfico, si bien es
cierto que disponemos del testimonio del diácono Redempto, quien da cuenta de los
últimos momentos de la vida del santo. Así mismo, contamos con el testimonio de
Braulio de Zaragoza, la Renotatio Isidori, quien conoció y trató a S. Isidoro, pero los datos
que nos proporciona son muy superficiales y la cronología que aporta carece de
exactitud6. Lo mismo pasa con la sucinta nota que Ildefonso de Toledo le dedica en su
obra De viris illustribus, contando ésta, además, con el problema de que la visión que da
del obispo hispalense es de carácter pastoral, por lo que los datos biográficos que aporta
son de carácter casual: el nombre de sus padres, su lugar de nacimiento, el de sus
hermanos obispos y un muy sucinto contexto histórico7. Es interesante, aunque aporta
muy poco en cuanto a datos biográficos, su producción epistolar. En sus cartas, sobre
todo las que se conservan dirigidas a sus hermanos o remitidas por ellos a Isidoro,
encontramos algunos datos menores acerca de su vida, pero que pueden ser de interés
a la hora de escribir una biografía8. Tendremos que esperar, pues, hasta el siglo XII,
cuando el obispo Lucas de Tui, en su Vita Sancti Isidori, nos dé cuenta, de forma detallada,
de la vida del santo, aunque de forma ya muy distorsionada por el carácter hagiográfico
de la obra9.
Con los datos que poseemos, podemos decir que Isidoro nace en torno al año
560 y, aunque no tenemos datos ciertos que nos indiquen su lugar de nacimiento,
sabemos que su infancia transcurre en Sevilla y su primera formación muy
probablemente se llevase a cabo en la escuela catedralicia de dicha ciudad, dependiente
de su hermano, el entonces obispo Leandro, a quien sucederá en el cargo en el año 600.
Pasa a la historia, además de por su faceta investigadora, por haber presidido los
Concilios II de Sevilla y IV de Toledo, en los que se combatió con firmeza la herejía
arriana10. Muere el 4 de abril del año 636 en Sevilla, después de casi 40 años de muy
fructífero pontificado.
Una nota reseñable acerca de su familia nos la aporta Jacques Fontaine al afirmar
que se trataría de “una de esas familias de la alta sociedad hispanorromana en las que la
carrera eclesial se abría, por así decirlo, como una vocación familiar a un servicio público,
6 Cfr. DÍAZ Y DÍAZ, op. cit. pp. 95 - 97.
7 Vid. PL 96.
8 Cfr. ISIDORUS HISPALENSIS, Epistolae, en PL 83, col. 893 - 954B.
9 La autoría de Lucas de Tui es incierta, pero la datación aproximada del escrito es bastante segura.
Se puede consultar en la obra de Migne (LUCA TUDENSI, Vita Sancti Isidori, en PL 82, col. 19 - 56D).
10 Cfr. MARTÍN, J. L., “Historia de España. Alta Edad Media. De la caída del Imperio Romano a la invasión
árabe (siglos V - XI)”, en AA. VV., (2004) Historia de España, Vol. III, Madrid, Espasa Calpe, p. 281.

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