Marxismo, Positivismo y Revisionismo en el Pensamiento Socialista Español

AutorEusebio Fernández García
Páginas13-30

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1. Introducción

Los últimos años han conocido un importante desarrollo de los estudios históricos sobre el movimiento obrero socialista en general, y sobre el Partido Socialista Obrero Español y el pensamiento socialista en particular. En su mayor parte se trata de estudios valiosos y objetivos, lejos tanto de la tentación hagiográfica o apologética como de los análisis sectarios y parciales en que las publicaciones sobre este tipo de problemas suelen caer.

El presente trabajo se reduce al análisis de las relaciones e influencias del marxismo, del positivismo y del revisionismo en el pensamiento socialista español. Para el estudio sobre los orígenes del PSOE y el desarrollo de sus planteamientos políticos, programa, organización, etc., pueden verse los estudios sobre el tema8.

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La historia del pensamiento socialista, en torno al Partido Socialista Obrero Español y durante el último cuarto de siglo XIX y primeros años del siglo XX, puede resumirse en tres características principales: conocimiento exiguo, parcial y minoritario de la obra de Marx y Engels, preponderante influencia del guesdismo (aunque no deben ser olvidadas otras influencias: socialdemocracia alemana, Jaurés, socialismo italiano, etc.)9, e ideología cientificista. A estos tres rasgos podemos añadir los de una concepción evolucionista y determinista de la historia (inevitabilidad del socialismo por evolución natural de los hechos históricos, etc.), y el olvido total del análisis dialéctico (dato que debemos, indudablemente, relacionar con la casi inexistente influencia de filosofía hegeliana en nuestro país). La mayor parte de estas características

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no son peculiares del socialismo español, sino que son las propias de todo el socialismo europeo de la Segunda Internacional, y con él debemos relacionar tanto la teoría como la praxis política del PSOE10.

Son muy pocas las obras de Marx y Engels que se conocen en España antes de que finalice el siglo11. Entre éstas, se cuentan traducciones de La Guerra civil en Francia, del Manifiesto, del primer libro de El Capital, de la Miseria de la filosofía de C. Marx, y Socialismo utópico y socialismo científico y Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de F. Engels12.

En general, puede admitirse que, a pesar de que no existe en nuestro país un atraso considerable en la introducción de la obra de Marx y Engels, de que José Mesa y Paul Lafargue tenían relación directa con Marx y Engels13, y de que el programa del PSOE refleja, con todas las limitaciones que se quiera, una clara influencia marxista14, el conocimiento escaso de la obra directa de Marx y Engels y la falta de un desarrollo del pensamiento socialista marxista van a ser una constante de la historia del PSOE (salvo raras excepciones). Quizás las causas de ello haya que buscarlas en la falta de formación (por razones bien justificables) de sus dirigentes obreros, y en el hecho de que los intelectuales del PSOE más afamados se acercaron al socialismo desde la perspectiva de otras influencias filosóficas no marxistas, como el krausismo, el positivismo o el neokantismo.

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Sería un inmenso error y una grave injusticia negarles a unos y otros su condición de socialistas, pero ello no es óbice para que hagamos constatar este hecho. Como ha escrito E. Lamo de Espinosa, "Lo primero que nos llama la atención es que, a pesar de lo temprano que se introdujo el marxismo en España -suele señalarse la fecha de 1871, años en que Lafargue llegó a España-, no puede hablarse de tradición teórica marxista y toda la producción intelectual en este sentido es relativamente pobre. Y aún con todo, es sin duda la primera época la que llega hasta finales del siglo XIX, la más abundante en textos de auténtico marxismo...". Para escribir unas páginas más tarde "No han faltado intelectuales en el Partido Socialista, han faltado teóricos marxistas"15.

Existe, además, otro hecho que no podemos pasar por alto: la preponderancia de la versión marxista del socialismo francés dominante en este momento, el guesdismo.

La influencia ideológica del socialismo francés, principalmente del guesdismo, en el PSOE, es un dato fundamental a tener en cuenta, y que está fuera de toda duda. La interpretación guesdista del marxismo es traducible fielmente al pensamiento socialista del PSOE durante las décadas de los setenta y ochenta. Como ha escrito Santiago Castillo, "El contacto de los fundadores con el socialismo internacional será fundamentalmente con el socialismo francés, y esto, en gran medida, por medio de J. Mesa. Los datos que conocemos nos inducen a pensar en una relación casi exclusiva de los socialistas españoles con los franceses hasta finales de los años ochenta. Sólo entre 1889-1890 parecen establecerse relaciones directas y estables con los socialismos de otros países"16.

Pero esta influencia ideológica del socialismo francés guesdista, acentuada sobre todo durante los años ochenta (piénsese en Iglesias o Jaime Vera)17, no

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es exclusiva de todo el período que va desde la fundación del PSOE (1879) a la primera y segunda década del siglo XX. (Teniendo en cuenta, además, como ha estudiado M. Pérez Ledesma, el cambio operado en los planteamientos ideológico-políticos del PSOE a partir de los años noventa18). Aunque generalmente ha sido ignorada, no podemos olvidar la gran influencia de la socialdemocracia alemana, ya en los primeros años del desarrollo del PSOE. J. José Morato cita esta influencia en su obra El partido socialista obrero, "Para los socialistas españoles -escribe- la ortodoxia está en el partido dirigido por Guesde y Lafargue y en la democracia socialista alemana -con Liebknecht y Bebel-, y todas las nociones y teorías se leen en francés, en Guesde, en Lafargue, en Deville, y también en los maestros Marx y Engels, menos leídos y acaso más tarde"19.

La influencia de la socialdemocracia alemana en el PSOE aumentará durante los primeros años del siglo XX. Recordemos las relaciones de Fabra Ribas con K. Kautsky20. Pablo Iglesias y J. J. Morato en la nota preliminar a su traducción (1909) de la obra de K. Kautsky La doctrina socialista, además de presentar a éste como "el mejor discípulo de Marx", escriben: "Es para los traductores una satisfacción grande poder ofrecerlo al público español, satisfacción bien profunda por cuanto ambos se hallan absolutamente compenetrados de las teorías defendidas por el maestro Kautsky"21.

También debemos tener en cuenta las traducciones que se hacen, durante estos años, de obras de socialistas europeos22, y las colaboraciones de sus más significadas figuras en la prensa socialista, especialmente en La Nueva Era, 1901-1902, y La Revista Socialista, 1903-190623.

La tercera característica del pensamiento socialista español durante este tiempo es el cientificismo. La influencia de la ideología cientificista es un hecho palpable en el pensamiento socialista español, pero que hasta el momento

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ha sido ignorado24. Así, nos encontramos con un socialismo, inspirado en un marxismo de fuertes connotaciones positivistas, y en el darwinismo social de izquierdas25. La interpretación cientificista del socialismo marxista, siguiendo el modelo positivista y darwinista, es una característica común al pensamiento socialista de la Segunda Internacional26(las características de determinismo, concepción evolucionista de la historia y olvido de la dialéctica, también son comunes).

Esta "obsesión cientificista", como la ha denominado J. C. Mainer, es palpable también en la prensa y en la lectura obrera, tanto socialista como anarquista27. En "El Socialista", "La Revista Socialista" o "La Revista blanca" se recomienda la lectura de las obras de Darwin, Spencer o Haeckel.

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La influencia del positivismo, del evolucionismo y del darwinismo en el socialismo de algunas de las figuras más significativas, desde el punto de vista intelectual, del PSOE, como Jaime Vera, M. de Unamuno (en su etapa socialista), José Verdes Montenegro y Montoro y Enrique Lluria28es profunda. Sin embargo, dicha influencia no se agota en estas figuras, aunque ellas son las más representativas. La ideología cientificista y su derivación determinista, fundamentadora del concepto de socialismo inevitable, llegó a ser una concepción que estaba implícita en muchos postulados teóricos y planteamientos políticos socialistas; la concepción del "socialismo científico", como identificable con la "verdad" y su derivación dogmática, también estaba implícita en los mismos postulados y planteamientos. Veamos algunos ejemplos de ello. Pablo Iglesias en un artículo publicado en "El Socialista", el 12 de enero de 1894, escribe:

"Así como los principios que defienden los socialistas revolucionarios o el proletariado consciente representan la verdad y los que sustenta la clase burguesa el error, así la táctica de los prime-ros ajústase a los más puros dictados de la razón, mientras que la segunda fúndase en el más completo desacierto".

Fabra Rivas, en el editorial de "El Socialista" de 1 de julio de 1915, escribe: "La teoría de la lucha de clases se funda en la teoría de la evolución, los principios establecidos por Darwin, aplicados a los fenómenos sociales. Por eso es una teoría progresiva o revolucionaria -puesto que la lucha entre las distintas clases constituye un poderoso medio para impulsar el progreso general de la Humanidad".

Juan José Morato en un artículo publicado en el "Heraldo de Madrid", el día de la muerte de Jaime Vera (19 de agosto de 1918), bajo el título "El Doctor Vera y el socialismo", escribía, comentando sus ideas: "Toda la evolución social va derechamente encaminada al colectivismo de un modo incoercible; sólo la transformación de la propiedad hará posible la armonía de intereses y un vivir de verdadera civilización -no de barbarie-. Ahí vamos, y los socialistas no tienen más que acelerar esta evolución...

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