Mariano Ruiz-Funes, Universitario y político

AutorJoaquín Cerdá Ruiz-Funes
Páginas509-528

    «Soy -dice Ruiz-Funes- uno más de esa jerarquía universitaria española que representa a una organización pedagógica que había llegado a su madurez y que hoy anda dispersa por el mundo. Somos una especie de profesores ambulantes que hemos tenido la suerte de encontrarnos en América y de ser acogidos por estas Universidades *.

    En este trabajo -decía Tomás y Valiente- no se trata del Estado en abstracto o de cualquiera de sus formas históricas, sino de una en particular: el nuestro concebido como Estado social y democrático de derecho... Es su buena salud lo preocupante y de ella, buena o mala, al filo de la actualidad... **

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Este trabajo está dedicado a Francisco Tomás y Valiente en el homenaje que los del Anuario de Historia del Derecho ofrecemos al director asesinado; era un buen amigo -conservo muchos recuerdos-, fue un universitario, historiador del Derecho, matado por ETA en febrero de 1996, trabajando en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid.

Mi estudio actual tuvo su punto de partida en una conferencia de 19901. Ahora he trabajado en su honor, versa sobre una figura olvidada, la de Mariano Ruiz-Funes, que fue catedrático y político de la Segunda República española.Page 510

En cierta manera encuentro una posible similitud entre la vida de Ruiz-Funes, catedrático de Derecho penal en la Universidad de Murcia (1915-1939) y después en la Universidad Autónoma de México (1942-1953), y la de Francisco Tomás y Valiente, catedrático de Historia del Derecho español en las Universidades de Salamanca y Autónoma de Madrid desde 1964. Ambos profesores sirvieron a nuestro país, enseñando e investigando y en el desempeño de puestos políticos: diputado y ministro el primero; y magistrado y presidente del Tribunal Constitucional el segundo. También fueron frecuentemente colaboradores en diarios y revistas.

La Historia de un país, España -tras una guerra civil-, continuó realizándose por vencedores y vencidos, quieran o no los gobernantes del mismo. La publicación de obras y prensa española no pudo ocultar la que en menor medida fue llevada a cabo en distintas naciones por los segundos. Afortunadamente queda ya lejos el tiempo de nuestra última guerra civil.

Me preocupo hoy de bosquejar la figura de un universitario y político de la Segunda República española que murió hace años en México, exiliado de España. Mi trabajo como historiador del Derecho y miembro de su familia, trato de conjugar los documentos, ensayos, obras y noticias de su vida, con recuerdos transmitidos en forma oral.

No contamos con una biografía o estudio completo dedicado a la personalidad de Mariano Ruiz-Funes y su obra en el campo universitario o político. En cambio, son bastante numerosos trabajos importantes, sobre todo en Latinoamérica, en los que se destaca su figura como profesor e investigador y político. Entre ellos selecciono los estudios de otros penalistas y amigos como Luis Jiménez de Asúa, Alfonso Quirós Castaño, Miguel D'Estefano Pisani, Mariano Jiménez Huerta, José Luis Galbe, y los de su discípulo y secretario Julián Calvo. Los de un historiador murciano José Antonio Ayala, que, en su trabajo sobre Murcia en la Segunda República, dedica una parte extensa a nuestro autor y ministro de Agricultura. Recientemente, su hija Concepción Ruiz-Funes, investigadora de la Dirección de Estudios Históricos (INAH), ha redactado un interesante esbozo biográfico sobre su padre, Mariano Ruiz-Funes, penalista, humanista exiliado español, en el que ha sabido perfilar su obra, documentos y recuerdos con testimonios familiares. Especialmente tratan, por ejemplo los historiadores que han trabajado sobre la reforma agraria en la Segunda República española, sobre el ministro de Agricultura, Mariano Ruiz-Funes; así Edward Malefakis, Pascual Carrión y Manuel Tuñón de Lara. Por último, quiero mencionar algunas memorias de políticos de la época como las de Manuel Azaña y Diego Martínez Barrios2.Page 511

I Perfil biográfico

Mariano Ruiz-Funes nació en Murcia en febrero de 1889; falleció en México el 1 de julio de 1953. Hijo de José María Ruiz-Funes Sáez, persona de espíritu liberal, confitero en la ciudad, hombre culto y abierto; en su confitería, situada en la calle de Trapería, cerca de las Cuatro Esquinas. Desde fines del siglo XII y primer cuarto del siglo XX, se celebraban, al anochecer, unas tertulias de intelectuales, profesores, médicos y políticos murcianos, a las que se invitaban, a veces, a forasteros que visitaban la ciudad. Junto al local -estilo modernista- de la dulcería existía una espaciosa sala, con una amplia ventana enrejada a la calle; era el lugar de reunión de los contertulios; al fondo aparecía una bonita escalera por la que se subía al primer piso. Ya en nuestro siglo, participaba en ocasiones Mariano junto a los concurrentes 3.

Ruiz-Funes estudió el bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media murciano, era una época en la que aparecía entre los catedráticos el director, un destacado intelectual y patricio, don Andrés Baquero, doctor en Letras y Derecho por Salamanca, autor de distintas obras literarias o históricas de temas locales y regionales. Era en aquellos años la persona más destacada de la vida de nuestra ciudad 4.

Desde 1910 lo encontramos junto a otras personas, en los proyectos en torno a la fundación de una Universidad, lo que se consiguió en el año 1915, de la que fue designado el doctor Baquero comisario regio para su organización y desarrollo de sus enseñanzas, comenzando sus tareas tras la apertura de curso en el mes de octubre de aquel mismo año. Don Andrés había nacido en Murcia en 1853 y falleció en 1916 5.Page 512

El día 10 de mayo de 1930, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia celebró sesión solemne en homenaje a don Andrés Baquero; entre las intervenciones destacó la del catedrático numerario de Derecho penal Mariano Ruiz-Funes, que describió la figura del homenajeado. Así dijo: «Este gran catedrático provinciano... viviendo en días vulgares y conformistas proyectó sobre los corazones (de los alumnos) y las conciencias una gran luz en humanidad, que es siempre luz de energía y esperanza. Haciéndonos mejores, nos hizo más capaces para la rebeldía y mejor dotados para la serenidad. Haciéndonos cultos -en el hondo sentido de limpio cultivo del espíritu- nos hizo totalmente inaptos para el gregarismo conformista. Un hombre de lo mejor entre lo bueno, un gran profesor, de ideas, de austeridad, de dignidad. Por todo ello, debemos a Baquero, los que fuimos sus discípulos, voluntades de potencia y de acción que se llama la libertad, la tolerancia, la limpieza moral». Siempre Ruiz-Funes lo consideró como un verdadero Maestro 6.

Hacia 1909 finaliza Mariano Ruiz-Funes la licenciatura de Derecho y comienza sus estudios de doctorado en la Universidad Central de Madrid. Al mismo tiempo, se colegió como miembro en el Colegio de Abogados y comenzaron sus actuaciones forenses en la Audiencia Provincial de Murcia y en la Territorial de Albacete.

En 1912 presentó su tesis doctoral en la citada Universidad, bajo el título: El Derecho consuetudinario en la huerta y campo de Murcia. Fue juzgada por un tribunal presidido por don Rafael de Ureña y obtuvo la máxima calificación. El mismo año fue publicada en su ciudad natal7.

Tomando como punto de partida el contenido de su tesis doctoral y ampliándolo territorialmente a toda la provincia, aparece una nueva obra, que fue premiada por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid en 1914, y se publicó con el título Derecho consuetudinario y economía popular de la provincia de Murcia, en el año 19168.

En 1913, entre ambas obras, Ruiz-Funes da lectura en Madrid a una comunicación de la International Law Association inglesa (conference in Madrid) con el título El problema social ante el Derecho Internacional Privado, publicada en Londres en el mismo año 9.Page 513

En 1915, como hemos dicho, se funda la Universidad de Murcia, y el profesor Andrés Baquero, como comisario regio, propone, tras asesoramiento, como profesores extraordinarios a distintos doctores en Derecho o Letras murcianos, entre ellos al doctor Mariano Ruiz-Funes para la asignatura de Derecho penal. Comienza el curso en octubre del citado año, y se publican los programas de las distintas disciplinas. De esta forma inicia sus tareas docentes 10.

Posteriormente, en 1919, por oposición en Madrid con un tribunal del que forma parte el profesor Luis Jiménez de Asúa, por voto unánime de los componentes, obtuvo la cátedra de la Universidad murciana11. A partir de aquellos años compatibilizó docencia e investigación con el ejercicio de la abogacía. En esta última tarea, que desempeñaba desde 1912, comenzó a interesarse en los litigios, especialmente los penales, en defensas o acusaciones, no sólo acudiendo a las disposiciones legales vigentes o a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, sino que apreciaba los posibles fundamentos o el trasfondo social de los casos, contemplaba ante todo al hombre valorándolo, acudiendo a los factores obrantes de carácter sociológico que pudieron provocar el hecho delictivo o litigioso. Recuerdo a este propósito la comunicación antes mencionada en la Asociación de Derecho Internacional Inglesa 12.

Mariano Ruiz-Funes era una persona abierta y comunicativa, se le veía conversar o dialogar con vecinos de la ciudad o de la huerta, paseando o estacionándose en la calle de Trapería. Ordinariamente concurría a una tertulia, en una de las salas del Casino; se reunían en ella no sólo compañeros de la Universidad, sino también abogados, médicos y otros intelectuales y políticos; todos eran amigos.

En estas tertulias se hablaba de temas varios, sucesos locales o nacionales, ideas políticas o literarias y de todo lo que podía interesar en la vida cotidiana 13.

En 1926 Ruiz-Funes...

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