Luz verde a la adopción abierta en el Derecho espa ñol
| Autor | Leonardo B. Pérez Gallardo |
| Páginas | 1231-1240 |
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En el año 2015 España se suma a los Estados que han incorporado en su ordenamiento jurídico (con la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia) la figura de la adopción abierta. Como quiera que los países iberoamericanos tienen una fuerte influencia del Derecho español, la reforma legislativa operada, y aún más, los cambios que traería consigo en la manera de concebir la adopción ha de ser seguida muy de cerca por los juristas que ejercen la profesión allende el Atlántico.
De una tradición cerrada de la adopción se pasa a una abierta en la que nos aventajan países anglosajones, como Gran Bretraña, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, y sobre todo Estados Unidos, país este último en el que la adopción abierta es, desde hace décadas, la regla. Por supuesto con una mentalidad y una visión de la familia, tan abierta como la adopción misma.
Calificada de "importante novedad" en la propia Exposición de Motivos de la Ley, en ella queda claro que la finalidad de su incorporación al Derecho español "obedece a la búsqueda de alternativas consensuadas, familiares y permanentes que permitan dotar de estabilidad familiar a algunos menores, especialmente los más mayores, cuya adopción presenta más dificultades. A través de la adopción abierta, se flexibiliza la institución de la adopción, posibilitando que la familia de origen acepte mejor la «pérdida», y que el menor pueda beneficiarse de una vida estable en su familia adoptante, manteniendo vínculos con la familia de la que proviene, en especial con sus
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hermanos, y con la que, en muchos casos, ha mantenido relación durante el acogimiento, relación que aunque no estuviera formalizada continúa por la vía de hecho".
El legislador busca la flexibilización de la adopción, el apartamiento de los rígidos moldes en los que se ha vertido esta milenaria institución familiar, buscando nuevos horizontes en función del interés superior del niño, sobre todo cuando se trata de adopciones que por la edad de los adoptandos, ya han creado vínculos afectivos con su familia biológica, esencialmente con los hermanos, de manera que una ruptura total de dichos vínculos en nada beneficiaría la formación de su personalidad, ocasionándole trastornos psicológicos de gran calado. Como apunta la profesora Sabater Bayle "el cambio de modelo responde al hecho constatado en nuestros días del progresivo incremento de la edad de los menores que se encuentran bajo supervisión de la Administración en espera de ser adoptados, en las diversas situaciones de acogimiento previstas en nuestro ordenamiento jurídico", los cuales han "experimentado propiamente el hecho traumático de la ‘separación’ respecto a sus familiares o allegados originarios" 1.
Tómese en consideración, no obstante, que en algunos países como Estados Unidos, con sobrada experiencia en estos lares, el impulso de la adopción abierta ha venido de la mano de facilitar los procesos de adopción prenatal. En efecto, en los Estados Unidos, el proceso de adopción abierta es muy común en la actualidad. En éste los padres adoptivos conocen y mantienen contacto con los padres biológicos del menor. La mayoría de las agencias dedicadas a facilitar procesos de esta índole aconsejan que haya cierto grado de "apertura". También es muy común en la actualidad que los padres biológicos ayuden a elegir a los padres adoptivos de sus hijos. Comúnmente, la agencia les da a los padres biológicos las biografías de los padres adoptivos prospectivos, y los padres biológicos escogen la familia que les parece más adecuada. Los padres biológicos y adoptivos se conocen, y pueden mantenerse en contacto frecuentemente durante el embarazo. Muchas veces los padres adoptivos pueden presenciar el nacimiento del bebé. Algunas familias se mantienen en contacto a través de las agencias de adopción, especialmente durante los cumpleaños y las festividades. Otros, incluso, se vuelven amigos y mantienen dicha amistad, pero colígese que la finalidad de esta adopción está dirigida a un proceso digamos, si es que se puede utilizar el término "fisiológico" de adopción. Los padres biológicos diseñan la adopción a su manera, buscan la familia que más se aviene a su ideal de formación de los hijos, la familia que puede darle la educación a sus hijos, que por diversas razones, ellos no pueden brindarle. Empero, desde el Derecho español el enfoque que, al menos se ofrece desde la motivación de la norma, es facilitar el entorno del menor de edad, que ya con cierta edad y madurez psicológica es adoptado, tratando de lograr una ecuación que permita su integración en la familia de adopción, sin cortar el
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cordón umbilical con su familia biológica, todo ello bajo un estricto control judicial que ha de ajustarse a partir de los informes vertidos durante el proceso de adopción e incluso postadopción por la entidad pública encargada a tal fin, a los requerimientos que el adoptado exija en cada caso. Ecuación social que no es fácil solventar cuando las variables entren en tensión.
Hay un tema identitario que no se puede perder de vista en modo alguno, si no se quiere perder el sentido de la orientación. Las edades tempranas son decisivas en el proceso de reafirmación de la personalidad a partir de la identidad de la persona. Es claro eso sí, y valga aclarar, que la adopción abierta no se aboca a la búsqueda de la identidad biológica del menor de edad ya adoptado. La adopción abierta nace -como su nombre lo indica-, con plena delimitación de roles. El adoptado sabe quiénes son sus padres biológicos, ya sea porque a la edad en la que es adoptado tiene juicio suficiente que le permite identificar a sus padres, abuelos, hermanos y demás familiares, o porque desde un principio, tal y como acontece en los Estados Unidos los progenitores biológicos y los adoptivos han adoptado el acuerdo privado de mantener una abierta comunicación con el menor. Sin dudas, el camino hacia la adopción abierta está lleno de obstáculos, no insalvables, pero sí molestos.
En una tesis de doctorado realizada desde las ciencias sociológicos en la propia España, su autora a través del estudio de campo llevado a cabo en Alicante ofrece un análisis de los ventajas y vicisitudes de este tipo de adopción, lo cual puede agudizarse en supuestos de adopciones internacionales por lo difícil que podría resultar la comunicación, amén de la diferencias idiomáticas que conllevaría incluso la necesaria presencia de un intérprete frente a temas tan sensibles y privados como los que concierne a la adopción. Como expresa la autora "La idea de apertura en la adopción ha sufrido una expansión respecto a su significado...
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