La locura en la edad moderna

AutorEladio-José Mateo Ayala
Cargo del AutorProfessor de Derecho Penal. Universidad de Zaragoza

En los llamados Siglos modernos (XVI-XVII y hasta el XVIII), la concepción existente acerca del origen de ciertos procesos psíquicos no fue única, pudiendo serlo bien de forma natural o extranatural184, aunque con prevalencia de esta última, siendo así habitual vincular las anomalías mentales, especialmente los estados melancólicos, a la posesión demoníaca y a la brujería185, y también, a los conceptos de alumbrado e iluminado186, es decir, en un sentido extranatural de enfermedad. Así, cuando en los casos de brujería era excepcionalmente requerida la presencia de algún médico a los efectos de determinar la existencia o no de algún tipo de proceso psíquico anómalo en tan infeliz ser, en la mayoría de las ocasiones, negaban en sus informes periciales la constatación de enfermedad mental alguna187, aunque, también ha de reconocerse, que durante este período existieron, tal y como refiere JIMENEZ DE ASUA188, honrosas excepciones a esta forma extranatural y primitiva de concebir la enfermedad mental.

En este sentido, hay que hacer obligada mención al médico Johann Weyer189, quien defendió (en contra de la consideración extranatural de la enfermedad mental predomiante en la época), la calificación de enfermos psíquicos para los denominados brujos, insistiendo en la necesaria aplicación a los mismos de tratamientos fundamentados en principios médicos y humanos. Sostuvo igualmente, dentro del clima de discusión reinante en los siglos XVI y XVII, acerca del carácter o no de enfermedad mental de la "licantropía", su naturaleza de verdadero trastorno psíquico190.

En España, Juan Huarte de San Juan, sería el autor más destacado de esta época. El Dr. Don Gregorio MARAÑON191, puso de relieve la gran audacia de Huarte de San Juan, que en su obra Examen de ingenios para las ciencias consideraba que el hombre era esclavo de su temperamento, y, por lo tanto, a veces, irresponsable, aun no estando loco, de sus actos.

Durante esta época, los llamados "locos", eran parcialmente tolerados, siendo considerados por parte de la Iglesia y de la sociedad en general, como endemoniados, hechizados, brujos, visionarios e iluminados, según los casos y circunstancias, situación esta, que, contradictoriamente, coexistiría con la creación de los primeros manicomios o casas de salud mental.

Así, esta práctica hospitalaria, se habría iniciado ya, según opinión de DOMINGO SIMO192, en el Reino de Valencia, donde al parecer, y bajo los auspicios del Padre Mercedario Gilabert Jofré, se fundara en la fecha del 24 de febrero de 1409, el que ha venido a considerarse, como primer hospital psiquiátrico del mundo, siendo conocido, como "Hospital de Ignoscents, Folls e Orats193". Esta Institución, recibió desde su fundación, el calificativo de "Hospital", término este, que conjugaba perfectamente lo caritativo y lo médico-asistencial, y no de "Asilo", voz esta última, con un sentido marcadamente compasivo o altruista194 y nada psiquiátrico, entendemos nosotros.

Por su parte, GONZALEZ DURO195 cree que el aludido centro hospitalario, no fue el primero de los de su clase, sino que ya habían existido con anterioridad en países islámicos196, siendo el Padre Mercedario, Gilabert Jofré, quien, conocedor de tales instituciones para alienados, trasladara al Reino de Valencia esa benévola idea de construir casas donde acoger y tratar a los desvalidos mentales. Sólo dieciséis años después, se fundaría en Zaragoza, "El Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia" que como indica FERNANDEZ DOCTOR197, acogía locos provinientes de todos los Reinos y países de donde los traían sin distinción alguna; exigiéndose sólo, las certificaciones de pobreza y de locura.

Como señala OLESA MUÑIDO198, en esta época...

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