La locura en la Antigüedad Clásica

AutorEladio-José Mateo Ayala
Cargo del AutorProfessor de Derecho Penal. Universidad de Zaragoza

La locura ha sido concebida de distintas formas, según épocas y períodos históricos de la humanidad. Así, en tiempos remotos, llegó a atribuírsele un origen divino e incluso demoníaco2.

En este sentido, CARRARA3, pone de manifiesto como los pueblos primitivos, trataban a los locos con exorcismos al creer que estaban poseídos por los dioses, derivándose la denominación de los diversos trastornos, de las diferentes deidades que los atormentaban, naciendo de este modo, la que podría considerarse como primera clasificación de los trastornos mentales. Estaríamos así, ante un modelo sobrenatural de enfermedad4.

  1. GRECIA

    La ausencia de conocimientos sobre Psiquiatría fomentó la búsqueda de explicaciones sobrenaturales, que dieran respuesta a las diferentes formas de condicionamiento psíquico del hombre. Así, tal y como afirma VALLEJO RUILOBA5, esta concepción extranatural de las enfermedades mentales se mantiene hasta Hipócrates (460-377 a. C.), que sería el primero en señalar el origen natural de tales trastornos6, considerando además a la locura, como origen de todos los vicios7.

    Como decíamos, en el mundo antiguo, la locura fue contemplada de diversas formas. Desde una perspectiva puramente filosófica, la consideración del alma en su nivel superior como inmaterial, posibilitó el que las enfermedades de la psique tendieran también a concebirse como procesos propiamente anímicos8.

    Así, por ejemplo, para el pensamiento platónico, las enfermedades del alma, podían partir de una causa puramente psíquica, o tener un origen orgánico, existiendo además, una diferencia comparativa entre los agentes externos que provocan una enfermedad somática, y los agentes corporales o internos que originaban una enfermedad en el alma9. Desde esta perspectiva filosófica, la enfermedad mental, tuvo la consideración de defecto moral10, de desequilibrio de las diferentes partes del alma, o lo que es lo mismo, el dominio del estrato inferior del alma sobre el superior11.

    En lo referente a la imputabilidad del enfermo mental, consideraba PLATON12 que debía ser exonerado de responsabilidad penal, aunque ello no prejuzgaba la existencia de una responsabilidad en el orden civil, debiendo en consecuencia ser reparado el daño causado por el enfermo.

    Por su parte, la concepción de la locura desde un punto de vista médico, llevó a considerar el alma de un modo puramente material, cuya consecuencia más inmediata sería el que a las enfermedades de la mente, al igual que a las corporales, se les otorgara una naturaleza material13. Así, las enfermedades del cuerpo fueron explicadas o fundamentada su existencia, con base en tres Teorías o Escuelas: a) la humoral o temperamental, b) la metódica y c) la neumática.

    A) La "Doctrina de los humores o temperamental"

    Para explicar las peculiaridades de la naturaleza del cuerpo humano, suponía que las distintas partes del mismo, estaban configuradas por la mezcla de los cuatro humores, la sangre, la pituíta o flema, la bilis negra y la bilis amarilla14. Esta teoría humoral, tuvo como referente más claro la doctrina empedocléica de los cuatro elementos, piedra angular de todas las demás cosas15. Estos cuatro elementos, guardaban a su vez íntima conexión con la manera de ser o características de cada temperamento.

    La salud dependería de la mayor o menor mezcolanza equilibrada de los mismos. La enfermedad por su parte, se debería a una perversión de la mezcla humoral con el consiguiente predominio o carencia de alguno de los humores y de sus respectivas cualidades16. El nivel óptimo de personalidad se conseguiría por la crasis o interacción adecuada de las fuerzas internas y externas, indicando el exceso de humor, un conflicto o discrasia entre las mismas, que se corregía mediante purgas.

    Acogiendo SENECA17 esta teoría de los cuatro elementos, y consecuentemente la doctrina temperamental, afirmaría:"Hay que tener en cuenta si tu temperamento es más adecuado para hacer cosas o para una afición ociosa o la contemplación, e inclinarse a donde te lleven las condiciones de tu talento...". En el mismo sentido, hizo la siguiente consideración: "No es hacedero transformar los elementos que se reunieron y combinaron en nuestro nacimiento para no separarse jamás18". Llegó a reconocer también el filósofo cordobés, la existencia de un principio incorpóreo, que era el alma19.

    Esta clasificación temperamental, no habría sufrido variaciones de trascendencia prácticamente hasta los inicios del siglo XX, y a tal efecto diría SCHREIDER20: "Desde Hipócrates hasta principios de este siglo la clasificación de los temperamentos no ha sufrido modificaciones importantes; divulgada primero por los médicos y después por los filósofos fue, al fin, aceptada por los psicólogos que la encontraron tanto más cómoda cuanto que ya las antiguas descripciones daban para cada temperamento no sólo un cuadro fisiológico sino también indicaciones de orden psíquico".

    En los Tratados Hipocráticos21, la enfermedad se fundamentaba en la interacción de cuatro humores del cuerpo humano, la bilis negra, la bilis amarilla, la sangre y la flema, acogiendo a su vez, una clasificación fundamentada en cuatro temperamentos, el colérico, sanguíneo, melancólico y flemático, que indicarían la orientación emocional predominante.

    Estos cuatro humores, formarían, según la doctrina hipocrática, el enormon o principio vital por antonomasia. El exceso de uno o de otro humor sería causa bastante y suficiente para determinar las especiales características morfológicas y psíquicas de un individuo22.

    Esta "doctrina temperamental", ha gozado de gran predicamento en el campo de la Criminología, sirviendo de elemento de conexión entre lo corporal y lo psíquico, descubriendo la vinculación existente entre la constitución humoral y determinadas reacciones psíquicas23. Por ello, siguiendo a MEZGER24, la "Teoría de los temperamentos", aunque, no haya podido satisfacer necesidades psicológico-criminales modernas, supone sin embargo, un indicio en relación a la correspondencia existente entre temperamento y estructura somática, como en lo referente a la condicionalidad humoral, químico-sanguínea de uno y otra, y su conexión entre sí.

    B) La "Escuela metódica"

    Para la denominada "Escuela metódica25", el cuerpo estaría constituido por un conjunto de partículas o átomos en contínuo movimiento, siendo el ordenado movimiento de éstos, a través de los diferentes canales, el que determinara el estado de salud. Por su parte la enfermedad sería, consecuencia de una alteración de los átomos o de los conductos, no existiendo discrepancias entre enfermedades somáticas y enfermedades psíquicas.

    C) La "Escuela neumática"

    Finalmente, la "Escuela neumática26" entendió la enfermedad tanto somática como psíquica, como una discrasia27 en la mezcla de las cuatro cualidades elementales, con el predominio de una de ellas.

    Hay que decir en cualquier caso, que las enfermedades anímicas, al margen de su fundamentación humoral, metodista o neumática, fueron tenidas por trastornos somáticos, aunque con efectos particulares sobre la psíque. Así, las entidades nosológicas con repercusiones a nivel anímico más claramente diferenciadas en la Medicina Antigua fueron: de un lado la frenitis y la letargia, ambas locuras agudas con fiebre, la primera además con profunda excitación y la segunda con un profundo abatimiento. Por otro, la manía y la melancolía, ambas locuras crónicas sin fiebre, con excitación añadida en el caso de la primera y con abatimiento en la segunda28.

  2. ROMA

    La "Escuela Estoica29" que tanto influiría en la jurisprudencia romana, consideró "loco", a quien estaba dominado por las pasiones, siendo este concepto el que unido a otros abusos, diera lugar a la aparición de ciertas sobreexcitaciones neurasténicas además de otras enfermedades parecidas, reconociéndose además, junto a la perturbación completa, la existencia de la locura parcial monomaníaca. Así, en el Derecho Romano, regía el Principio Furiosi...nulla voluntas est, refiriéndose a que los furiosos, a quienes se creía poseidos por las Furias, carecían de voluntad30.

    El estado del "furioso", suponía una situación de total irresponsabilidad31. También existían, además de los Furiosi, los Cerriti y los Lararii, los primeros, como decíamos antes, poseídos por las Furias, por Ceres los segundos y por los Lares los últimos. Cuando los prácticos en Medicina eran requeridos, siempre cuestionaban previamente al reconocimiento del paciente, qué deidad lo poseía, a los efectos de determinar los sacrificios más idóneos para aplacar su ira32.

    Los enfermos mentales carecían en el Derecho romano de capacidad de obrar, al considerar que la enfermedad mental les privaba de ella33. De este modo, la doctrina imperante entre los jurisconsultos romanos, era precisamente la de exonerar al "loco" de todo tipo de responsabilidad, incluida la patrimonial, dado que no era dueño de sus acciones al estar privado de razón34.

    Así, la incapacidad de obrar culpable en el orden civil, era conocida como doli incapacitas35. Por su parte, al sujeto imputable criminalmente, se le calificaba como capax doli, aunque diferenciándose entre la capacidad de delinquir, y la capacidad para sufrir la pena36.

    Los jurisconsultos romanos, se ocuparían también acerca de la existencia o no de esta capacidad de obrar en los sujetos que condicionados mentalmente, realizaban actos en períodos de lucidez, ya que los ejecutados durante la vigencia del trastorno, nunca se consideraban como delitos37. De esta forma, en el Derecho romano, se estaba ya reconociendo relevancia jurídica a este especial estado mental, conocido como "intervalo lúcido38".

    También se reconocieron los períodos de locura transitoria. Así nos lo hizo ver SENECA39, cuando al hablar de la ira, lo hace en estos términos: "Así pues, algunos de los hombres sabios calificaron la ira de locura transitoria." Es decir, que la ira producirá en quien la sufra una, como decía él, "breve locura". Por tanto, se partiría de...

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