Análisis y comentario ético del documento Dignitas Personae: desde la continuidad a la novedad

AutorLuis Miguel Pastor
CargoDepartamento de Biología Celular e Histología. Facultad de Medicina. Universidad de Murcia
Páginas25-46

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1. Introducción

Es por todos conocido la importancia que tiene el pensamiento ético que elabora y propone la Iglesia Católica en base a las Sagradas Escrituras, su Tradición y el propio Magisterio de su jerarquía realizado a través de la historia. En el caso de las técnicas de reproducción asistida in vitro, su aprobación o no por parte de la Iglesia Católica, fue en su momento algo esperado durante algunos años tanto por la sociedad civil como por la comunidad cientíica. Se trataba de ver cuál era la actitud de una de las más importantes religiones ante la novedad que suponían estas técnicas en la generación de nuevos seres humanos. El respaldo ético o no dado a ellas, sería considerado importante para la legitimación y extensión de las mismas, sobre todo en la sociedad occidental. Además, en los ambientes propiamente católicos, el esperado posicionamiento de la Iglesia estaba siendo precedido de una amplia discusión que afectaba por un lado, a los principios de la ética conyugal y por otro, a los del respeto debido al embrión humano. En concreto, a la posibilidad o no, de seguir manteniendo en el ámbito conyugal la verdad sobre la inseparabilidad de las dimensiones procreativa y unitiva que debe caracterizar, según la Humane Vitae, toda unión sexual de los esposos y a la inviolabilidad o no del embrión humano desde su concepción1. La toma de posición, como es conocido, se produjo ocho años después del nacimiento de la primera bebé probeta. En 1987 con el documento-instrucción -Donum Vitae (DV)-, la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe airmaba con claridad la incompatibilidad de la fecundación in vitro (FIV) con la doctrina moral católica. Ahora bien, tal documento no presentaba simplemente una condena de tal práctica, sino que partiendo de un análisis antropológico basado en la unidad de la persona como ser corpóreo-espiritual asumía la

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doctrina de la Humanae Vitae sobre la inseparabilidad de las dimensiones del acto conyugal. Tales dimensiones o signiicados -unitivo y procreativo- se convertían a lo largo del texto no sólo en el referente antropológico del discurso bioético, sino en elemento hermenéutico clave para dilucidar la licitud o no de la FIV2y también de las técnicas de inseminación artiicial tanto homólogas como heterólogas. Fue tal la fuerza de esta doctrina que el juicio de ilicitud respecto a la FIV se apoyó solo en ella para rechazar una posible FIV en la que no se diera pérdida embrionaria y los gametos fueran de los propios cónyuges. Junto a esto, la instrucción también consideraba que la FIV suponía un atentado grave para la vida naciente y con claridad enjuiciaba que el embrión humano desde su constitución de cigoto3debía ser respetado como persona, lo cual implicaba que su derecho a la vida no podía ser conculcado nunca.

En este caso, la airmación ética partía también de un discurso previo sobre la condición ontológica y antropológica del embrión humano, tanto a la luz de la biología como del pensamiento cristiano, y la conclusión se realizó de forma similar a como se negó la licitud de la FIV por ser opuesta a la realidad antropológica del acto conyugal. La ilicitud de la FIV en cuanto técnica eliminadora de la vida humana embrionaria se basó aparentemente en ese carácter personal aunque no hubo una deinición explícita que airmara que el embrión es persona4.

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Evidentemente, después de esta toma de posición de la Iglesia Católica en 1987, como es sabido por todos, la practica de la FIV siguió extendiéndose no sólo geográicamente sino también ampliándose con la aparición de nuevas modalidades de la FIV. Éstas no solo supusieron un aumento cualitativo del uso de esta técnica sino que provocaron y producen hoy lo que algunos autores han denominado: «encarnizamiento procreativo»5. Tal situación ha supuesto un incremento de la acción destructiva sobre el embrión humano que ha ido paralela a su continua cosiicación. En la actualidad es considerado muchas veces como simplemente un material de experimentación o una fuente de células con interés. En consecuencia el respeto del embrión humano está en estos momentos bajo mínimos6.

Después de esta evolución de la FIV, la Iglesia Católica: ¿necesita cambiar tras estos años su postura de respeto incondicionado hacia el embrión humano o debería fundamentarla de otra manera? Ciertas técnicas reproductivas que estaban en sus inicios cuando fueron valoradas en DV han sufrido cambios importantes ¿exigen una nueva toma de postura por parte de ella? ¿Han aparecido durante estos años aspectos nuevos de la FIV que no estuvieran enjuiciados en la DV? Podemos contestar airmativamente. De hecho la respuesta a estas y otras preguntas constituye el origen de un nuevo documento de la Iglesia Católica publicado sobre estas cuestiones. Así, tal como se airma en la introducción del mismo la presencia de nuevos hechos en la FIV están en la base de la nueva elaboración por parte de la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe de una instrucción fechada el 8 de Septiembre en 2008 y titulada Dignitas Personae (DP).

En este trabajo nos proponemos analizar y comentar los contenidos de esta segunda instrucción. Son dos los objetivos que nos planteamos: en primer lugar, determinar qué cuestiones se tratan en ella que sean nuevas en el Magisterio de la Iglesia o son continuación de anteriores intervenciones especialmente de la instrucción DV. Para ello, realizaremos una descripción general del documento y de las partes que lo conforman. En segundo lugar, analizaremos los argumentos bioéticos que se contienen confrontándolos con los anteriores de la Iglesia, en especial con los de DV. Para ello, por un lado, intentaremos resaltar la novedad o no de las valoraciones bioéticas en las cuestiones tanto tratadas como no tratadas anteriormente por DV. Por otro lado, mostraremos, en la medida de lo posible, cuando existan tales novedades, si éstas son un desarrollo de ideas bioéticas anteriores o suponen la presencia de nuevos argumentos no utilizados hasta la fecha en el discurso bioético de la Iglesia Católica.

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2. Estructura interna de los temas tratados en Dignitas Personae

La instrucción tiene una introducción, tres partes y una conclusión. La primera parte se titula: Aspectos Antropológicos, Teológicos y Éticos de la Vida y la Procreación Humana. Ésta es la más ilosóica y teológica del documento y donde se introducen en la instrucción los fundamentos que servirán para realizar los juicios éticos que posteriormente se darán en las otras partes. La segunda lleva por título: Nuevos Problemas Relativos a la Procreación. Su contenido es el más similar a la anterior instrucción DV y en él se valoran desde el punto de vista ético, tanto técnicas relacionadas con la procreación humana, que fueron ya analizadas con profundidad o de forma sucinta en DV, como otras nuevas. Así, las técnicas de ayuda a la fertilidad como la eliminación voluntaria de embriones en la FIV serían cuestiones ampliamente tratadas en DV, y la congelación de embriones o el diagnóstico preimplantatorio serían tratadas de forma breve. Mientras que la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), la congelación de óvulos, la reducción embrionaria o las nuevas formas de intercepción o contragestación serían técnicas no tratadas y por tanto no valoradas por DV. La parte tercera se titula: Nuevas Propuestas Terapéuticas que Comportan la Manipulación del Embrión o del Patrimonio Genético. Estudia y valora éticamente toda una serie de tecnologías que se han desarrollado en estos últimos años y que comprometen al embrión humano: la clonación humana, el uso terapéutico de las células troncales, los intentos de hibridación, la utilización de «material biológico» humano de origen ilícito. Tales técnicas no existían cuando DV se publicó y por lo tanto esta parte es novedosa desde el punto de vista de contenidos. También esta parte afronta otras técnicas no relacionadas estrictamente con el embrión humano que, aunque en tiempos de DV estaban en sus comienzos, no fueron tratadas en dicho documento: se trata de las técnicas que pueden afectar a nuestro genoma. Evidentemente, la novedad de DP en este capitulo no sólo es de contenidos si no de juicios éticos, pues supone el abordaje de una nueva área temática antes no tratada en DV como, por ejemplo, la terapia génica.

3. Análisis y comentario sobre la introducción de DP

En la introducción de la instrucción encontramos la justiicación y inalidad, el porqué, de su redacción. Éste no es consecuencia del hecho de que durante los años pasados desde la publicación de DV los argumentos utilizados en su momento se hayan vueltos obsoletos, viejos o poco convincentes. La razón principal de la nueva instrucción radica en la emergencia durante estos años de nuevas tecnologías, con teóricamente nuevos problemas bioéticos, a los cuales hay que dar una respuesta desde el Magisterio de la Iglesia Católica. Es más, la respuesta a estas nuevas técnicas se basará principalmente en la aplicación de los principios de DV, puesto que DP es un documento doctrinal a la luz de los criterios de DV. Este hecho,

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por ejemplo, se pone de maniiesto en el aparato crítico del texto, en cuanto que si todo el documento tiene 59 referencias, 18 de ellas pertenecen a DV, casi un tercio de las mismas. En síntesis, DP viene en continuidad con DV, a poner al día la doctrina...

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