Lipari, Nicoló: Il negozio fiduciario
| Autor | Jesús Delgado Echevarría |
| Páginas | 629-631 |
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La misma naturaleza de la ciencia jurídica exige que sus proposiciones, cualquiera que sea la solidez de las mismas en el momento en que fueron formuladas, sean puestas en tela de juicio de tiempo en tiempo. Y esta revisión de las doctrínas adquiridas resulta necesaria, en términos generales, al menos por dos razones, que aparecen claras cuando consideramos los términos en que se plantea la interpretación jurídica. Esta se realiza en un difícil equilibrio entre la letra de la ley, necesariamente (o al menos tendencialmente) estática, y la constante evolución económica y política de la sociedad, que es un elemento sustancialmente innovador y creador. La norma regula comportamientos sociales y éstos se mueven por causas propias. Alterada la estructura o la dinámica sociales, el significado de la norma, llamada a disciplinar sectores de la vida humana, se ha alterado correlativamente, y ésta es la primera razón que exige repensar el resultado de toda investigación jurídica cuando el paso del tiempo ha modificado los supuestos sociales en que la norma opera; cuando el Derecho realmente se ha transformado ya, por más que la ley sea literalmente la misma. Por otro lado, los supuestos mentales con que el intérprete se acerca a la realidad jurídica sufren mutuaciones, a veces radicales; juicios o prejuicios sobre la forma y la finalidad con que han de manejarse los datos jurídicos pierden vigencia y otros nuevos los sustituyen; puede suceder que adquieran relevancia jurídica a ojos del intérprete; realidades, datos fácticos que antes permanecían apartados de su campo de observación y que ahora Je hacen variar de actitud respecto al Derecho; cambia el método, cambian los supuestos mentales desde los que se realiza la investigación jurídica.
Cualquiera que sea el valor de la tradición doctrinal, de la doctrina recibida, de la interpretación transmitida de generaciones en generaciones de juristas, nunca puede admitirse que la últimaPage 630 palabra esté ya dicha. La misión del jurista no consiste en clasificar fósiles ni en transmitir secretos gremiales, sino en dar explicación racional de la norma en su incidencia sobre la vida, en un intento consciente y sistemático de realizar al máximo los valores de justicia en las...
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