Problemas legales de los sistemas de notificación de incidentes. ¿Qué opinan los profesionales sanitarios?

AutorBlanca Obón Azuara - Isabel Gutiérrez Cía
CargoDoctora en Medicina. Especialista en Medicina Intensiva. Servicio de Medicina Preventiva. Hospital Clínico Universitario de Zaragoza - Doctora en Medicina. Especialista en Medicina Intensiva. Servicio de Medicina Intensiva. Hospital Clínico Universitario de Zaragoza
Páginas122-135

Page 125

Objetivo

La seguridad del paciente (SP) implica la práctica de una atención a la salud exenta de daños evitables, lo que supone, por una parte desarrollar sistemas y procesos dirigidos a reducir la probabilidad de aparición de fallos del sistema y errores de las personas, aumentando la probabilidad de detectarlos cuando suceden y mitigar sus consecuencias1, 2.

El procurar beneficios a las personas y no originar daños evitables o innecesarios constituye uno de los deberes éticos de la medicina. Ambos principios, el de beneficencia y el de no maleficencia se aúnan en el clásico "Primun non nocere"3. Así, resulta evidente que los principios éticos que rigen la práctica de la Medicina se imbrican íntimamente en la atención segura al paciente. Beneficencia, no maleficencia, justicia y autonomía del paciente hablan el lenguaje de la seguridad4.

Resulta obvio en los dos primeros, la asistencia segura implica necesariamente evitar el daño y procurar el bien del paciente. Además en virtud del principio de autonomía del paciente, los profesionales sanitarios deben considerar la voluntad del mismo y promover su implicación en la toma de decisiones que puedan afectar a su salud. La comunicación del riesgo asistencial es una labor que forma parte del trabajo de los profesionales sanitarios5.

Con el principio de autonomía se alinea el derecho del paciente, universalmente admitido, de ser informado de los incidentes que le han causado daño6. Sin embargo en muchas ocasiones no se respeta este derecho y lo publicado hasta ahora sugiere que al menos un tercio de los pacientes no son informados incluso cuando se trata de graves eventos adversos (EA). Y entre aquellos que sí lo son se desconoce el alcance y la claridad de la información que reciben. Esta falta de información ha fomentado la creencia entre los pacientes de que los médicos ocultan sus errores7.

Los estudios epidemiológicos realizados hasta ahora8revelan que en ocasiones, las actuaciones médicas provocan algún tipo de perjuicio o daño al enfermo. Si además existe un deterioro o una no cuidada relación médico-paciente, es más que probable que surjan las reclamaciones y demandas9. En este sentido organizaciones y profesionales tienen la obligación de reparar el daño causado en virtud del principio de beneficencia10.

No sólo los profesionales, de forma individual, son responsables de la SP. Las organizaciones tienen hacia sus usuarios las mismas obligaciones éticas. En este sentido cobra especial relevancia el principio de justicia, ya que los costes de la no seguridad, con su elevado impacto económico y social, repercuten sobre la globalidad de los usuarios del sistema sanitario11.

En este sentido, en el año 2004 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que la seguridad del paciente es un problema mundial. Nació así la Alianza Mundial por la Seguridad del Paciente, creada con el propósito de coordinar, difundir y acelerar las mejoras en materia de SP en todo el mundo12.

En nuestro país el Ministerio de Sanidad y Política Social e igualdad (MSPSI), en su responsabilidad de mejorar la calidad del sistema sanitario en su conjunto, como establece la Ley

Page 126

16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud , ha situado la seguridad del paciente en el centro de las políticas sanitarias como uno de los elementos clave de la mejora de la calidad, quedando así reflejado en la estrategia número 8 del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud (SNS) . Y es en este contexto dónde se plantea la necesidad de diseñar y establece sistemas de información y notificación de EA para el aprendizaje13.

El desarrollo de sistemas de notificación de incidentes (SNI) surge inicialmente con el propósito de intentar disminuir la probabilidad de su aparición a través del aprendizaje basado en el análisis de los errores y el de los factores implicados.

El paciente que sufre un EA se encuentra en una situación de vulnerabilidad que exige la máxima delicadeza y consideración. Sin embargo se debe considerar que no es la única víctima del incidente. El profesional sanitario resulta habitualmente afectado por los EA en los que se ve implicado y con frecuencia experimenta sentimientos muy similares a los del paciente, angustia, ansiedad, incluso stress post traumático14, 15. El profesional es consciente de que, por el principio de beneficencia, la reparación del daño no debe ser sólo económica sino también emocional lo que implica la necesidad de pedir perdón cuando existe evidencia de error, ya sea de un profesional o del sistema16. Del mismo modo el principio no maleficencia hace necesaria la notificación y el análisis del incidente, para evitar que vuelva a repetirse10.

Resulta fácil comprender la dualidad a la que se enfrenta el profesional que se encuentra implicado en un EA. Por una parte los principios éticos antes mencionados, por otra el miedo a verse envuelto en un proceso judicial derivado de la sospecha de una mala praxis, una de las experiencias más traumáticas por las que puede pasar el profesional sanitario, incluso cuando este se resuelve favorablemente17.

Desde el inicio de los SNI como fuente de información para conocer los problemas de seguridad del paciente se detectaron los primeros problemas. Los profesionales no declaraban los EA por una falta de confianza en la utilidad del sistema y también por miedo a las consecuencias legales18, 19.

Para facilitar la utilización de los sistemas de notificación voluntarios el Institute of Medicine (IOM) en su informe "To err is Human" propone SNI no punitivos, lo que puede redundar en la necesidad de un cambio legislativo en aras de proteger al declarante20. Resulta interesante observar cómo en países como el Reino Unido con la Agencia de Seguridad del Paciente (NPSA), Dinamarca (The Danish Society for Patient Safety), Suecia, EEUU (National Center for Patient Safety, NCPS), Australia... con amplia experiencia en el desarrollo de estos sistemas, se señala ya la necesidad de no utilizar la información obtenida de estos sistemas con fines sancionadores o...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR