Los Juzgados de lo Mercantil cumplen dos años
| Autor | José Manuel Soriano Barranquero |
| Cargo | Socio de Ramón & Cajal |
El 1 de septiembre pasado se cumplieron los dos primeros años de funcionamiento de los Juzgados de lo Mercantil. El transcurso de este periodo, nos permite realizar una aproximación a la experiencia adquirida durante este tiempo, con más rigor que las estimaciones que pudieron hacerse en el 2004, al tiempo de modificarse la Ley Orgánica del Poder Judicial, cuando se desconocía por completo la habilidad de los Juzgados que iban a crearse para lidiar asuntos tan complejos como, entre otros, los de naturaleza concursal. Como en cualquier otro orden de cosas, el tiempo permite detectar fácilmente los aspectos positivos así como aquellos otros que merecen una especial atención y mejora; a ello dedicamos las siguientes líneas.
En grandes rasgos puede adelantarse, ya desde este momento, que la creación de Juzgados especializados en materia mercantil, así como el establecimiento de duras pruebas de acceso a los mismos constituye un gran acierto del legislador. Basta con haber tenido alguna experiencia forense en los propios Juzgados, revisar cualquier base de datos de jurisprudencia o conversar con compañeros dedicados a la práctica del Derecho para comprobar que los jueces de lo Mercantil acostumbran a estudiar minuciosamente los asuntos y dictan resoluciones ajustadas a derecho en materias en las que hace algunos años este tipo de resoluciones no eran comunes.
En materia concursal, es de alabar el extraordinario esfuerzo de los Juzgados Mercantiles en pos de una correcta puesta en marcha de la Ley Concursal. No es sencillo plasmar en la práctica una Ley, aparentemente estructurada, pero que contiene defectos muy evidentes que son abordados por los Juzgados y Administradores concursales con exquisita profesionalidad.
En asuntos no concursales como, por ejemplo, impugnaciones de acuerdos sociales destacan acertadas resoluciones en la materia dictadas por distintos Juzgados Mercantiles en las que puede constatarse un detalle y análisis de las cuestiones objeto de debate insólita hasta el año 2004.
Lo anterior ha motivado que la incidencia de estos Juzgados en el ámbito empresarial cada día sea mayor. La gran empresa, acostumbrada hasta ahora a los arbitrajes para dirimir controversias de gran magnitud, observa con optimismo la aparición - en aquellos casos en que es posible - de una alternativa al procedimiento arbitral, de gran auge a finales de los noventa y acertadamente reformado en la Ley 60/2003. Así, para asuntos de extrema complejidad y en...
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