La juventud en iberoamérica

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2.1. Las condiciones de vida de las personas jóvenes

En la actualidad, los escenarios internacional y regional se encuentran caracterizados por dinámicas y realidades cambiantes, la existencia de normas formales e informales, Estados con demandas y posicionamientos específicos, actores con diferentes tipos de intereses y grupos poblacionales con reivindicaciones propias. Es justamente en medio de este contexto en el que las políticas públicas dirigidas a la juventud, se constituyen como un tema de suma relevancia a la hora de atender las necesidades, demandas, perspectivas y opiniones de dicha población. En este sentido, los condicionamientos del entorno suponen la incidencia directa en el ciclo de las políticas públicas de juventud de los países, generando nuevas circunstancias que ponen de manifiesto la necesidad de adecuarse a la naturaleza cambiante, teniendo siempre como finalidad dar cumplimiento al objetivo por el cual fueron formuladas, sin dejar de lado la importancia que reviste su implementación, monitoreo y evaluación.

En Iberoamérica, las y los jóvenes representan una población compuesta por más de 160 millones de personas de entre 15 y 29 años de edad, lo que significa que una de cada cuatro personas en la región es joven. De este grupo etario, casi 10 millones de jóvenes son indígenas, y aproximadamente 24 millones son afro-descendientes (OIJ, 2013). Además, de acuerdo con cifras del año 2012, casi el 24% de las y los jóvenes viven en condiciones de pobreza (35,4 millones) y 8,4% en situación de indigencia, abarcando 12 millones de jóvenes.

Teniendo en cuenta dichos datos, la población juvenil en Iberoamérica ha cuadruplicado su número desde mediados del siglo pasado, pasando de 48 millones en 1950 a 160 millones en 2014. Actualmente se evidencia una mayor concentración en zonas urbanas, debido a que en los últimos diez años la presencia urbana juvenil pasó del 77,3% al 81% (OIJ, 2015). En este sentido, dichas dinámicas de migración interna de los países, motivadas por la necesidad de alcanzar nuevas oportunidades en contextos como los descritos anteriormente, han generado movimientos de desplazamiento desde

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las zonas rurales hacia las principales ciudades. Lo anterior debido a que la distribución segmentada de las oportunidades se localiza con mayor facilidad en cascos urbanos; escenarios en los que las dinámicas cotidianas del desarrollo cuentan con más acceso a la educación, el empleo, los servicios y los mercados.

En cuanto a los sectores que afectan a la juventud en la región, se ha comprobado que en educación, menos del 10% de los jóvenes en Iberoamérica son analfabetos funcionales, habiéndose reducido la tasa de 13,3% en 2000 a 9,13% en 2015. En la actualidad, el 35% de esta población sólo estudia, el 33% solo trabaja, alrededor del 12% hace las dos cosas y casi el 20% en edad de trabajar se encuentra inactivo. Adicionalmente, pese a que el desempleo juvenil en la región continúa siendo tres veces superior al desempleo adulto, la tasa se ha reducido en los últimos 15 años, pasando de 15,5% a 10,7%, debido al desempeño positivo de las dinámicas económicas y la inversión social de los países latinoamericanos. Los países con mayor tasa de desempleo son España con 39,7% y Portugal con el 22,2%, seguido de Colombia con 17,3% (ibíd.)

Sin embargo, un dato favorable a destacar es que entre 2000 y 2015 la tasa de pobreza juvenil se redujo, pasando de 41% a 30%. Hoy en día, uno de cada tres jóvenes se encuentra por debajo de la línea de pobreza en Iberoamérica, y el subgrupo de 15 a 19 años es el más afectado por este fenómeno debido a la dependencia económica. En este sentido, los países que cuentan con el mayor número de jóvenes pobres no indigentes son El Salvador, Guatemala y Nicaragua, mientras que Uruguay, Chile y Argentina presentan los menores índices en esta materia. Sin embargo, cabe resaltar que aún el 13.6% de los jóvenes iberoamericanos vive en condiciones de extrema pobreza, representando casi 27 millones de jóvenes (ibíd.).

Como es posible comprobar, las juventudes iberoamericanas constituyen una población heterogénea que pese a tener un peso demográfico considerable y a constituirse en agentes estratégicos del desarrollo y la transformación social en la región, deben enfrentar situaciones complejas, diversas y...

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