Juan Bustos Ramírez: el intelectual, el ser humano

AutorFernando Tenorio Tagle
Cargo del AutorUAM-A
Páginas577-579

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Conocí a Juan Bustos Ramírez en el año de 1985, en Barcelona, con motivo de las jornadas de derecho penal organizadas por él y Roberto Bergalli. Fui afortunado por haber igualmente conocido a muchos otros con quienes a la fecha guardo una fantástica amistad, como es el caso de Luigi Ferrajoli, no se diga de quienes fueron mis profesores en mi experiencia europea, como Massimo Pavarini, Eligio Resta, Sandro Baratta, quien nos abandonó tempranamente y otros apreciados colegas.

Aunque ya por esos años mis inclinaciones académicas se encaminaban hacia la cultura criminológica, la dogmática penal continuaba seduciéndome. Y que bueno dado que leí el Manual de derecho penal de la autoría de Juan. Es evidente, como ha sucedido a quienes lo leyeron, que quedé capturadísimo, especialmente por la que yo denomino sistemática, al identificar como elementos del delito, lo que Welzel había caracterizado como el injusto punible y, consecuentemente el ámbito de la culpabilidad quedaba fuera de la teoría del delito y

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se construiría para ello la teoría del sujeto responsable. No sólo se exhibía como una cuestión lógica sino además coherente con los principios de justificación pertinentes: nulla poena sine crimen y nulla poena sine culpa.

No obstante, ya en México, me permití expresar a algunos de mis alumnos de Campeche, en el sureste mexicano tales conclusiones y recibí como respuesta amplios espacios de risas y la indicación explícita de que siguiera con la criminología.

Algunos años después vendría a verificarse en mi país el Master internacional: Derecho penal, constitución y derechos, auspiciado por la Universidad Autónoma de Barcelona, la misma universidad que albergó a Juan durante algunos años de su exilio en razón de la dictadura chilena. En esa experiencia académica algunas campechanas se inscribieron y culminaron muy exitosamente el master, uno de cuyos profesores era precisamente Juan. Cuando Juan explicó la teoría del sujeto responsable, tales alumnas expresaron: «Tenía razón Tenorio». Cuando semejante expresión se comentó fuera de clase, me indicaron las alumnas, claro, la diferencia está en el maestro. Y es cierto, no sólo las ideas, brillantes en Juan, originales desde luego, sino también su capacidad para enseñar mostraban el título en español de una reciente producción fílmica: Mente brillante. En razón...

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