MÈLICH, Joan-Carles. Ética de la compasión Barcelona, Herder, 2010

AutorTomás Valladolid Bueno
Páginas199-202

Page 199

La editorial Herder nos ha ofrecido, en los primeros meses del año 2010, un más que sugerente libro del profesor Joan-Carles Mèlich, cuyo título es Ética de la compasión. Recuperando en esta obra los presupuestos filosóficos de su antropología de la finitud, el autor ha realizado una verdadera puesta en escena de la condición humana, asignando un papel central a la compasión en las siempre problemáticas representaciones de la ética y de la pedagogía.

Otros antes que él y, alguno, casi a la par que él, han abordado la compasión como objeto de reflexión práctica. Pero no cabe duda de que en este libro hallarán los lectores una propuesta valiente que destaca por intentar una reconstrucción de la raíz misma del modo moderno de habérselas con la ética y la pedagogía. Es reseñable la gallardía, por lo que supone de esfuerzo y arrojo, con la que se introducen cambios de significación en términos del campo filosófico que ya habían adquirido un acuerdo semántico bastante extenso, como es el caso de «moral», «ética», «naturaleza», «cultura», etc.

Los lectores de este libro podrán comprobar -desde el comienzo- lo atinado que ha estado el autor en la elección del enfoque antropológico, al igual que encontrarán ahí una consecuente visión histórica de la modernidad en su tránsito hacia el nihilismo. Joan Carles Mèlich entra, con este libro, a formar parte de ese grupo heterogéneo de pensadores españoles que han prestado especial atención a la temática de la compasión. Así, quienes estén interesados en pensar la educación como acontecimiento, tienen ahora a su disposición una propuesta de pedagogía de la compasión con sustento filosófico. Esto permite, a su vez, que las tesis mantenidas por Mèlich puedan ser puestas en contraste con otros acercamientos filosóficos a la problemática de la compasión. El lector tiene, pues, la posibilidad de disfrutar de otra lectura de la compasión que bien puede ser complementaria de las realizadas por otros, entre los que habría que contar a «nuestros» Aurelio Arteta, Xabier Etxeberria, Reyes Mate, Miguel García Baró o Alicia Villar.

Tal y como el mismo autor reconoce, las tres ideas básicas de su ética de la compasión son: «una ética desde la experiencia del mal, una ética de la respuesta adecuada y nunca suficientemente adecuada, y una ética de la relación con los indignos, con los infrahumanos». Con estos materiales es palmario que la propuesta de reconstrucción del edificio pedagógico no puede seguir basándose en los diseños normalmente al uso. En efecto, el profesor Mèlich, ante la férrea gramaticalidad de la moral universal del deber, erige sin temor una ética del «relativismo perspectivista», lo cual le permitirá presentar, como complementaria a una pedagogía del logos explicativo, una «pedagogía del testimonio» donde la palabra educativa del «decir» demostrativo encuentra su agregado en el silencio del «mostrar», que en ningún caso se confunde con el mutismo. La acción educativa, por tanto, no mira a la reproducción modélica de una presencia conceptual, sino que fija la vista en el objetivo de una «ausencia» que, por el testimonio, propio de un espíritu literario (de novela, gusta calificarlo el autor), aspira a ir forjando la posibilidad del «contagio mimético» de quienes aprenden. La figura logogramática...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR