IZARD, Miquel. Patagonia. Crónica de un viaje. Madrid, Libros de la Catarata, 2011

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El autor, profesor jubilado de Historia de Amé-rica de la Universidad de Barcelona, confiesa que por primera vez, tras cuarenta viajes al Nuevo Continente, tuvo la intuición de que lo que veía y, en especial lo que sólo intuía, le exigían escribir un relato mezclando sensaciones, conocimientos, lecturas e informes.

Al margen de reseñar ligeramente periplo, paisaje, flora y fauna describe con cierto detalle a quienes ya estaban, las sociedades que vivían allí desde hacía milenios. Como la mayoría de naciones autosuficientes que usufructuaban más del 80 % del continente eran hedonistas, lúdicas, libertarias, solidarias y, por encima de todo, armónicas, entre sus gentes, con las naciones vecinas y con la naturaleza. Los nativos de Patagonia presentaban, por supuesto, características propias, los tehuelches, ante la carencia de ramas y fabricar arcos para cazar, se valían con una habilidad sorprendente de boleadoras; mientras que los habitantes de Tierra de Fuego, combatían un frío extremo consumiendo grandes cantidades de proteínas y los yáganas en concreto, muy aficionados a dialogar crearon una lengua muy sofisticada con una gramática mucho más compleja que la nuestra.

En su desesperada búsqueda de una ruta marítima que permitiera salvar el obstáculo que representaban las Indias y llegar a Oriente siguiendo el curso del sol, el sur fue visitado y recorrido por marinos de todas las banderas europeas. Posterior y mucho más perturbadora fue la presencia de cazadores o pescadores de fauna marina. Más tarde europeos de distintos parajes ensayaron establecerse allí, misioneros anglicanos, nacionalistas galeses o boers de África del Sur.

A principios del siglo XIX, la oligarquía de...

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