Introducción: La resolución de casos de derecho penal

AutorJ.M. Silva, M. Corcoy, F. Baldó
Cargo del AutorExpertos en Derecho Penal
  1. Esta introducción tiene por objeto proporcionar al usuario de esta obra una serie de reglas operativas que optimizan la comprensión, resolución y redacción de casos jurídico-penales. Entiéndase ello en su literalidad. Es decir, no se busque aquí una descripción completa de reglas operativas para la resolución de casos jurídico-penales, sino un complemento estándar del propio modus operandi de cada usuario concreto. Complemento que, por otra parte, puede que ya resulte conocido -sirva entonces como recordatorio- o aplicado de forma intuitiva -sirva entonces para que sea aplicado consciente y racionalmente-. Ni tampoco se busque aquí un conjunto de reglas que aseguren la obtención de resultados idóneos pues éstos dependen en buena medida de la propia capacidad individual. Hechas estas aclaraciones previas, en lo que sigue se expondrán algunas de las reglas operativas de resolución de casos jurídico-penales que optimizan la propia capacidad, proporcionando generalmente resultados razonables(1) No sin antes añadir que, si bien no todo jurista ya formado debe sujetarse a corsés operativos o a rutinas técnicas para afrontar problemas jurídicos, la experiencia demuestra que si se pertenece al grupo de juristas en formación, el uso de estas reglas «operativas», u otras afines, es altamente recomendable.

    1. Fase primera: comprensión del supuesto de hecho

  2. En ésta, como en tantas otras cuestiones, es conveniente empezar por el principio. Esto es, por las reglas que optimizan la comprensión del supuesto de hecho jurídico que se somete a análisis. Ciertamente, si se quiere enjuiciar un hecho, el primer paso consiste en aprehender rectamente el propio hecho en toda su dimensión. Hecho o conjunto de hechos que en este libro son planteados en forma escrita -como por otra parte es habitual-. Así pues:

    Regla 1: Lea atenta y detenidamente el supuesto de hecho. ¡Tantas veces como sea necesario!(2)

    No es aconsejable ahorrar tiempo en este menester, pues no pocos errores, normalmente los más hirientes, se derivan de una defectuosa comprensión del texto que se somete a enjuiciamiento.

    Regla 2: Seleccione aquellos elementos fácticos que ya desde el principio se muestran relevantes para el enjuiciamiento jurídico-penal.

    Una vez se haya entendido perfectamente el suceso, seleccione aquellos elementos del mismo que «prima facie» resulten relevantes jurídicamente. Esta labor presupone ya, obviamente, un cierto conocimiento de la normativa implicada y de la doctrina científica y jurisprudencial, así como un conocimiento suficiente del lenguaje jurídico.

    Regla 3: Asegúrese de estar operando con hechos probados («in dubio pro reo») y no tergiverse el orden lógico conforme al cual primero se determinan los hechos y luego la norma jurídica aplicable.(3)

    Si como operador jurídico le someten un caso a enjuiciamiento, calificación o dictamen, no presuponga nada. En un contexto académico, en cambio, y a estos solos efectos, no sólo no le está vedado, sino que es en buena medida conveniente el efectuar múltiples hipótesis de trabajo, en caso de que la interpretación de los hechos no sea inequívoca.

    Regla 4: Estructure el supuesto de hecho.

    Ordene el supuesto de hecho desde el punto de vista de los factores espacio-temporales, rol de los sujetos intervinientes, etcétera. Si ello se hace a través de gráficos, ¡tanto mejor! Habitualmente, el dar una traducción gráfica al caso expresado por escrito proporciona un gran rendimiento en orden a su comprensión y posterior resolución.

    1. Fase segunda: análisis y evaluación jurídicos del supuesto de hecho: resolución

  3. Aprehendido y comprendido el hecho, se hallará en disposición de abordar la resolución del caso. Tarea ésta que conviene realizar en sucesivas aproximaciones de análisis y evaluación.

    3.1. Este cometido exigirá que nos hallemos en posesión de los específicos instrumentos técnicos que resulten necesarios para analizar y evaluar jurídicamente el caso concreto en cuestión. Básicamente, estos instrumentos técnico-jurídicos específicos a los que es necesario recurrir para la resolución de un caso concreto son: a) la normativa aplicable; b) las interpretaciones jurisprudenciales; y c) las interpretaciones doctrinales. En este punto merece la pena destacar la importancia que posee un correcto conocimiento de la teoría jurídica del delito para la resolución de casos jurídico-penales. En efecto, ésta es la teoría global que da cohesión y unidad a toda la suma de instrumentos técnicos de análisis y evaluación jurídico-penales a nuestra disposición y, además, nuestro instrumento más potente de análisis y evaluación de problemas jurídico-penales. De ahí la importancia que posee su conocimiento.(4) Así pues:

    Regla 5: Asegúrese de poseer los conocimientos suficientes antes de intentar afrontar la resolución jurídica del caso.(5)

    De lo contrario, ni podrá analizar, ni evaluar «jurídicamente» el caso en cuestión, por lo que acabará perdiendo lamentable su tiempo. Todo lo más, podrá aportar una solución de «sentido común». Y ello, en el mejor de los casos. Sobre todo si es cierta la máxima de Unamuno de que el sentido común es el menos común de los sentidos.

    Regla 6: Consulte, en caso de duda, los apartados 1-4 de de este libro.

    Estos apartados (bibliografía especializada, jurisprudencia básica, preceptos legales, y conceptos y estructuras básicas), junto a los manuales al uso, proporcionan con creces el material de trabajo necesario para preparar la resolución de cualquiera de los casos propuestos. Con todo, y en lo que respecta a la bibliografía especializada, creo necesario advertir que...

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