Introducción

AutorMaría Belén Cardona Rubert
Cargo del AutorCoordinadora
Páginas9-10

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La conciliación entre la vida laboral y familiar y el reparto justo y equitativo de las tareas domésticas, con evidentes consecuencias sobre las vidas laborales, sigue siendo la gran asignatura social pendiente.

La raíz común del problema se haya en los estereotipos y prejuicios sociales sobre el papel social de la mujer y de sus limitaciones para la vida profesional. Dichos prejuicios que, en la mayoría de los casos, están ligados a la maternidad y asunción de responsabilidades familiares, inciden en el acceso al empleo de las trabajadoras y en el desarrollo de sus carreras profesionales.

Desde esta perspectiva, la reacción que se exige al ordenamiento y a los poderes públicos, no puede ser una reacción parcial sino que se pretende una reacción que haga frente a la realidad de manera global, con un conjunto coherente de políticas que fomenten la integración social, apoyando a la mujer en el mundo laboral y fomentando la calidad de su empleo, imaginando fórmulas que permitan evitar las discriminaciones, tanto en el mercado de trabajo como en el acceso al mismo

Consecuencias de la asunción del compromiso de los poderes públicos, de garantizar la efectividad de la igualdad de oportunidades en el empleo, son las previsiones que el legislador incluye en preceptos de diversas normas relacionadas con el empleo. La última, aunque no única, plasmación de dicho compromiso la encontramos en la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, norma que, por su carácter transversal y global, viene a incidir en las actuaciones de los poderes públicos en materia de empleo y a obligar, al mismo tiempo, a la reforma legislativa de unas cuantas normas anteriores a la misma.

Uno de los frentes estrella de esta norma se dirige a resolver las cuestiones que constituyen el verdadero talón de Aquiles de las mujeres en el empleo: las medidas referidas a la conciliación de la vida familiar y laboral.

En esta línea y con anterioridad a la LOI, la Ley 39/1999, de 6 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas trabajadoras y el Real Decreto 1251/2001, de 16 de noviembre, por el que se regulan las prestaciones económicas del sistema de la Seguridad Social por maternidad y riesgo durante el embarazo, constituye uno de los intentos del

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legislador español que propone un modelo de compatibilización de ambas facetas, laboral y familiar, mediante la introducción de elementos...

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