La vuelta a la escena internacional de Libia: análisis político y socioeconómico e implicaciones para la seguridad internacional

AutorJuan Carlos Estarellas y López
CargoAsociación Nacional de Criminalistas
Páginas57-86

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1. Introducción

¿Quién podía pensar que una simple toma de decisión política basada, principalmente, en una antiquísima regla teórica matemática llevada a proverbio desde un punto de vista filosófico, la expresión conocida como «el enemigo de mi enemigo es mi amigo», permitiría al coronel Muammar Muhammed Al-Qaddafi ((?????????????? ???????????? ????????) dar inicio a su meteórica «resurrección» como líder internacional?

Pocos líderes occidentales podían pronosticar que a principios del nuevo milenio, del presente siglo XXI, Muammar Al-Qaddafi, «el gran maestro manipulador», pudiera resurgir de nuevo como el líder inteligente, carismático y de gran visión del mundo que fuera en el pasado reciente. Pues así ha sido, muy resumidamente.

Pero ¿cómo pudo lograr el cambio en tan corto espacio de tiempo, dejando de ser un dictador y promotor de grupos combatientes terroristas de todo tipo e ideología? ¿Qué estrategias diseñó para llevarlo a término? Existe quizá una sencilla razón, pero muy estudiada y profundamente analizada durante la larga época de embargo a la que fue sometido el país: la del continuo y sistemático seguimiento, muy en profundidad, de la vida y la realidad política internacionales, así como de los conflictos y de las nuevas amenazas emergentes que han podido afectar a sus principales rivales, llamémosles anteriores enemigos, como fueron Estados Unidos y Reino Unido. Porque, en realidad, ¡el enemigo de mi enemigo es mi amigo!

Esta frase esconde todo un significado para una persona con un pensamiento doctrinal militar como es Muammar Al-Qaddafi. Y es que unos ataques terroristas de corte yihadista (????????? ??????? ?????????), en realidad ataques asimétricos perfectamente organizados y propios de una guerrilla, de

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proporciones catastróficas, de claro impacto psicológico y de búsqueda de una notoria publicidad de carácter global, al ser vividos en directo por las televisiones de todo el mundo, como fueron los atentados acaecidos el 11-S en Estados Unidos, permitirían su reentrada triunfal en la esfera internacional. Y es que Al-Qaddafi pensó que, verdaderamente, «no hay mal que por bien no venga».

Hay que traer a colación el hecho de que los propios norteamericanos, ya en noviembre de 1999, detectaron cambios declarados como positivos en la actitud de Al-Qaddafi, entre otras razones por haber entregado a los dos sospechosos del atentado de Lockerbie, además de su interés inequívoco en participar en misiones de la ONU. A ello se añade que la Administración Clinton empezó a mantener conversaciones secretas con Libia a mediados de ese mismo año, revisando su política con respecto a ese país siempre que cumpliera las resoluciones de Naciones Unidas.

Al-Qaddafi transmitió su pésame al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y ofreció ayuda, cooperación e información sobre los posibles autores y sobre Al Qaeda (?????????) a través de sus servicios de inteligencia, sumándose así a la «Guerra contra el Terror» (Taheri, 2003), y afirmando que los Estados Unidos, como Estado, tenían todo su derecho a atacar y combatir a esos grupos e individuos terroristas y a quienes les hubieran dado su apoyo. Fue el primero en reconocer públicamente a Osama Bin Laden y a Al Qaeda como grupo criminal, al alegar haber sufrido un intento de asesi-nato por parte de dicho movimiento islámico extremista-terrorista (Pearl, 2003, y Zoubir, 2005).

Esa manifestación pública iba a tener una serie de respuestas políticas de carácter internacional inmediatas y beneficiosas para Libia, tanto por parte de Estados Unidos y de Reino Unido, como por parte de la comunidad internacional. Al-Qaddafi hacía diana con su particular decisión, puesto que la sociedad libia, en realidad, tanto sus élites como sus ciudadanos, pedían a su líder indiscutible un cambio de perspectiva para salir del ahogamiento y la asfixia a los que el país se hallaba sometido por la comunidad internacional (Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas) y, principalmente, por la presión ejercida por Estados Unidos.

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2. El estado libio de muammar muhammed al-qaddafi
2.1. Muammar Muhammed Al-Qaddafi

Nació en 1941 en el desierto libio de Sirte, en Misurata, proveniente de una tribu beduina nómada de pastores Qaddafa de origen muy humilde. De ahí precisamente el verdadero origen de su nombre, Muammar Muhammed AlQaddafi (?????????????? ???????????? ????????). En la cultura árabe, su nombre real es Muammar Mohammed, a lo que se añade su procedencia, en su caso «el de Qaddafa», es decir, proviniente de la tribu beduina Qaddafa.

No tuvo una adolescencia fácil, más bien todo lo contrario, a causa de los continuos movimientos de su familia, que se dirigía de un lugar a otro por la atmósfera nacionalista existente en la región de Sirte entre finales de 1950 y bien entrados ya los años sesenta. Aunque no asistió con regularidad al cole-gio hasta los 12 años de edad, sí llegó a graduarse en el instituto de Bengasi, y obtuvo una formación de carácter militar en el Instituto Militar de Bengasi (??????? ???????????? ?? ?????????) -Instituto Británico-, en el que ingresó en 1963 con 22 años de edad y se graduó con 25 años como oficial del Ejército (teniente) en el año 1965. Tras desarrollar su formación militar fue enviado a Reino Unido en 1966, y allí permaneció durante nueve meses adiestrándose en un programa de formación de la Royal Armoured Corps para oficiales del Ejército.

Se llegó a decir del joven oficial del Ejército, en relación a la breve estancia de nueve meses en Reino Unido, que fue allí donde observó «…una Inglaterra plagada de discriminación racial, conflictos de clase y anarquía moral…». Vivió una nueva experiencia de primera mano, y de sus observaciones sobre lo que para él era la vida occidental durante su estancia en Inglaterra, nació su decisión de mantener distancias sobre ese estilo de vida occidental, a su juicio decadente y que le marcaría de por vida. A su regreso a Libia, inspirado por la lectura del tratado revolucionario desarrollado por Gamal Abdel Nasser, La filosofía de la Revolución, que le había servido de ayuda a Nasser a la hora de incitar su rebelión en Egipto en 1952, urdió su particular plan. Organizó su propia rebelión al estilo nasserita, junto a otros jóvenes oficiales del Ejército libio y siendo la cabeza pensante del movimiento de carácter nacionalista denominado Oficiales Unionistas Libres (Monti-Balkaoui y Riahi-Belkaoui, 1996; Aawar, 1947; «Al-Qaddafi habla», 2009).

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Durante ese periodo fue descrito como «un individuo extraordinariamente inteligente», excéntrico e inquieto, dotado de gran capacidad de memoria, de un carisma excesivamente duro y muy superior al de otros oficiales militares. Ascendió tan rápido en el escalafón militar que obtuvo el rango de coronel del Ejército en tan sólo tres años, y logró ser tan organizado y acertado en todos sus esfuerzos en la organización que se ganó el apoyo de los tres batallones del Ejército libio.

En consecuencia, el 1 de septiembre de 1969 encabezó el golpe de Estado militar revolucionario contra el rey Idris I, junto a un pequeño grupo de mandos militares y aprovechando la ausencia del monarca en el país, que se hallaba sometido a un tratamiento médico en el extranjero. Desde ese momento, y como coronel, emergió como líder indiscutible y dio inició, presidiéndolo, al nuevo Consejo Militar Revolucionario, para seguidamente proceder al nombramiento de un nuevo gobierno en el país (Monti-Balkaoui y Riahi-Belkaoui, 1996; Aawar, 1947; «Al-Qaddafi habla», 2009).

Por lo que respecta a su entorno familiar, tuvo ocho hijos, y designó como su «sucesor legítimo» a su segundo hijo, Saif Al-Islam Al-Qaddafi (????????? ???????? ????), fruto del matrimonio con Safiyya Ferkash (Sofía), pro-occidental y reformista, licenciado en Ingeniería en Trípoli, máster en Economía en Austria y doctorado en Londres.

2.2. El régimen revolucionario del coronel Muammar Al-Qaddafi

Debe reseñarse que al asumir el liderazgo del país y al haber sido educado en la etapa de los años cincuenta, con la emergencia de tres escuelas políticas en el mundo árabe, optó por un régimen muy parecido al del presidente egipcio Nasser -al cual le unió una gran amistad-. Denominó a este proceso la egiptanización de Libia (?????? ????? ??????,), y se basó principalmente en tres aspectos: la libertad, el socialismo político y la unidad.

Sin embargo, una acción que marcaría su personalidad y su actitud revolucionaria e inequívocamente radical fue su inmediata determinación a hacerse con el dinero proveniente de la explotación de los recursos petrolíferos pertenecientes a las grandes compañías y empresas multinacionales extranjeras ubicadas en el país. En 1970 impulsó el control de las reservas petrolíferas bajo amenaza de rescindir las licencias de explotación, exigiendo

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que el 51% de todas las compañías extranjeras pasara a manos de ciudadanos libios. Logró influir en los países árabes productores de petróleo, y ello fue degenerando hasta la crisis energética de 1970, originada por un boicot político de los países productores de petróleo contra Occidente. Ante las reticentes negativas, en julio de 1973 nacionalizó todas las empresas y compañías extranjeras petrolíferas que operaban en el...

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