Inteligencia emocional y personalidad en estudiantes de magisterio

AutorJose Luis Antoñanzas, Natalia Larraz, PilarTeruel y Pablo Usán
Páginas171-176
— 171 —
Inteligencia emocional y personalidad
en estudiantes de magisterio
Jose Luis Antoñanzas, Natalia Larraz, Pilar Teruel y Pablo Usán
En los últimos tiempos, tanto profesores como educadores en general, han uti-
lizado la llamada inteligencia emocional en sus clases y en su quehacer diario como
objetivo de aprendizaje de sus alumnos. Dicho termino tiene su origen en investiga-
dores de los años veinte, como es el caso del propio Thorndike, y en investigadores
posteriores, como Weschler, en los años 40, hasta llegar a los ochenta con Gardner
y Sternberg, como máximos representantes. Pero serán Salovey, Meyer y Carusso
(2000), quienes hagan una definición más amplia del constructo. Para estos autores,
la IE, se puede entender en tres sentidos, por una parte hace mención a la disposición
y facilidad para relacionarse con las otras personas, y la capacidad para regular las
emociones individuales. Por otra parte hace referencia al control de todos los factores
de personalidad que contribuyen al dominio de la situación y al éxito, y por último,
para regular y manejar las emociones, pero no solo las propias, sino también las de
los demás.
La relación de inteligencia emocional y educación es un hecho contrastado. El
mayor conocimiento por parte del docente de desarrollo emocional de sus alumnos,
le permite tener una información muy valiosa de cara a saber cual es el estado de
bienestar de los mismos. Se ha demostrado, a través de la escala de Salovey y Mayer,
TMMS, que los alumnos depresivos se diferencia de los normales, en una menor pun-
tuación en la escala de claridad de las emociones, con lo que ello comporta para el
posterior rendimiento académico (Extremera y Fernández-Berrocal, 2003). Existen
también estudios, que demuestran como alumnos universitarios con mayores niveles
de inteligencia emocional se muestran menos ansiosos, tienen mas autoestima y uti-
lizan mas estrategias para solucionar los problemas (Salovey, Stroud, Woolery & Epel,
2002). En nuestro país se ha demostrado como la educación emocional repercute en
mejor clima de la clase, en un mayor rendimiento académico, y en una mejora de las
relaciones interpersonales (Teruel, 2000).

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