La propiedad inmueble y el Registro de la Propiedad en las sociedades antiguas, de Luis Fernandez del Pozo.

AutorJosé M. Piñol Aguadé
Páginas1396-1397

    FERNANDEZ DEL POZO, LUIS: La propiedad inmueble y el Registro de la Propiedad en las sociedades antiguas, Ed Colegio de Registradores de la Propiedad, Madrid, 1993.

La obra enunciada es singular, excepcional y honra tanto a su autor que a tenor de lo dilatado de su contenido -propiedad inmueble y publicidad registral en Egipto con amplias incursiones a Grecia- como su considerable bibliografía ha dedicado algunos de sus no excesivos años a la materia, como a la Editorial que ha tenido más en cuenta el valor de los estudios que intereses meramente materiales, mérito adicionable al de publicar una de las revistas jurídicas de más calidad y regularidad en nuestra patria. En España, donde salvo las escasas aportaciones del Maestro D'Ors, valiosísimas, y las contribuciones de Guillermo Tell, Ramos Foloués, don Jerónimo o generalidades de segunda mano, el tema constituía una laguna, el estudio de Fernández del Pozo adquiere la condición de hito o estela limítrofe, susceptible de completar la excepcional colección que acaban de publicar Murmane y Van Siclen en Londres, en 1993.

Fuera de nuestra patria si mucho es lo escrito sobre Egipto, su sistema jurídico y sus escribas (destacando la obra de Schlott, Munich, 1989), tampoco abunda lo registra!, aunque se conocen nombres de Registradores y auxiliares de la institución que ha detallado la Prosographia de Peremans. Pero, sobre todo, el tema de los escribas ha originado una literatura considerable, lo propio que la de la escritura que aparece alrededor del III milenio a. de C. en Elam y Egipto. Parece que la primera fue algo más antigua (tenemos un texto de Uruk del 3300), pero no hay que olvidar que aparte otras independientes -como las maya, china o la Vinca-Tordos de los Balcanes, que se emplaza en el V milenio- no es posible la existencia de un sistema de escritura ex nihilo y ex novo, como también hay que tener presente que algunas de las montañas en la que se encuadra Tebas poseen dibujos de avestruces y elefantes, resto de cuando El Sahara era una pradera verde o una selva que permitía a los hombres acechar a dichos animales. Hoy, Egipto, envuelto por desiertos, queda casi reducido al Valle del Nilo, que se abre en abanico en la región del Delta cubierta por los limos negros que ha arrastrado el Nilo, que fecundan tierras cuya titularidad había que restaurar después de las inundaciones con estelas, catastros y registros. Con la presa de Asuán todo ello ha quedado considerablemente...

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