Inmovilizado no financiero
| Autor | Marcos Antón Renart - Mercedes Palacios Manzano |
| Páginas | 271-302 |
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El Balance de Situación lo forma el Activo, Patrimonio Neto y Pasivo.
Dentro del Activo, las cuentas se clasifican en "Activo corriente" y en "Activo no corriente".
Este tema estudia el activo no corriente, también llamado inmovilizado no financiero.
El Plan General de Contabilidad actual informa que el Activo No Corriente "comprende los activos destinados a servir de forma duradera en las actividades de la empresa,
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incluidas las inversiones financieras cuyo vencimiento, enajenación o realización se espera habrá de producirse en un plazo superior a un año".
En este tema vemos el inmovilizado material, intangible y en curso. Además, se analizan las inversiones inmobiliarias (subgrupo 22) y los activos no corrientes mantenidos para la venta (subgrupo 58).
En el grupo 2 "Activo no corriente" se pueden encontrar las cuentas de esta área. Y acerca de sus normas de registro y valoración, éstas pueden verse desde la 2a (Inmovilizado material) a la 8a (Arrendamientos y otras operaciones de naturaleza similar).
Las inmovilizaciones materiales se definen como aquellos elementos del activo tangibles representados por bienes, muebles o inmuebles, excepto los que deban ser clasificados en otros subgrupos, en particular en el subgrupo 22 (inversiones inmobiliarias).
Tangible significa que se puede tocar.
Al estar incluidos en el grupo 2, activo no corriente, incluye activos destinados a servir de forma duradera
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en las actividades de la empresa. Estas cuentas del inmovilizado material quedan recogidas en el subgrupo 21, inmovilizaciones materiales.
Atendiendo a las normas de registro y valoración, la valoración inicial de los bienes del inmovilizado material:
• Será por su coste, ya sea por el precio de adquisición o por el coste de producción.
• Los impuestos indirectos que afectan estos bienes sólo se incluirán en el precio de adquisición o coste de producción cuando no sean recuperables directamente de la Hacienda Pública.
• Formará parte del valor del inmovilizado material, el valor actual de las obligaciones asumidas derivadas del desmantelamiento o retiro y otras asociadas al citado activo.
Ejemplo. La empresa ALFA compra una máquina nueva, estimando su vida útil en 10 años y que los costes de desmantelamiento serán, en su momento, a 800 euros (siendo el tipo de interés efectivo: 3% anual). La empresa incluirá como mayor valor de su máquina los costes estimados de desmantelamiento Coste del desmantelamiento = 800 x (1+0,03)"10 = 595,27 euros.
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• En aquellos inmovilizados que necesiten un periodo de tiempo superior a un año para estar en condiciones de uso, se incluirán en el precio de adquisición o coste de producción los gastos financieros que se hayan generado antes de la puesta en condiciones de funcionamiento del inmovilizado material y que correspondan a préstamos atribuibles a la compra, fabricación o construcción.
Si una empresa compra y paga a comienzos del ejercicio 2016 unas máquinas por 60.000 euros. Para ello recibe un préstamo a 1 año con una entidad financiera por este importe, con un interés del 10% anual nominal pagadero a los doce meses. Si la duración de la instalación de la maquinaria es superior al año, los intereses deberán contabilizarse como mayor valor de las máquinas.
El precio de adquisición incluye, además del importe facturado por el vendedor (después de quitar descuentos o rebajas en el precio), todos los gastos adicionales y directamente relacionados que se produzcan hasta su puesta en condiciones de funcionamiento; entre otros: gastos de explanación y derribo, transporte, derechos arancelarios, seguros, instalación y montaje.
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En cuanto a su valoración posterior, los elementos del inmovilizado material se valorarán por su precio de adquisición o coste de producción menos la amortización acumulada y, en el caso de que haya, el importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro reconocidas.
En referencia a las amortizaciones, se hará de forma regular, en función de la vida útil de los bienes y de su valor residual, atendiendo a la pérdida de valor que normalmente sufran por su funcionamiento, uso y disfrute, pudiendo considerarse también la obsolescencia técnica o comercial que pudiera afectarlos.
Así, cuando a 31 de diciembre contabilicemos la amortización haremos:
En referencia al deterioro de valor, se producirá una pérdida por deterioro del valor de un elemento del inmovilizado material cuando su valor contable supere a su importe recuperable.
Importe recuperable es el mayor importe entre su valor razonable menos los costes de venta y su valor en uso (el valor en uso, de forma muy resumida, es el valor actual
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de los flujos de efectivo esperados, teniendo en cuenta su estado actual).
La empresa evaluará, al menos al cierre del ejercicio si existe deterioro. Si a 31 de diciembre, el importe recuperable es menor que Valor contable
Y cuando las circunstancias que llevaron a contabilizar el deterioro hubieran dejado de existir, se reconocerán como un ingreso en la cuenta de pérdidas y ganancias.
Por último, los elementos del inmovilizado material se darán de baja en el momento de su venta o cuando no se espere obtener beneficios o rendimientos económicos futuros de los mismos.
Valor contable o en libros es el precio de adquisición menos la amortización acumulada y menos el deterioro de valor
Por ejemplo, en una venta de Inmovilizado:
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Son activos no corrientes inmuebles y que se poseen para obtener rentas, plusvalías o ambas, en lugar de para su uso en la producción o suministro de bienes o servicios, o bien para fines administrativos; o su venta en el curso ordinario de las operaciones.
Rentas es obtener dinero con su alquiler y plusvalías obtener dinero en su venta, al venderlos a un precio mayor al que se compraron.
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Las cuentas de este subgrupo aparecen en el activo no corriente del balance y, en la lista de cuentas las vemos en el grupo 2, subgrupo 22.
En cuanto a las normas de registro y valoración de las Inversiones Inmobiliarias son las mismas que para el inmovilizado material.
Por ejemplo, la empresa ALFA compra y paga 1.200.000 euros (el coste de los terrenos son 2/3 partes de esta cifra) el 1 de enero de 2013, por un local, como inversión, cuyo fin es alquilarlo.
La empresa amortiza 24.000 euros/anuales.
Al finalizar 2015, el cierre por traslado de un importante centro comercial cercano a nuestro local hace que éste sufra una pérdida de valor en el mercado de 84.000 euros.
El 1 de enero de 2016, la empresa vende el local a otra empresa por 1.200.000 euros de los cuales cobra por bancos 800.000 euros, quedando el resto pendiente de cobro a 6 meses.
Por la compra del local como inversión inmobiliaria:
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Por la amortización del inmovilizado en 2013, 2014 y en 2015:
Por el reconocimiento del deterioro de valor en 2015:
Por la venta:
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Los activos no corrientes mantenidos para la venta son activos fijos que han sido apartados del proceso productivo y van a ser vendidos a corto plazo.
La norma de valoración séptima establece que "la empresa clasificará un activo no...
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