Derecho Inmobilario Registral o Hipotecario, de J. M. García García.

AutorFrancisco Corral Dueñas
Páginas1467-1469

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    GARCÍA GARCÍA, J. M.: Derecho Inmobilario Registral o Hipotecario. Tomo I. Editorial Civitas, Madrid, 1988. Un tomo de 924 págs.

El ejercicio de la profesión de Registrador de la Propiedad es bastante más difícil de lo que externamente pueda parecer. La función de calificar está muy lejos de ser automática; si lo fuera, bastaría un ordenador para llevarla a cabo. Por el contrario, requiere unos conocimientos, un tacto, una profesionalidad en suma, que implican toda una preparación y un no menor cuidado para que sólo alcancen a gozar de la apetecida protección registral los derechos idóneos y no se «cuelen» en los asientos situaciones poco o nada jurídicas. Hay que saber el suficiente Derecho en sus distintas ramas, para después pasar por el arel del Derecho Hipotecario, todo ello como requisito imprescindible para poder calificar debidamente los actos que preienden la seguridad de la inscripción.

Los Registradores no son autómatas, sino profesionales jurídicos en toda la extensión de la palabra, cuyo prestigio ni siquiera es preciso ponderar, porque está generalmente reconocido. En su callada labor de cada día, en los más diversos Registros de España, cumplen su misión fielmente y con presteza, proporcionando al tráfico inmobiliario y mercantil la seguridad y la agilidad imprescindibles para nuestra época. Todos ellos, que inicialmente hubieron de superar la dura oposición de ingreso, manifiestan su talla de buenos juristas, llevando correctamente su Registro, que ya es bastante. Pero, entre ellos, hay otros que además exteriorizan esa especial preparación publicando libros y trabajos diversos que demuestran la valía de sus autores y manifiestan el ambiente doctrinal y de trabajo que es normal en la profesión.

Uno de estos profesionales prestigiosos y trabajadores es el autor de este libro que presentamos, José Manuel García García, que ingresó con el número 1 de la promoción de 1968, demostrando pronto con obras lo merecido de ese puesto, producto de una calidad y formación extraordinarias. Las páginas de las Revistas jurídicas en general y de las publicaciones peculiares del Colegio de Registradores están llenas de sus trabajos; hace poco más de un año ha publicado el Código de Legislación Hipotecaria y del Registro Mercantil que es una ordenación perfecta de toda esta normativa de utilización constante. José Manuel es siempre el compañero al que pueden acudir los demás que tengan alguna duda, en la certeza de obtener aclaraciones decisivas. Además, tenemos que destacar la sencillez con que actúa, sin dar a lo que hace la importancia que realmente tiene. Como dice de él otro compañero, el Registrador de Madrid Torres Bollaín, José Manuel incluso prescinde de toda «pedantería civilística» que a veces podría ser necesaria y escribe siempre en tonos comprensibles y con un lenguaje absolutamente claro.

Pero como no queremos seguir hiriendo la modestia natural del autor, vamos con el libro. El Derecho Hipotecario es difícil, árido y está en las alturas, es doctrinario y abstruso. Cosas así se oyen y leen a diario, pero son verdades a medias; carece de base la afirmación de que el Derecho Hipotecario está lejos de la realidad, que no es aplicable al caso palpitante, a la vida jurídica de cada día. Siete ejemplos, entre los siete mil o más posibles, extraídos de la realidad, sirven el autor, en el comienzo de su libro, para demostrar que el Derecho Hipotecario surge para resolver problemas de la vida jurídica real y no para ocuparse de meras Page 1468 apariencias conceptuales o formales. Al comprar un piso hay que averiguar si el trasmitente es el verdadero dueño y puede venderlo, saber si tiene hipotecas o cargas...

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