La inmigración y la inseguridad
| Autor | Miguel Becerra Domínguez; Salvador Iglesias Machado |
| Páginas | 159-166 |
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En el campo de la seguridad estamos viviendo un tránsito conceptual en el que se están renovando las actitudes, las percepciones, las legislaciones, los mecanismos de los Estados. Algunas de las profundas transformaciones sociales que se están produciendo en el planeta, han influido en la seguridad de forma negativa y, en ese momento, vinieron a coincidir los atentados terroristas del 11-S, 11-M y 7-J, que evidenció la vulnerabilidad de todas la sociedades, en especial las económicamente desarrolladas.
Estos países, hoy, se están replanteando las estrategias de seguridad, tanto por lo que se refiere a la macro-seguridad como a la micro y buscan los cambios en la concepción, la orientación de estas estrategias para adaptarse a la nueva era de la globalización y la revolución tecnológica y de las comunicaciones, que ha hecho, aún mayor, la vulnerabilidad de estas sociedades.
Lo cierto es que la actual inadaptación de los sistemas de seguridad y la percepción ciudadana de la sensación de inseguridad con el consiguiente miedo que va anidando en su seno, todo ello favorecido por el eco mediático que adquiere todo lo relacionado con la inseguridad, ha hecho que esta materia haya irrumpido en el debate político
Los gobiernos, por lo general, no aportan otra cosa que soluciones simples y represivas, independientemente del color del partido que representen, como el incremento de las plantillas policiales, la construcción de nuevos centros penitenciarios, el endurecimiento de las legislaciones penales, etc.
Los gobiernos europeos, que ya habían experimentado las políticas represivas en la década de los 80 del siglo pasado, representadas paradigmáticamente por la primer ministra del Reino Unido Margaret Thacher, parecen haberse olvidado del sonoro fracaso que obtuvieron y vuelven a ellas influidos ahora por la política de "Tolerancia cero", implementada en las ciudades de los EEUU. Es la ideología de la seguridad, de la aplicación del "ojo por ojo", de medidas muy básicas.
Según W. Bruggeman, un alto cargo de la Europol, la Unión Europea está cambiando hacia un crecimiento de criminales extranjeros y de grupos criminales. Y existe una confusión cada vez más evidente entre actividades legales e ilegales.
Estamos en pleno proceso de cambio ante desafíos básicos de la globalización, la individualización, revolución de género, los riesgos globales y la adaptación del sistema de seguridad a la nueva realidad.
Los ciudadanos, sobre todo en el mundo desarrollado, se concentran en las ciudades, que son, a la vez, espacio de riesgo y de seguridad. Pero la seguridad es mayor para los más pudientes y menor para los más desfavorecidos económicamente. La zonificaciónPage 160 de las ciudades, la bunquerización de las zonas de excelencia y la degradación de los barrios marginados, incide en la sensación de seguridad, acentúa las desigualdades y genera focos delictógenos. La densidad, la heterogeneidad, la interactividad, las desigualdades son parte de las causas de la inseguridad de las ciudades.
La confusión que producen los datos que emite el Estado a través del Ministerio del Interior y de la Fiscalía General del Estado, que no sólo no coinciden, sino que en ocasiones son antagónicos, unido a la falta de encuestas de victimización a nivel nacional que aproximen a la delincuencia real, hace que los ciudadanos se fíen más de su propia percepción de la inseguridad que de los datos, casi siempre tranquilizadores, que dan las autoridades gubernativas.
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En medio de esta situación en que la ciudadanía se ve afligida por las angustias que las transformaciones sociales conllevan, se dispara la inmigración legal e ilegal y los índices de extranjeros en las prisiones españolas se incrementan. Parece que el plato está servido para que sea devorado por aquellos que quieren sacar partido de una situación confusa. Es como si hubiéramos descubierto el chivo expiatorio causante de todos nuestros miedos, guiados por nuestros impulsos primarios y convicciones irracionales.Page 161
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El mecanismo psicológico de búsqueda del culpable y su demonización es fácil encontrarlo en los inmigrantes por ser distintos: de otra etnia, religión, cultura, país. Y se etiqueta en términos generales a los inmigrantes y aún más, se hace selección de ellos atribuyendo a determinadas nacionalidades especialidad en la comisión de delitos y les atribuyen los más peligrosos. Se asocia inmigrante a delincuencia, la inmigración con la inseguridad, pero se oculta que la droga se vende en las calles porque existe una fuerte demanda, que los tratantes de blancas sitúan a las mujeres en calles y garitos porque son reclamadas por hombres y que la inmigración ilegal es alimentada por la economía sumergida y empresarios sin escrúpulos se aprovechan de ella pagando sueldos por debajo de lo que exige la ley, ante la falta de control de las autoridades inmigratorias, de interior, de trabajo, etc.
La población reclusa de extranjeros pasó en España de estar formada por 18.343 al final de 2005, a 20.253 en la misma fecha de 2006. La población reclusa total es de 64.066, lo que significa un incremento de 4,5% con respecto al año 2005 (3.000 menos). El incremento de extranjeros fue de 9,4, mientras que los españoles alcanzó el 2,2%.
La población reclusa extranjera significa el 30,8% del total. Del total de la...
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