Inmigración: empleo e integración

AutorEduardo Rojo Torrecilla e Ignacio Camós Victoria
Cargo del AutorCatedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social - Profesor Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Páginas11-36

Este trabajo fue concluido con anterioridad a la entrada en vigor del RD 2393/2004, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Extranjería.

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1. Introducción
  1. Antes de abordar las materias objeto de este trabajo, deseamos formular algunas consideraciones generales sobre la inmigración para centrar más correctamente nuestra exposición posterior.

    En primer lugar, queremos destacar la importancia que está adquiriendo cuantitativamente la inmigración en España. Los datos aportados por la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, Sra. Consuelo Rumí, con ocasión de la presentación del Anuario Estadístico de Extranjería 2003, el día 17 de noviembre, nos indican que a 1 de octubre de 2004 residen legal-mente en España 1.854.218 extranjeros, siendo 1.213.799 inmigrantes extra-comunitarios, cuya procedencia otorga la primacía a Marruecos (349.032) y a continuación a Ecuador (197.198). La Comunidad Autónoma de Cataluña es la que mayor número de extracomunitarios acoge, en concreto 320.440.

    Sin referirnos ahora a la inmigración irregular, los datos aportados por la Sra. Consuelo Rumí en la presentación del Anuario, y que impactan sobre el empleo, son suficientemente significativos: la inmigración supone el 4’32 % del total de la población residente en España, el 6’29 % de los trabajadores afiliados a la Seguridad Social y el 4’39 % de los demandantes de empleo. En fin, también impacta el hecho de que el 12’32 % de los contratos registrados en las Oficinas de Empleo durante los nueve primeros meses del presente año fueron formalizados con trabajadores extranjeros (y no se olvide que nos referimos sólo a quienes se encuentran en situación regular).

  2. Los datos más destacados del Anuario Estadístico de Extranjería 20031son los siguientes:

    A 31 de diciembre de 2003 había en España 1.647.011 extranjeros con tarjeta o permiso de residencia en vigor, de los que 1.074.895 (65’26 % del total) estaban incluidos en el régimen general y 572.116 (34’74 %) estaban en el

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    régimen comunitario. Cinco Comunidades Autónomas acogían al 75’43 % de los extranjeros en España: Cataluña (383.938, 23’34 % del total), Madrid (355.035, 21’58 % del total), Andalucía (208.523, 12’68 %), Comunidad Valenciana (180.011) y Canarias (113.339). El 55’03 % eran varones y el 44’97 % mujeres, y la media de edad era de 34 años, con importantes diferencias entre continentes, ya que la edad media de los norteamericanos era de 45 años, 44 años para los nacionales del Espacio Económico Europeo y de Oceanía, 33 años para los europeos no comunitarios, 32 años para los iberoamericanos y asiáticos, y 29 años para los africanos.

    Por continentes, 24’68 % de los inmigrantes eran europeos del Espacio Económico Europeo, 9’36 % europeos no comunitarios, 26’29 % africanos, 31’26 % iberoamericanos, 0’98 % norteamericanos, 7’38 % asiáticos y 0’06 % de Oceanía.

    Con relación al mercado de trabajo, los datos de extranjeros en alta en la Seguridad Social en enero de 2004 ponen de manifiesto que el 56’66 % de ellos "se había incorporado por primera vez al mercado de trabajo español a partir de enero de 2001, lo cual muestra hasta qué punto es reciente la incorporación de trabajadores extranjeros al mercado de trabajo español. A pesar de ello, el 80’09 % de los trabajadores extranjeros tenían en esta fecha más de un movimiento de alta, es decir habían tenido más de un empleo en España" (página 72).

    Otro dato importante para el mercado de trabajo es que en el año 2003 se registraron 1.539.547 contratos con extranjeros en las Oficinas de Empleo, es decir el 10’50 % del total de contratos registrados, con un incremento de 212.980, un 16’02 %, sobre el año 2002. Trabajadores de seis nacionalidades agrupaban al 56’93 % de los contratos registrados, con un peso predominante de trabajadores marroquíes (21’50 % del total) y ecuatorianos (16’50 %), seguidos de colombianos, rumanos, italianos y peruanos. Por sectores de actividad, el 54’12 % de los contratos se formalizaron en el sector servicios, el 20’76 % en la construcción, el 18’37 % en el sector agrícola y el 6’75 % en la industria.

    A 31 de diciembre de 2003 figuraban inscritos como demandantes de empleo en las Oficinas del INEM (SPEE) 141.251 extranjeros, el 4’45 % del total de demandantes. Nuevamente Cataluña se encontraba en primera posición con el 23’14 % de los demandantes (de los que el 14’91 % del total se encontraban en Barcelona), seguida de Madrid con el 19 %, Comunidad Valenciana con el 10’11 % y Andalucía con el 9’50 %. Por provincias, destaca que tres catalanas tenían un porcentaje superior al 10 % de demandantes de empleo extranjeros sobre el total de demandantes en la provincia (Girona, 16’64 %; Lleida, 12’15 %; Tarragona, 11’67 %). Por nacionalidades, nuevamente Marruecos estaba en cabeza con el 24’15 % del total de demandantes, seguida de Ecuador (10’57 %) y Colombia (7’87 %). En fin, el 24’22 % de dichos demandantes recibían prestación contributiva de desempleo, el 9’07 % el subsidio por desempleo, el 1’14 % el subsidio agrario, y el 65’57 % no tenían derecho a ningún tipo de prestación.

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  3. También nos parece importante referirnos, desde un ámbito sociológico, a la perspectiva que tiene la ciudadanía sobre la inmigración, porque sin duda ello condiciona la tarea y actividad de las fuerzas políticas y sociales, con incidencia directa sobre las políticas sociales y de empleo. En el ámbito español los barómetros mensuales que efectúa el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) son un excelente termómetro para medir la incidencia de dicho fenómeno en la sociedad española, y en el último publicado, correspondiente al pasado mes de octubre y hecho público el 17 de noviembre2, la inmigración se situaba como el tercer problema más importante en España, después del paro y el terrorismo. Ahora bien, es importante reseñar que bajaba al séptimo lugar cuando los encuestados respondían a la pregunta de cuáles eran los tres problemas que les afectaban más directamente, situándolo después del paro, problemas económicos, vivienda, terrorismo, inseguridad ciudadana y "ninguno".

    En el ámbito de la Comunidad Autónoma en la que trabajamos, el Baró-metro de opinión de la Generalidad de Cataluña correspondiente también al mes de octubre de 2004 es muy ilustrativo y sugiere muchos elementos de refiexión. Los encuestados creen que la inmigración es el problema más importante que tiene Cataluña, seguido del paro y la precariedad laboral, del precio de la vivienda, de la inseguridad ciudadana y del coste de la vida, y creen también que la inmigración es el problema más importante en España. Ahora bien, cuando se les pregunta cuáles son los tres problemas que les preocupan más personalmente las respuestas son sensiblemente diferentes: el primer problema es el coste de la vida, seguido del paro y la precariedad laboral, el precio de la vivienda, la inseguridad ciudadana, y la sanidad, mientras que la inmigración se encuentra en el decimosexto lugar. Creemos que se trata, insistimos, de datos significativos sobre los que conviene seriamente refiexionar.

2. Primera parte immigración y empleo
  1. En el momento de efectuar una refiexión de alcance general, como es la que vamos a realizar sobre la realidad de la inmigración en relación con su presencia en el ámbito del mundo del trabajo, con especial atención a la realidad española, es obligado partir del conocimiento previo de algunos datos muy significativos.

    En primer lugar, y con datos muy recientes, la foto de los afiliados extranjeros a la Seguridad Social a 30 de noviembre de 2004 es también suficientemente expresiva de la importancia que tienen en el mercado de trabajo español, con un total de 1.100.272 (6,34 % del total de afiliados); son trabajadores comunitarios 255.289, y trabajadores no comunitarios 884.893. En variación interanual se ha producido un incremento del 14’50 %, siendo mayor el de

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    los comunitarios (20’76 %) que el de los extracomunitarios (12’73 %). A 30 de septiembre, el porcentaje de afiliados extranjeros en cada régimen, sobre el total de afiliación era el siguiente: general, 5,97 %; autónomos, 4,19%; agrario, 9,94%; mar, 5,02%; carbón, 4,59%; hogar, 40,73%.

    En segundo lugar, y como dato de alcance más general pero que puede ponerse perfectamente en relación con el mercado de trabajo, según información oficial de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, de 1996 a 2003 las oficinas consulares expidieron un total de 4.867.937 visados, de los que el 80,38% fueron visados de estancia, el 15,98 % visados de residencia, el 3,46% visados de tránsito territorial y el 0,16 % visados de tránsito aeroportuario.

  2. Pasamos a continuación a examinar, desde una perspectiva más general y de alcance internacional, algunas cifras y datos estadísticos que facilitan una mejor comprensión del fenómeno migratorio.

    A escala mundial los documentos emanados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cifran el número total de migrantes en todo el mundo en 175 millones en el año 2000, es decir alrededor del 3 % de la población mundial, frente a los 154 millones que era la cifra con que se trabajaba en el año 1990. En concreto, un estudio de la División de Población de la ONU sobre la inmigración en el mundo, hecho público el 28 de octubre de 2002, indicaba que esa cifra incluye tanto a los migrantes documentados como a los indocumentados y a los refugiados, y que a finales del año 2000 una de cada diez personas que vivían en las regiones más desarrolladas de planeta era migrante, reduciéndose la cifra a una de cada setenta personas en los países en desarrollo.

    En el ámbito laboral, y también a escala mundial, según estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al iniciarse el nuevo milenio se...

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