Informe sobre la ley de envases y residuos de envases de 24 de abril de 1997
| Autor | Mº del Rocío Brehmer Dávila |
| Páginas | 93-103 |
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La importancia cada vez mayor que las cuestiones medioambientales han adquirido en nuestros días, tienen como consecuencia el nacimiento de nuevas normativas destinadas a solucionar los problemas que surgen o se recrudecen en el sector ambiental. Este es el supuesto de la nueva Ley de Envases y Residuos de Envases de 24 de Abril de 1997, cuyo origen responde a unos objetivos concretos entre los que destacamos: la prevención y reducción de esta parcela de residuos, que ostenta un alto porcentaje de los residuos sólidos urbanos generados en los diferentes núcleos de población. Los envases y embalajes adquieren cada vez mayor protagonismo. Actualmente se está produciendo un aumento considerable de estos y, por ende de sus residuos 1.
Entre las tendencias que están provocando un incremento en la producción de envases podemos citar: los fenómenos acaecidos en la población -por un lado la disminución de personas por familia y, por otro la proliferación de personas mayores de 65 años- determinan, un mayor número de envases con menor cantidad y envases de fácil apertura -respectivamente-. La incorporación de la mujer al mundo laboral implica -de igual modo- una mayor utilización de comidas preparadas y envasadas y, por último, el avance tecnológico, facilita la aparición de nuevos tipos de envases que pueden ser calentados, etc..
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Se deben distinguir dos momentos en la vida del envase; en un primer momento los envases cumplen la función de protección del producto que contienen en su interior facilitando así su transporte y llegada en óptimas condiciones al consumidor final esto, añadido a que la creciente expansión urbanística hace que los centros y fábricas de producción se encuentren alejados del último receptor justifica la importancia de un buen envasado en este período 2.
Sin embargo, una vez cumplida esta función se considera a los envases y embalajes como materiales superfluos, inservibles y sin ninguna posibilidad de reutilización. Es en este momento donde es necesaria una toma de conciencia; los envases representan un volumen considerable de los residuos generados que les convierte en elementos de interés.
Con el fin de comprender la importancia del sector del envase y del embalaje en nuestro país, podemos señalar, que anualmente se producen 50.000 millones de envases lo que, expresado en peso, supone una producción de 6.6 millones de toneladas. De esta cantidad, el consumo real, según los datos más fiables alcanza los 5.5 millones de toneladas 3. En nuestro país los residuos de envases y embalajes suponen un 33 por 100 en peso o un 40 por 100 en volumen de los residuos sólidos urbanos generados, porcentajes similares a los de la Unión Europea.
En el ámbito europeo, la puesta en marcha del Mercado Único y las nuevas normativas relativas a envases y residuos de envases han cambiado de forma absoluta la fabricación y el uso de estos elementos en todos los sectores del comercio intracomunitario. Poco a poco, diferentes países como Alemania o Francia 4 vieron la necesidad de reducir este tipo de residuos así como las posibilidades de reutilización y reciclado con objeto de conseguir ventajas y beneficios en el entorno vital. Todas estas circunstancias motivaron en su día el nacimiento de la Directiva comunitaria 94/62, relativa a los envases y sus residuos y, posteriormente- como consecuencia de la transposición de la normativa comunitaria a nuestro Ordenamiento- surgió la Ley de Envases y Residuos de Envases de 24 de Abril de 1997. No cabe duda, de que la magnitud de estos residuos, justifica plenamente la necesidad de medidas legislativas y técnicas tendentes a su reducción, eliminación y reutilización; creando esa necesaria conciencia ecológica que reclama esta materia, evitando así problemas no solo a nivel ecológico, sino económicos, logísticos y de convivencia social.
La Ley de Envases y Residuos de Envases tiene como punto de partida la transposición al Ordenamiento español de la Directiva comunitaria 94/62 referida a esta materia. La Directiva, persigue como objetivo fundamental la armonización de las diversas medidas nacionales existentes en este sector; con el fin de reducir el impacto ambiental que producen los envases y sus residuos, para ello establece una serie de requisitos y condiciones que deberán observarse por los diferentes Estados miembros a la hora de elaborar sus correspondientes textos normativos.
Con anterioridad a la Ley de Envases, la actividad normativa en nuestro país en esta concreta parcela fue escasa. Podemos citar, no obstante, la Ley 42/1975 sobre Residuos y Desechos Sólidos Urbanos que no contiene pronunciamientos específicos acerca de los residuos de envases, reconduciéndose estos últimos al régimen común establecido en la Ley. Mucho más concreto resulta el Real Decreto 319/1991 que incorpora al Derecho interno español la Directiva 85/339 CE. relativa a los envases para alimentos líquidos, este Real Decreto no obtuvo -sin embargo- una aceptación satisfactoria por parte de los agentes económicos implicados en el sector y ha sido posteriormente derogado por la actual Ley de Envases.
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Podemos citar también como importantes antecedentes dos Ordenes Ministeriales de 31 de diciembre de 1976 y 16 de Julio de 1979 (modificadas por otras dos de fecha 30 de Noviembre de 1981), en las que se establecen las garantías obligatorias en la comercializa ción de envases y embalajes de cervezas y bebidas refrescantes y de aguas de bebida envasada respectivamente. Estas dos órdenes influirán más tarde en la futura Ley de Envases.
Por último, cabe mencionar la propuesta que el Presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la CEOE envió -el 9 de Octubre de 1992- al entonces Secretario de Estado para las Políticas del Agua y el Medio Ambiente con el fin de fomentar un acuerdo voluntario entre las Administraciones Públicas y las Organizaciones Empresariales involucradas, con objeto de elaborar un sistema de recuperación de residuos, no obstante, todos estos intentos quedarían paralizados a ja espera de una ley que regulase la materia de forma individualizada.
En primer lugar, puede ser interesante señalar a título ilustrativo algunas notas de la memoria que justifica las razones económicas de elaboración de la Ley y, el dictamen del Consejo de Estado al respecto. Sin duda alguna, es necesario reducir el volumen de residuos siendo ésta una condición necesaria del crecimiento sostenible.
La gestión de los envases y de los residuos de envases, debe procurar la prevención de la producción de residuos de envases, así como la reutilización de los envases en la medida que sea posible, y el reciclado y otras formas de valorización de los materiales con los que están construidos, logrando así, la reducción de las cantidades de estos residuos destinados a la eliminación final. La aplicación de los objetivos y medidas propuestas en la presente norma -memoria justificativa económica que acompaña al Proyecto de Ley- suponen cambios importantes en el sistema de gestión tradicional de los residuos, por lo que será necesaria su progresiva adaptación mediante la creación de instalaciones de aprovechamiento y reciclado. La implantación progresiva de las nuevas medidas supone modificaciones en los hábitos y actuaciones de los ciudadanos y de la Administración, siendo necesario campañas informativas y de concienciación. La puesta en aplicación de esta norma incide favorablemente en la creación de un mayor número de empleos tanto directa como indirectamente, como consecuencia de las inversiones necesarias en nuevas infraestructuras. Por lo que respecta al informe del Consejo de Estado sobre el Proyecto de Ley de Envases, éste se manifiesta conforme con el mismo: «El contenido de la norma consultada se considera conforme a la Directiva en que se funda. Se limita a incorporar de forma fiel sus extremos y a desarrollar los medios para su aplicación».
Breve referencia a la Tramitación Parlamentaria de la Ley El Proyecto de Ley se tramitó de acuerdo con el procedimiento de urgencia, su fundamento se encuentra en las siguientes razones:
* El plazo para llevar a cabo la incorporación de la Directiva 94/62 a nuestro Ordenamiento había vencido el 30 de Junio de 1996, por lo que la transposición al Derecho español debía ser lo más rápida posible.
* En segundo lugar, en España -al igual que en el resto de países europeos- los envases y sus residuos aumentan de manera progresiva y alarmante.
* En tercer lugar, ya existían Estados miembros que habían realizado normativas en este ámbito- recordemos los ejemplos de Alemania y Francia.
En este punto, nos centraremos únicamente en las cuatro enmiendas presentadas a la totalidad -dos de ellas con texto alternativo (una del Grupo Socialista y otra del Grupo Federal de Izquierda Unida- Iniciativa por Catalunya, IC), y...
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