Inclusión de fincas en el Registro de Solares: sus causas, de A. Ortega García.
| Autor | José María Chico Ortiz |
| Páginas | 453-455 |
ORTEGA GARCÍA, A.: Inclusión de fincas en el Registro de Solares: sus causas. Editorial Montecorvo, S. A. Madrid, 1974.
Creo que lo que me está sucediendo con la presente publicación le debe de haber ocurrido a muy poca gente: ser parte y juez. Me explicaré. Por parte entiendo aquella persona que «comparece» en una publicación bajo algún título y con alguna finalidad. Notarialmente ya sé que parte y compareciente son dos conceptos diferentes, pero aquí-mutatis mutan-di-podemos partir de esa equiparación. En la publicación comparezco como prologuista. Creo que fue Quevedo quien definió el prólogo como «un delantal», que debe ser entendido no como lo que protege al libro, sino lo que «va delante» del libro. Pero al mismo tiempo que parte y com-Page 454pareciente, soy juez, buen juez, al hacerme cargo de esta recensión, en la cual debo ofrecer una versión del contenido de la obra y el juicio crítico de la misma, convirtiéndome así en la espalda de la misma, entendiendo por tal lo que va detrás de ella.
La Editorial Montecorvo, estrechamente vinculada con los problemas urbanísticos, tuvo el gran acierto de sacar a la luz esta obra, de un práctico urbanismo, que afronta el problema singular de la inclusión de fincas en el Registro de Solares. Por razones difíciles de explicar me encontré un buen día con la «necesidad» de estrenarme como prologuista de libros, y eso, que supone la gran tentación para el que tiene la «manía» de escribir, provoca arduos problemas si el tema no se domina, si no se ha leído uno el libro intensamente y si no acierta con los adjetivos elogiosos que el autor de todo libro siempre merece. Por fortuna, de esa singladura salí bastante bien parado, como lo demuestra la cariñosa dedicatoria que campea en el ejemplar que me envió el autor.
Vamos con la publicación, que es lo que de verdad interesa al lector de recensiones. El trabajo, producto de unas experiencias que el autor ha tenido en su labor ministerial y urbanística, se estructura en dos grandes partes, que son las que nos van a servir para hacer estas notas. Decía en mi prólogo que la trayectoria sistemática empleada por el autor es muy fácil para el lector, ya que se caracteriza por responder a tres etapas escalonadas, que partiendo de la Ley y el Reglamento de Solares y pasando por la Ley del Suelo, culmina en el Reglamento de Edificación Forzosa y Registro Municipal de Solares. Cobran, sin embargo, mucho relieve las llamadas por el autor cuestiones...
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