In memoriam

AutorJosé Poveda Díaz
CargoDecano del Colegio de Registradores
Páginas1517-1522

Page 1517

Carlos Hernández Crespo

Carlos ha muerto. Para los que ya somos antiguos como Registradores no haría falta decir más; pero hoy en nuestra carrera predominan los jóvenes y quizá algunos no lo han conocido, o no lo han conocido suficientemente; de aquí estas líneas.

Carlos fue el gran reformador que necesitábamos los Registradores. Un hombre de una visión política, científica y humana poco comunes. Su amor por el Cuerpo era tan grande que fue el que primero se dio cuenta de que teníamos que emprender, desde dentro, una reforma en profundidad. Y, como él era así, creó aquel lema que ha sido el «leit motiv» de los Registradores en los últimos diez o doce años: «Un Registro abierto a la sociedad» Dándose cuenta de ello, «embarcó» al Cuerpo en la Asamblea de Barcelona, ante la sonrisa escéptica de los «tradicionales». Si hubiera fracasado en aquel empeño, algunos hubieran dicho que se lo esperaban. Pero no fue así. El Cuerpo le siguió con práctica unanimidad porque predicaba lo que hacía, lo que era justo, y porque, sin decirlo, vio en él la «madera» de un líder.

Y es que lo era, aunque a primera vista pudiera parecer lo contrario. Ha sido una de esas personas que, en principio, resultaban indiferentes físicamente, pero que, en el momento en que se empezaba a escucharle, se daba uno cuenta de su enorme sabiduría, su humanidad y su contagiosa hombría de bien.

Querer describir las virtudes de Carlos es inútil y, además, arriesgado, porque, al final de todo artículo, el lector se encontrará con que podrían escribirse muchas más aludiendo a las múltiples facetas de la personalidad de Carlos.

Al decir esto, podría el lector pensar que Carlos era un hombre complicado; nada más lejos de la realidad. Si hay una definición para Carlos, ésta debería ser: un sabio sencillo. Su sabiduría era impresionante. Los Page 1518 primeros compañeros que tuvieron contacto con él cuentan cómo le llamaban frecuentemente para que les diera noticia de aquella Sentencia o aquella Resolución que solucionaba su problema. Pero es que, además, respondía con un «mírate a ver si...» que solucionaba la cuestión sin aparecer él como causa de la solución.-

Carlos comprendía todo, comprendía muy deprisa y tenía una lucidez mental que impresionaba porque añadía a su cualidad de gran jurista un realismo apabullante. Cuando en una persona se unen sabiduría, realismo y bondad, es imposible de describir; por ello estas líneas no son sino simples retazos de lo que ha sido su...

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