Imposición de la Gran Cruz de la Orden de S. Raimundo de Peñafort al Profesor Antonio Beristain Ipiña

Páginas467-470

JUSTICIA RESTAURATIVO-AGAPICA, NO VINDICATIVA

(Palabras de agradecimiento al recibir la Gran Cruz de S. Raimundo de Pe&ntildeafort)

ANTONIO BERISTAIN, S. J.

Catedr&aacutetico Em&eacuterito de Derecho Penal San Sebasti&aacuten

Ante todo gracias y Agur Jaunak, bienvenidos se&ntildeores al PaÌs Vasco, que tanto amamos, por m&uacuteltiples motivos, y que se honra con vuestra visita, como m&aacuteximas autoridades de nuestra Justicia. Hoy, 12 de julio, hace cuatro a&ntildeos, a esta hora, en esta sala, clausur&aacutebamos el Curso de Verano sobre CriminologÌa. Hablaba el Rector de la Universidad de Granada y pedÌa a E.T.A. que no asesinaran a Miguel Angel Blanco...

Esta condecoraci&oacuten que nos hab&eacuteis entregado, Excmo. Sr. Presidente, deseo dedicarla a las vÌctimas del terrorismo. Nos duele que ellas no puedan estar jam&aacutes entre nosotros. Cada dÌa nos resulta m&aacutes imposible olvidarlas. &iexclEllas sÌ merecen &eacutesta y mayores condecoraciones! Nos superan en calidad. ´Han dado la vida para que otros vivan o para que vivan con dignidad; han realizado la Justicia con plenitud de significadoª, en formulaci&oacuten de E. RUIZ VADILLO. Son lo mejor de nuestra sociedad. Por eso nos apoyamos en su ejemplo y rememoramos su doctrina.

Desde un hondo respeto y cordial agradecimiento intento comentar, ahora, cuatro sentimientos: qui&eacutenes somos los destinatarios de esta condecoraci&oacuten, su mensaje de justicia restaurativo-ag&aacutepica no vindicativa, a qui&eacutenes se la agradecemos, y qu&eacute prometemos mirando al ma&ntildeana.

El principio jurÌdico de responsabilidad universal compartida nos patentiza que la persona es referibilidad a otras personas, como la rama y la hoja son referibilidad al &aacuterbol. Ninguna hoja cae del &aacuterbol si las dem&aacutes verdean. Todos somos corresponsables, m&aacutes o menos, de lo que hacen nuestros conciudadanos. Por eso afirmamos que nadie delinque solo. Y tambi&eacuten cabe decir que ninguna persona merece ella sola tal o cual condecoraci&oacuten. Esta Gran Cruz de San Raimundo de Pe&ntildeafort honra, m&aacutes que a A. BERISTAIN, a las muchas personas -sin fronteras geogr&aacuteficas ni polÌticas- que durante largos decenios han navegado y navegan con &eacutel en el mismo velero criminol&oacutegico y victi-mol&oacutegico, comprometido en el desarrollo de los derechos humanos.

Estas personas son las destinatarias de la Gran Cruz: personas acad&eacutemicas, de...

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