La implantación del ECTS: reflexiones para después de una larga experiencia

AutorAgustín Galán García; Elena Rama Matías
CargoDecano de la Facultad de Ciencias del Trabajo Universidad de Huelva; Profesora del Departamento de Economía General y Estadística Facultad de Ciencias del Trabajo. Universidad de Huelva
Páginas119-138

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Todas las reformas universitarias en todos los países civilizados del mundo, incluso el nuestro, son reformas externas, que solo se dirigen a acomodar la institución a las crecientes exigencias del tiempo presente, olvidando casi en absoluto el tiempo universal de la universalidad. La Universidad actual no puede elaborar alta cultura; y su ideal es la formación del tipo medio y mediocre. En vano se formularan leyes para su organización, pues la cuestión universitaria no es cuestión de leyes, sino de cultura superior, de conciencia docente, de disciplina académica. Hasta ahora ninguna de las reformas universitarias ha llegado al fondo de la cuestión. Solo se han hecho reformas aparentes, que se limitan a mudar el nombre de las asignaturas, a cambiarlas de lugar y de curso, o modificar la duración de los estudios. La Universidad española no es más que un órgano burocrático reglamentado.

Royo Villanova, R. (1933)1

. Educar para la vida es educar para un mundo en el que nada nos es ajeno. La educación se ve necesariamente obligada a replantear sus metas y a revisar sus contenidos.

Gimeno Sacristán, J. (2001)2

1. Introducción

En el 2007 salieron de nuestras aulas los primeros alumnos formados íntegramente bajo la filosofía del ECTS y, aunque tratar de reflejar en unos folios el trabajo realizado a lo largo de más de cuatro cursos académicos, por profesores y alumnos, resulta poco menos que imposible, nos parece muy oportuno realizar un análisis retrospectivo; máxime si tenemos en cuenta que la implantación definitiva del sistema que dimana del proceso de convergencia hacia la creación de un Espació Europeo de Educación Superior está tan solo a unos meses vista.

En la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Huelva dos han sido las claves del proceso:

* Una apuesta clara y decidida por la innovación docente. Desde el equipo decanal del centro siempre se ha optado por liderar los procesos de cambio, con el objetivo de lograr una oferta docente de calidad y diferenciada. De esta forma, cuando las propuestas de innovación parten del centro y Page 120 cuentan con el refrendo de los órganos de gobierno correspondientes, no caben excepciones para su aplicación y las garantías de éxito son mayores.

* El trabajo como equipo docente. Este es uno de los mayores logros del nuevo modelo. La experiencia nos ha demostrado que el trabajo colaborativo enriquece considerablemente el propio desarrollo del proceso, tanto a nivel grupal como individual. Cuando el grupo de profesores responsable de un curso o de una titulación trabaja con unos objetivos claros y de una manera coordinada, la coherencia entre los objetivos del programa formativo y su desarrollo se convierte en un claro atractivo para los docentes, que además es percibido y muy bien valorado por los alumnos.

2. Un contexto favorable para la experiencia piloto (2003-2004)

La Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Huelva, asumió la coordinación del Proyecto Piloto para la implantación del crédito europeo en la Diplomatura en Relaciones Laborales en Andalucía en el año 2003. Este proyecto debía materializarse en la elaboración de una guía común para la titulación y una guía adaptada para cada universidad, en la que se tuvieran en cuenta las diferencias existentes entre los distintos planes de estudio. Además, el proyecto fijaba el inicio de la implantación del sistema propuesto en los primeros cursos de cada titulación en octubre de 2004, y en los siguientes años académicos en los sucesivos cursos. De los nueve centros que comenzamos aquel itinerario incierto, sólo dos continuamos con la implantación efectiva. El contexto particular de cada uno de ellos y la insuficiencia de las medidas de apoyo fueron determinantes para que la mayor parte de los centros no emprendieran aquella aventura. En lo que se refiere al contexto de nuestra facultad, podemos destacar tres hechos del curso 2003-2004 que determinaron nuestra participación en el desarrollo de la experiencia. Por un lado participamos en la convocatoria de la ANECA para el diseño del Libro Blanco de Relaciones Laborales y Ciencias del Trabajo, alcanzando un alto consenso tras un trabajo riguroso y participativo. Nuestra implicación en las sesiones de trabajo y los resultados del proceso, como la definición del perfil de los egresados y el establecimiento de las competencias profesionales a alcanzar, fueron especialmente útiles para la puesta en marcha del proyecto pi-loto3. Por otro lado, un grupo de profesores del centro participaba en un proyecto de la UCUA (actualmente AGAE) de formación del profesorado, orientado a implantar el sistema ECTS en la modalidad virtual de la Licenciatura en Page 121 Ciencias del Trabajo. Y además, la participación en el Proyecto Piloto para la implantación del ECTS suponía una oportunidad para poner en práctica el plan de mejora, elaborado a partir de los puntos débiles que el proceso de evaluación institucional de la Diplomatura en Relaciones Laborales, llevado a cabo por la ANECA, había puesto de manifiesto4.

En este escenario, con los responsables del centro y un buen número de profesores implicados de lleno en un proceso de cambio orientado hacia una mejora de la calidad docente, comenzamos la elaboración de la guía académica de la Diplomatura en Relaciones Laborales de la Universidad de Huelva con el propósito de ponerla en práctica en el curso siguiente.

2.1. La elaboración de la guía docente

En la elaboración y redacción de la parte general de la guía, referida a información relativa a la titulación, tuvimos en cuenta el libro blanco presentado a la ANECA y los resultados del trabajo sobre los contenidos de la guía común para la titulación en Andalucía.

Para la elaboración de las fichas docentes de cada una de las asignaturas, seguimos el formato común propuesto por el Proyecto de Experiencias Piloto para la implantación del ECTS en Andalucía. La ficha ECTS de cada asignatura es mucho más que el tradicional programa, ya que además del temario, la metodología, los criterios de evaluación y la bibliografía recomendada, incluye los objetivos de la materia en términos de las competencias a desarrollar, la programación de las distintas actividades teóricas y prácticas a realizar durante el curso (cronograma) y un desglose de la carga de trabajo que cada tipo de actividad supone para el alumno.

Este trabajo de elaboración de las fichas docentes, correspondió a los profesores responsables de cada una de las asignaturas de primer curso. Como la guía docente es única para cada asignatura, en esta primera fase fue necesaria la coordinación del profesorado que compartía docencia. Sin embargo, el gran cambio venía impuesto porque la experiencia piloto exigía reducir el número de horas dedicadas a la enseñanza teórica y práctica, para dedicarlas a organizar distintos tipos de actividades académicas dirigidas (AAD) para los alumnos, con el fin de que los estudiantes sean capaces de gestionar su autoaprendizaje, y de utilizar los conocimiento adquiridos en escenarios relacionados con el ámbito personal y profesional.

La necesidad de coordinar las distintas AAD propuestas por cada una de las asignaturas, de forma que el cronograma general del curso completo fuera equilibrado, Page 122 racional y coherente, dio lugar a un verdadero trabajo como equipo docente. Es más, este equipo docente no sólo ha logrado consenso en aspectos tan importantes como el fomento de la acción tutorial, la homogeneización de los criterios de evaluación, la organización temporal y espacial de las AAD, la coherencia de las competencias sobre las que trabajar, etc., sino que, como ya hemos señalado, se ha convertido en uno de los pilares básicos para el éxito de la experiencia.

3. Comienza la experiencia piloto (2004-2005)

En el momento de su puesta en práctica, el sistema ECTS no resultaba menos novedoso para los alumnos que para el profesorado en la fase anterior. Por ello, consideramos fundamental hacer llegar al alumnado un mensaje claro y único sobre los objetivos del proyecto y sus implicaciones metodológicas. Con este fin, antes del comienzo del periodo lectivo, se les hizo una presentación formal del proyecto.

Las reticencias iniciales de los alumnos repetidores o de los que compaginaban su vida laboral con la universitaria, ante un sistema que conlleva un seguimiento continuo del trabajo del alumno a lo largo del curso, se solventaron gracias, por un lado, a la unanimidad del equipo docente en hacerles llegar el mensaje de que la participación en la experiencia piloto era una apuesta del centro a favor de la mejora del rendimiento académico y de la calidad docente y, por otro, a la habilitación de un sistema alternativo que mantenía lo tradicional y lo limitaba exclusivamente a los que justificaban su actividad laboral. Este hecho nos venía impuesto también por la propia normativa universitaria; recordemos que la experiencia piloto tenía que convivir tanto con los planes de estudio como con el marco legislativo existente.

A lo largo del curso, la Comisión de Seguimiento de la Experiencia Piloto, formada por los responsables del centro, el profesorado de primero y representantes del alumnado, sirve de foro en el que compartir experiencias, exponer las dificultades encontradas, presentar y debatir propuestas de mejora, conocer con más detalle lo que hacen los demás colegas, el grado de receptividad de los alumnos a la propuesta, etc.

Por otro lado, la evaluación de la...

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