Las ideas políticas

AutorAntonio M. García Cuadrado
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho constitucional
Páginas180-206

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112. Planteamiento. Se trata ahora de sin exponer, al menos a grandes rasgos, las diversas formas de entender la función y los fines de la acción política, o como se ha venido en llamar las doctrinas sobre el gobierno del

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Estado36. Las ideas políticas son concepciones globales del hombre y de la sociedad, cosmovisiones, que se proyectan en la acción política y en programas políticos bastante similares de partidos y movimientos políticos de los cinco continentes. Naturalmente aquí estudiaremos las líneas fundamentales de cada una de ellas, pero advirtiendo que en su plasmación real las variantes son numerosísimas y que difícilmente en la vida real dos partidos políticos de Estados diferentes presentarán idénticos caracteres ideológicos, pues la historia y la sociedad de cada país condicionan la interpretación y aplicación de las ideas políticas37abstractas en una realidad concreta. Analizaremos sucesivamente el liberalismo, el totalitarismo marxista, el totalitarismo nacionalista, la socialdemocracia o socialismo democrático y la democracia cristiana.

4.1. El liberalismo

113. Presupuestos. la palabra liberalismo tiene diversos campos de aplicación. Ante todo puede hablarse de un liberalismo antropológico, otro económico y otro estrictamente político. Mientras el primero se basa en el individualismo, la creencia en la espontaneidad social y el igualitarismo teórico entre los hombres38, el liberalismo económico pone el acento en la sagrada inviolabilidad del derecho de propiedad y por tanto en la desaparición de cualquier limitación legal al mismo, por lo que se ha considerado como la base ideológica del sistema económico capitalista.

Centrándonos en el significado político, en general cabe decir que se denomina liberal a cualquier ideología política que, ensalzando el individualismo y en ocasiones el egoísmo, incluso el hedonista, considera sin embargo necesario el Estado, al que asigna como función esencial la protección de la libertad de las personas, y al que encomienda una intervención mínima en la vida de la sociedad. El liberalismo pretende siempre una ampliación máxima del campo de la libertad del individuo y de los grupos intermedios, sin injerencias del Estado que no sean las imprescindibles para garantizar las libertades de los demás. El único límite que reconoce, pues, a la libertad personal es el del respeto a los derechos y a la libertad ajena. liberalismo no es igual a

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democracia, ni en las ideas ni en la historia, pero indudablemente una aplicación continuada de posiciones liberales termina desembocando en un sistema más o menos democrático39.

Según se cree, el liberalismo surgió como consecuencia de las guerras de religión que asolaron Europa en el siglo xVII, de las que nació un sentimiento de hartazgo por la intolerancia religiosa y el deseo de que se aceptara el pluralismo religioso y el derecho de cada persona a profesar las creencias que considere verdaderas. De ahí que para el liberalismo adquiera un valor central la tolerancia40, en particular la religiosa, y en general la referida a todos los comportamientos sociales de las personas41.

En todo caso, se habla de dos etapas en el liberalismo: la versión clásica de los llamados filósofos radicales (que dio lugar a partidos políticos de centro denominados paradójicamente así, “radicales”)42y la de revisión y modernización del liberalismo, bajo el nombre de neoliberalismo, que constituye una respuesta a lo que se ha considerado una excesiva intervención del Estado en la vida de los particulares durante el desarrollo del Estado social de Derecho.

114. Principales autores. El liberalismo económico arranca con Adam smith (1723-1790) y encuentra en David ricardo (1772-1823) su máximo defensor: la intervención del Estado en la economía debe ser la mínima posible (laissez faire, laissez passer, que procedía sin embargo de los fisiócratas), garantizando la libertad de empresa que será la que, actuando sin injerencias estatales y en virtud del egoísmo humano, irá creando riqueza y con el tiempo tenderá a la igualación social.

Con precedentes en John locKE (1632-1704) y David humE (1711-1776) principalmente, el liberalismo filosófico o antropológico tiene como principal

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referente a Jeremy bEntham (1748-1842), británico como los dos anteriores. Defendió el utilitarismo en moral mediante el llamado principio de la mayor felicidad para el mayor número, que él creyó se realizaría mejor bajo el despotismo ilustrado, aunque fue convencido posteriormente por James mill

(1773-1836) de que sólo mediante un Parlamento representativo se podrían realizar las reformas liberales por él propuestas43. El seguidor y a la vez reformador de las ideas liberales fue John Stuart mill (1806-1873), hijo de James mill y ahijado de bEntham, que despojó al liberalismo del hedonismo y le dio un contenido menos materialista. El liberalismo filosófico tomó del alemán Enmanuel Kant (1724-1804) su principio ético de que las personas no pueden ser tratadas como medios sino como fines.

115. Doctrina política del liberalismo. En materia estrictamente política, el liberalismo comprende una amplia variedad de posiciones, que además, han ido evolucionando desde finales del siglo XVIII. Mientras el liberalismo de locKE y montEsquiEu defiende la libertad individual pero recela de la democracia, al considerar que tan perjudicial puede ser un monarca soberano como una mayoría del pueblo que impusiera sin límites su opinión como ley, roussEau haría un elogio encendido de la democracia directa y tocquEvillE de la democracia representativa en su versión norte-americana.

El liberalismo, en todo caso, aparece en su origen ligado a ciertas convicciones protestantes y a la lucha contra la monarquía absoluta imperante en Europa en el siglo xVIII. las grandes revoluciones americana y francesa se encuentran íntimamente ligadas al liberalismo naciente y el principio de la separación de poderes, así como el imperio de la ley como expresión de la razón en el Estado de Derecho han sido abanderados por los liberales desde el primer momento.

Sin embargo, en Francia la posición liberal en buena parte del siglo xIx se situó en el centro político (“doctrinarios”, royEr-collard, 1763-1845), como un “justo medio” entre los favorables a la monarquía absoluta y los revolucionarios demócratas. Eran partidarios del sufragio censitario y del poder neutro del Rey (Benjamín constant 1767-1830), de la división de poderes y de dar un mayor peso al legislativo, propugnando en consecuencia el parlamentarismo.

En Inglaterra, el liberalismo estuvo más ligado a factores económicos que permitieron la revolución industrial y el encumbramiento de la burguesía. El utilitarismo de bEntham se fue moderando en John Stuart mill y hasta la era

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victoriana en Inglaterra se profundiza en el liberalismo económico (Richard codbEn 1804-1865).

116. El liberalismo en la actualidad. El liberalismo político se entiende hoy en dos sentidos: uno amplio y otro estricto. Con el primero se ha querido reflejar la posición política que defiende la libertad y la democracia (más o menos matizada) frente a las posturas totalitarias de uno y otro signo. Con el segundo, la máxima ampliación de la libertad individual y la consecuente disminución a lo mínimo posible de la intervención estatal en la vida social. En este sentido, cuando hoy en día se califica una determinada política como “liberal” se suele significar la pretensión del reconocimiento legal del máximo campo de acción a la autonomía de la libertad de las personas y de los grupos intermedios, la disminución de los impuestos y el uso de la mínima coacción del Estado sobre los individuos. En todo caso, como en otras ideologías políticas, hay facciones distintas dentro del liberalismo44.

Como consecuencia, los liberales suelen favorecer la legalización de las actuaciones que tradicionalmente han estado prohibidas por razones de moralidad (aborto, homosexualidad, eutanasia), procuran la máxima libertad religiosa, ideológica y de expresión (objeción de conciencia en sus múltiples formas, desaparición de cualquier tipo de censura o control sobre los medios de comunicación) favoreciendo la neutralidad del Estado ante todas las ideologías y religiones (Estado laico, no confesionalidad) y prohibiendo solo aquellas que sean manifiestamente peligrosas para la sociedad y sobre todo para la libertad de sus miembros. En materia de derechos fundamentales, favorecen la ampliación del catálogo de éstos, pero sólo en aquellos aspectos que añaden más libertad a las personas y suponen menor intromisión de los poderes públicos en su ejercicio. Rechazan pues el intervencionismo y la ampliación de derechos sociales a costa de una mayor presión fiscal. En relaciones internacionales han propugnado en general la independencia de los territorios colonizados y la igualdad formal de todos los Estados en las organizaciones internacionales, así como la expansión de los sistemas democráticos por todo el mundo, pero nunca mediante el empleo de la fuerza, sino con medidas indirectas de persuasión de naturaleza económica o política.

117. Aportación y limitaciones del liberalismo. Desde las otras ideologías políticas se ha criticado al liberalismo, ante todo, por su individualismo y el

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egoísmo que subyace a su exaltación de la libertad personal por encima de las necesidades sociales. El liberalismo suele producir insolidaridad y por sí solo se muestra incapaz de reducir las diferencias sociales; antes bien, en lugar de tender a la igualación, propende al mayor distanciamiento entre unos, que se enriquecen cada vez más y gozan efectivamente de todos los derechos fundamentales, y otros que se ven progresivamente empobrecidos y sin posibilidades reales de ejercer muchos de sus derechos...

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