Un holandés casi errante

AutorMª Jesús Marín Ariño
Páginas229-237
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Un holandés
casi errante
Mi nombre era Egbert Van... (no quiero escribir en-
tero mi apellido porque a mi familia no le gusta apa-
recer en papeles si no son estrictamente necesarios).
El holandés casi errante, así me habían «etiquetado»
algunos de mis amigos españoles. Con algo de razón,
ahora verán ustedes por qué.
Nací en Rotterdam, allá por los años cuarenta.
Fui el cuarto y último hijo, todos varones, de un ma-
trimonio burgués, con todos los beneficios e incon-
venientes que eso conlleva. Mi padre era un comer-
ciante que, como tantos holandeses, se dedicaba a los
negocios de importación y exportación vía marítima .

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