Hacia una más efectiva protección de la biodiversidad en España

AutorElena Espinosa
CargoMinistra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Gobierno de España.
Páginas15-19

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En el conjunto de las políticas ambientales, la preocupación por el cambio climático y por la pérdida de biodiversidad destacan como dos de las cuestiones principales. No en vano ambas, estrechamente relacionadas por otra parte, se sitúan en el centro del interés de la acción política de los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales.

Como es sabido, el año 2010 se fijó como un horizonte de referencia para frenar la pérdida de biodiversidad y tratar así de reconducir una tendencia que algunos científicos señalan como la sexta ola de extinción de especies que, en esta ocasión, y a diferencia de las cinco anteriores, está estrechamente relacionada con la actividad humana.

Todo indica que la biodiversidad en el planeta ha gozado de una relativa estabilidad en lo referente al número de especies y que ha sido en el último milenio, y más intensamente a partir de la generalización planetaria de la revolución industrial, cuando hemos empezado a detectar un proceso de pérdida de especies, de hábitats y de procesos ecológicos fundamentales que reportan bienes y servicios básicos fundamentales para la humanidad.

Los sistemas productivos concentrados, de monocultivo y altamente especializados, propios de la industrialización, han desplazado y sustituido a numerosos agroecosistemas locales que mantenían en muchos casos una excelente relación con el medio natural.

La difusión de la ciudad, la fragmentación de hábitats, y la hegemonía urbana -por cierto, desde el pasado año 2008 la humanidad, por primera vez en la historia, vive ya mayoritariamente en las ciudades- han contribuido a simplificar y banalizar la diversidad agraria y han afectado muy negativamente a la diversidad silvestre.

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Y, por último, el uso mayoritario de energías fósiles, responsable tanto de importantes mejoras en el desarrollo humano como de graves desequilibrios en la generación y acceso al bienestar, es también la principal causa del cambio climático y de la cohorte de problemas ambientales.

Todo ello activó a la Organización de la Naciones Unidas para iniciar, a finales de los noventa, un ambicioso proyecto de Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. En sus primeros informes y análisis, publicados en 2005, se alertó de los graves impactos ambientales que nuestros estilos de vida están provocando a nivel planetario y local.

Los primeros documentos de la Evaluación concluían también que esas alteraciones de los ecosistemas estaban mermando la capacidad...

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