Google y las marcas de los falsos anunciantes

AutorPedro Merry

Imaginen por último que ese noble ejercicio del aprovechamiento de la reputación ajena puede ser fácilmente ejercitable, con resultados más que satisfactorios, mediante el alta en un servicio contratado con Google. Piensen en el enriquecimiento injusto.

Este es el panorama, quizás algo cómico, que uno puede encontrarse al usar el buscador Google. Buscar en Google es algo instintivo, aunque su funcionamiento interno es desconocido para el gran público. Sencillamente se asume que si uno pide, se le dará. Pues bien, atreviéndome a resumir años de algoritmos y complicadas ecuaciones, básicamente funciona así: cualquier palabra clave escrita en su motor de búsqueda, proporciona normalmente dos tipos de resultados: una serie de sitios Web relacionados con la palabra clave ("resultados naturales") y junto a ellos publicidad de determinados sitios Web (“AdWords").

Mientras que los resultados naturales se proporcionan en función de criterios objetivos, determinados por el motor de búsqueda, no sucede así con los AdWords. Éstos aparecen porque los anunciantes pagan a Google para que sus sitios web sean mostrados en respuesta a determinadas palabras clave; esto es posible porque Google permite que los anunciantes elijan dichas palabras clave. Pues bien, la discusión está servida: Si un anunciante puede elegir cualquier palabra clave, no es difícil llegar a la conclusión de que cualquier anunciante que comercialice bolsos falsificados de Louis Vuitton, o incluso bolsos parecidos a Louis Vuitton, utilice como palabra clave dicha marca y así dirigir el buscador a su Web. Hasta aquí todo lógico. Que el anunciante es infractor y responsable es indiscutible, pero ¿lo es Google también?

Estos días he podido leer las esperadas Conclusiones del Abogado General, Sr. Poiares Maduro, de 22 de septiembre de 2009, en relación a tres cuestiones prejudiciales planteadas en 2008 ante el Tribunal de Justicia Europeo (TJCE) por el Tribunal Supremo Francés en el marco de varios litigios interpuestos por titulares de marcas renombradas contra Google. En concreto, plantean los jueces franceses las siguientes dos dudas: ¿la contribución de Google a través de AdWords a la violación de derechos de marcas por terceros constituye en sí misma una violación de derechos de marca? Y, si no hubiera infracción, ¿puede estimarse que Google es responsable como prestador de servicios de Internet, en el sentido establecido por la famosa Directiva de la Sociedad de la Información, por...

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