Gobierno y gestión de las entidades del Tercer Sector Social: referencia a España.

AutorIsabel de la Torre Prados
CargoCatedrática de Sociología UAM.
Páginas55-72
Gobierno y gestión de las entidades
del Tercer Sector Social: referencia
a España
1. INTRODUCCIÓN: DELIMITACIÓN
DEL TERCER SECTOR SOCIAL
S
i hay un punto de acuerdo entre los
estudiosos del Tercer Sector Social es
la dificultad de fijar sus límites y la
heterogeneidad de las formas organizativas
de las entidades que responden a una lógica
no lucrativa (non profit) con la finalidad de
atender demandas sociales con criterios de
bienestar social. Estas dos características
ofrecen una manera esquemática de descri-
birlo, máxime si se tiene en cuenta que la
pluralidad de sus estructuras organizativas
conforma un entramado de diferentes formas
de participación desde la acción colectiva y
desde la aportación voluntaria, cuya expan-
sión está siendo notable en la sociedad espa-
ñola, aunque su presencia es muy anterior
en el tiempo, como expresa Pérez Díaz1 al
calificar la locución de Tercer Sector Social
como «un término nuevo para una realidad
antigua».
ISABEL DE LA TORRE PRADOS*
Las entidades del Tercer Sector Social reco-
gen un amplio espectro de objetivos, una casu-
ística variada de orígenes y en base a ellos sus
formas de actuación e intervención social se
estructuran y orientan, «formando un conjun-
to de organizaciones caracterizadas por el ras-
go común de su orientación al bienestar gene-
ral, por su capacidad de dar respuesta a moti-
vaciones de acción colectiva y por representar
los valores de un modelo de convivencia social
en el marco de una sociedad civil organizada»
(De la Torre, I.: 20052). Las entidades del Ter-
cer Sector Social operan en una sociedad civil
preparada para acoger estas acciones colecti-
vas que fomentan la participación social en
dos sentidos: a) Como participantes recepto-
res de una intervención específica que atiende
demandas sociales que surgen en la sociedad y
cada organización cubre en su área de activi-
dad y b) Como provisión de personas dispues-
tas a colaborar y trabajar en la aplicación de
las actividades programadas.
En el Anuario de Tercer Sector Social
(2010: 12) se adopta una definición que enu-
* Catedrática de Sociología UAM.
1 PÉREZ DÍAZ, V. «Sociedad civil y Tercer Sector», en 2 DELA TORRE, ISABEL (2005). Tercer Sector y partici-
GARCÍA DELGADO, J.L. (coord.) (2005). La economía social pación ciudadana en España. Opiniones y Actitudes.
en España. Fundación ONCE. REIS nº 51, CIS, Madrid.
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SUMARIO
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INFORMES Y ESTUDIOS
mera todas sus características: «entidades de
carácter voluntario, no gubernamentales y
sin ánimo de lucro que, surgidas de la libre
iniciativa ciudadana, funcionan de forma
autónoma y solidaria tratando, por medio de
acciones de interés general, de impulsar el
reconocimiento y el ejercicio de los derechos
sociales, de lograr la cohesión y la inclusión
social activa de las personas en todas sus
dimensiones, prestando especialmente apoyo
a las personas y grupos sociales que se
encuentran en situación más vulnerable o en
riesgo de exclusión social.»
Los principales fundamentos teóricos que
se establecen en torno al Tercer Sector Social,
refieren, en un primer momento a las nocio-
nes de participación ciudadana, cohesión e
inclusión social, sociedad civil y acción colec-
tiva en el contexto de una sociedad compleja
en la que ha alcanzado un apreciable grado
de desarrollo la información y la comunica-
ción por redes con gran capacidad de influen-
cia en la movilización social. Las nociones
mencionadas forman parte de teorías explica-
tivas políticas y sociales de origen ideológico
contrapuesto, pero con la común coincidencia
de destacar el ejercicio participativo de la
población al amparo de las iniciativas surgi-
das de la sociedad civil en el contexto de cam-
bio experimentado por el Estado de Bienestar
en nuestra sociedad.
En efecto, la eclosión en las últimas tres
décadas de distintas formas de participación
ciudadana a través de las entidades del Ter-
cer Sector Social discurre en paralelo a los
cambios producidos por el Estado del Bienes-
tar en el nuevo escenario de la globalización,
cuando a principios de los años ochenta del
pasado siglo, se cuestiona la viabilidad del
modelo vigente motivada por la aplicación de
contención del gasto social3 en las políticas
sociales desarrolladas por el Estado de Bien-
3 RODRÍGUEZ CABRERO, G (coord.), (2003). Las entida-
des voluntarias de acción social en España, Informe
General. Edita: Fundación FOESSA, Madrid.
estar establecidas en los años sesenta y
setenta coincidiendo con el momento expansi-
vo de crecimiento y modernización de la socie-
dad española. Es así como las entidades del
Tercer Sector Social desarrollan su principal
actividad en la provisión de bienestar social
colectivo y en el fomento de nuevas formas de
participación social. Estos dos fines permiten
destacar dos dimensiones, formuladas por
Anheier (2005)4:
La primera dimensión se refiere a la
provisión complementaria de servicios
sociales, que se corresponde con una
tendencia de carácter neoliberal, en la
que las entidades se identifican a partir
de colaboraciones con el gobierno en la
gestión del bienestar social. Anheier
destaca esta dimensión al considerar
estas entidades como «contratistas que
prestan servicios que son retribuidos, en
parte, por el gobierno», por lo que su pre-
sencia garantiza la extensión de la
cobertura del Estado, sobre todo en
aquellos colectivos afectados por proble-
máticas sociales específicas. La pers-
pectiva neoliberal entiende la descen-
tralización del Estado en el ámbito de
los servicios sociales como una forma de
organización de la sociedad civil que
resulta operativa a efectos de resolver
situaciones sociales mediante la inter-
vención que provee el Tercer Sector. Las
entidades de este Sector responden así
a una lógica de descentralización del
Estado que opera bajo la siguiente fór-
mula: «menos intervención= menos
burocracia= más flexibilidad y mayor
eficiencia»5.
La segunda dimensión se refiere a la
capacidad de acción de la sociedad civil.
4 ANHEIER, H.K. ¿Qué clase del Tercer Sector? ¿Qué
tipo de sociedad? Efectos de las políticas gubernamenta-
les en las organizaciones sin fines de lucro. En GARCÍA
DELGADO, J.L. (coord.) (2005). La economía social en
España. Fundación ONCE.
5 ANHEIER, H.K.op. cit.
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SUMARIO
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ISABEL DE LA TORRE PRADOS
Las entidades del Tercer Sector Social
se presentan como un instrumento de
cohesión social con nuevas manifesta-
ciones de participación asociativa que
se suman a las organizaciones sociales
tradicionales representadas por la Igle-
sia, los sindicatos o los partidos políti-
cos. El tejido social se reactiva a partir
de las nuevas propuestas que ofrecen
las organizaciones no lucrativas, en las
que bajo un interés común, se expresan
nuevas formas de asociación y movi-
miento de personas, con especial prota-
gonismo del voluntariado. El marco de
la participación, asociado a los movi-
mientos sociales, surgidos en la década
de los 70 y 80, se modifica para dar paso
a nuevas formas voluntarias de solida-
ridad social, que canalizan las entida-
des del Tercer Sector Social y producen
cambios en la propia organización y ges-
tión de estas entidades. Unos cambios
que reflejan la confrontación entre dos
perspectivas: una perspectiva que
resalta la importancia de estas nuevas
formas de participación social, a las que
confieren un «evidente potencial de crea-
ción de ciudadanía activa6» y por otro
lado, una perspectiva que identifica la
necesidad de una administración eficaz
del trabajo de la organización, que
garantice su supervivencia, con vistas a
la consecución de los fines para los que
se creó.
Ambas dimensiones suponen el reconoci-
miento social de la provisión de servicios que
realizan las entidades del Tercer Sector
Social gracias al flujo de financiación para
sus proyectos de intervención por parte de la
administración pública y del sector privado a
nivel personal o a nivel de empresa, y la obli-
gación de un mayor grado de formalización en
sus estructuras organizativas y el cumpli-
6 ZURDO ALAGUERO, ÁNGEL. Voluntariado y estructura
social: funciones sociales y límites. En RODRÍGUEZ CABRE-
RO, G (coord.), (2003). Op. Cit.
miento de una serie de requisitos que garan-
ticen la consecución de sus objetivos y la
correcta administración de sus recursos,
aspectos esenciales que sustentan la imagen
pública especialmente positiva de estas enti-
dades, según se viene reflejando en las
encuestas sobre el nivel de confianza institu-
cional por parte de la población7.
Los requisitos que acompañan la formali-
zación organizativa de las entidades del Ter-
cer Sector Social redundan en perseguir la
mejora de la gestión de sus actividades, en
integrar de manera efectiva la participación
de las personas voluntarias que las apoyan
con las responsabilidades y tareas de los pro-
fesionales que trabajan en ellas, en buscar el
equilibrio en la dotación de sus recursos eco-
nómicos procedentes de las cuotas de asocia-
dos, las ayudas públicas y las donaciones pri-
vadas y en ofrecer una información transpa-
rente de sus resultados al conjunto de la
sociedad. Unos requisitos que pueden alcan-
zarse si las entidades cuentan con modelos de
gestión acordes a sus características organi-
zativas, tendentes a la plena integración de
los elementos formales e informales8 y se con-
templa en la rendición de cuentas el valor
añadido de sus actuaciones en base a los valo-
res tangibles e intangibles que generan en el
conjunto de la sociedad.
2. CARACTERÍSTICAS ORGANIZATIVAS
DE LAS ENTIDADES DEL TERCER
SECTOR SOCIAL
A la hora de describir la estructura organi-
zativa de las entidades del Tercer Sector
Social, los aspectos más visibles se refieren al
7 DELA TORRE, I. (2007) Imagen pública del Tercer
Sector en España. CIRIEC, nº 57 (pp. 33-63).
8 HERRERA GÓMEZ, M. AYUSO SÁNCHEZ, L (20009). Las
asociaciones sociales, una realidad a la búsqueda de
conceptuación y visualización. REIS, nº 126. Madrid.
«En su configuración formal, la emergencia de estas aso-
ciaciones responde a la necesidad de mayores dosis de
auto-organización para las esferas informales».
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 57
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INFORMES Y ESTUDIOS
origen, al tamaño; al sector de actividad; a la
evolución, ya sea en sentido positivo de man-
tenimiento o crecimiento, ya sea en sentido
negativo de disminución o desaparición; y a
las relaciones con el sector público y el sector
privado a través de actuaciones conjuntas y
de la confluencia de objetivos complementa-
rios, que conduce a la formalización organiza-
tiva y su reconocimiento institucional. Un
conjunto de elementos que puede discurrir en
un proceso en el que se observan distintos
grados de formalidad, sin cristalizar en
estructuras organizativas reconocidas, según
sea la finalidad y los medios disponibles para
satisfacer las diferentes demandas sociales.
Por ello, en el Tercer Sector Social se apre-
cia la existencia de un tejido organizacional
diverso en el que se integran organizaciones
formales, que pueden tener su propia regula-
ción jurídica (asociaciones, fundaciones,
etc…); agrupaciones con presencia y actua-
ción puntual que no adoptan una organiza-
ción permanente, así como los componentes
informales de interrelación social presentes
en toda organización9. Las tres grandes
modalidades reflejan la propia evolución de
las entidades, que abarca desde el nivel de
movimientos sociales y formas no estructura-
das de participación hasta formas de organi-
zación complejas con fines de intervención y
transformación social que presentan eleva-
dos niveles de administración y gestión. Pero
aún en el caso de las formas organizativas
más simples no se renuncia a conseguir «un
mínimo de permanencia, una cierta estructu-
ra interna y unas normas regladas»10.
La coincidencia de la aportación volunta-
ria y la contribución profesional como el prin-
9 RUIZ OLABUENAGA, J.I. (2007). Sociología de las
organizaciones complejas. Universidad de Deusto, Bil-
bao.
10 IZQUIETA ETULAIN, J.L. «Las organizaciones no lucra-
tivas. Naturaleza y dinámica actual», en VALERO MATAS, J.
A. (Coord) (2008). Las instituciones y organizaciones
sociales. Editorial Pirámide, Madrid.
cipal rasgo distintivo que caracteriza la confi-
guración organizativa de las entidades del
Tercer Sector Social, supone integrar la
actuación voluntaria, considerada como
tiempo personal no remunerado que se apor-
ta de manera regular, y la contribución profe-
sional, entendida como una aportación labo-
ral que se remunera según patrones vigentes
en el mercado de trabajo. Conviene señalar
que la remuneración de la aportación profe-
sional no suele aplicarse en los órganos de
gobierno de la mayoría de asociaciones y fun-
daciones, cuyos miembros asumen su respon-
sabilidad con carácter voluntario, Anuario
del Tercer Sector Social (2010- 73)11.
Además de este rasgo distintivo, en el pro-
ceso de configuración de las estructuras orga-
nizativas del Tercer Sector Social hay que
considerar la influencia de otras variables que
influyen en la forma organizativa adoptada:
Finalidad de la organización y sector de inter-
vención social; Marco normativo; Tamaño de
la organización; Ámbito territorial de actua-
ción; Orígenes y evolución histórica de cada
organización; y la aportación voluntaria.
A) De la clasificación de Naciones Unidas
en trece grandes áreas12, la finalidad y las
11 Anuario del Tercer Sector de Acción Social (2010)
«En la inmensa mayoría de los Órganos de Gobierno de
las entidades del TSAS (el 95 %), alguno de sus miem-
bros no percibe remuneración por la responsabilidad
que desempeña. Por otra parte, el 20 % de las entidades
tiene entre los miembros de sus órganos de gobierno a
algunos que perciben una remuneración por servicios
que prestan, al margen del cargo que desempeñan.
Finalmente, el 2,47 % de las entidades remuneran por el
cargo que representan a personas de sus Órganos de
Gobierno.» (pág. 73)
12 United Nations (2003). Handbook of National
Accounting: Handbook on Non-Profit Institutions in the
System of National Accounts. United Nations publica-
tion, Sales No. E.03.XVII.9. Las trece áreas son las de
Cultura deporte y ocio; Educación e investigación;
Salud; Servicios Sociales; Medio ambiente; Desarrollo y
vivienda; Derechos civiles y políticos; Intermediarios
filantrópicos y promoción del voluntariado; Actividades
y programas internacionales; Religión; Negocios y activi-
dades profesionales; Otras no clasificadas.
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ISABEL DE LA TORRE PRADOS
áreas de intervención del Tercer Sector Social
se corresponde con cuatro tipos de entidades:
Organizaciones proveedoras de servi-
cios sociales en centros de cuidado y
asistencia social.
Organizaciones no gubernamentales:
para promoción del desarrollo económi-
co y la reducción de la pobreza.
Grupos de apoyo: dedicados a la promo-
ción de los derechos civiles y sociales en
relación a intereses de grupos social-
mente vulnerables.
Organizaciones religiosas que desarro-
llan labores de acción social como parte
fundamental de su misión institucional.
En estos cuatro tipos de entidades13 se
encuentra una pluralidad de estructuras
organizativas de mayor o menor grado de
complejidad, que atienden tres grandes gru-
pos de actividades: a) Las de intervención
directa de ayuda social tales como: asistencia
psicosocial, inserción laboral, educación y for-
mación, ayuda a domicilio, ayudas a la disca-
pacidad, provisión de alimentos, ayudas eco-
nómicas. Estas actividades de intervención
directa las realizan el 44, 1 % de las entidades;
b) Actividades relacionadas con la promoción
de la sociedad civil, tales como la promoción
del voluntariado, el desarrollo comunitario
local, la promoción de derechos, coordinación
y apoyo entre entidades. Estas actividades las
realizan el 25,3 % de las entidades; c) Activi-
dades de información, sensibilización y aseso-
ramiento sobre las funciones y las actividades
que se realizan desde el Tercer Sector Social,
que realizan la mayoría de las entidades para
favorecer su visibilidad social.
Los beneficiarios de las actividades de
ayuda social son los grupos de población más
13 En el Anuario del Tercer Sector Social también se
incluyen las Cooperativas Sociales y los Centros Especia-
les de empleo y Empresas de Inserción.
vulnerables: personas con discapacidad,
niños y personas mayores y de las actividades
dirigidas al fomento de la sociedad civil es el
conjunto de la población a través de la sensi-
bilización y movilización dirigida de forma
singularizada, así como por el apoyo al fun-
cionamiento de otras entidades sociales y de
las instituciones que operan en el campo de la
acción social.
B) Respecto a la normativa jurídica, den-
tro del denominado Sector No Lucrativo se
distinguen las asociaciones, las fundaciones y
las organizaciones no gubernamentales. En
el caso de España, las entidades más nume-
rosas y las que más recursos económicos y
humanos movilizan14 son las asociaciones y
las fundaciones.
La naturaleza jurídica de cada una de ellas
responde a las siguientes características:
Asociaciones: Según La Ley Orgánica
1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Dere-
cho de Asociación15, en la se establece los
aspectos relacionados con la creación, el fun-
cionamiento y la declaración de utilidad
pública, en base a los siguientes requisitos16:
Sus fines estatutarios tiendan a promover el
interés general; –su actividad no esté restrin-
gida exclusivamente a beneficiar a sus pro-
pios asociados, sino abierta a cualquier otro
posible beneficiario; cuenten con los medios
personales y materiales adecuados con la
organización idóneos para garantizar el cum-
plimiento de los fines estatutarios; –se
encuentren constituidas e inscritas en el
Registro correspondiente.
14 GARCÍA DELGADO, J. L. et alia (2009) Las cuentas de
la economía social. Magnitudes y financiación del Tercer
Sector en España Editorial Civitas Thomson Madrid.
ra del Derecho de Asociación. Disponible en
www.boe.es.
16 DE LORENZO GARCÍA, R. Tipología jurídica de las
organizaciones. un repaso a los distintos tipos de perso-
nas jurídicas y su legislación aplicable. En Revista del Ter-
cer Sector, nº 1 Oct-Dic 2005.Edita Fundación Luis
Vives.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 59
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INFORMES Y ESTUDIOS
Fundaciones: que se regulan a partir de la
Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos
y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo,
que determina tres elementos básicos de este
tipo de entidades: –Entidades sin fines lucra-
tivos; tributan en el impuesto sobre socieda-
des; –aplican el régimen de tributos locales
(que depende de la autonomía en la que se cir-
cunscriban y tengan su ámbito de actuación).
Según sus objetivos fundacionales y las
actividades que lleven a cabo, pueden clasifi-
carse como asistenciales, culturales, docentes
y laborales.
Organizaciones No Gubernamentales de
Desarrollo (ONGD) tienen una naturaleza
jurídica específica, como así se muestra en la
Ley 23/1998, de 7 de julio, reguladora de la
Cooperación Internacional para el Desarro-
llo, donde en el artículo. 32 se reconoce que
«se consideran organizaciones no guberna-
mentales de desarrollo aquellas entidades de
derecho privado, legalmente constituidas y
sin fines de lucro, que tengan entre sus fines o
como objeto expreso, según sus propios estatu-
tos, la realización de actividades relaciona-
das con los principios y objetivos de la coope-
ración internacional para el desarrollo17». En
el caso de las ONGD, su singularidad reside
en el objetivo principal de su creación y la rea-
lización de sus actividades: la cooperación
internacional para el desarrollo, pero existe
también un amplio espectro de temas que
corresponden a diferentes finalidades por las
que se crea una organización no guberna-
mental y que delimitan y orientan su campo
de actuación e intervención social con colecti-
vos de población específicos.
Además de estas tres formas jurídicas de
organizaciones singulares existen las figuras
17 Para la obtención de financiación de carácter
público, es requisito indispensable que la ONGD conste
en el Registro oficial, que está adscrito a la Agencia Espa-
ñola de Cooperación Internacional para el Desarrollo
(AECID).
de federaciones que pueden agrupar ONG’s o
asociaciones o fundaciones y confederaciones
que resultan de la unión de federaciones.
La mayor parte de las entidades del Tercer
Sector Social adopta la primera de las tres
formas jurídicas: El 69,5 % son asociaciones,
el 11 % son fundaciones, otras entidades el
12,5 % y el 7 % restante son federaciones o
confederaciones18.
C) El tamaño de la organización tiene una
relación directa con el grado de formalización
de la estructura organizativa y la búsqueda
de permanencia, ya que implica el estableci-
miento de normas regladas para asegurar su
funcionamiento y la adopción de procedi-
mientos cualificados de gestión para garanti-
zar la provisión de recursos procedentes del
sector público y del sector privado. Una forma
de medir el tamaño de la entidad es compro-
bar el volumen presupuestario gestionado
por cada entidad en cada ejercicio anual. En
el Anuario del Tercer Sector Social se conclu-
ye que casi seis de cada diez entidades gestio-
na un presupuesto anual inferior a 300.000 ,
siendo las asociaciones las que en mayor
medida se sitúan en este rango, pues tres de
cada cuatro entidades con este volumen pre-
supuestario son asociaciones19.
Existen también las denominadas entida-
des singulares: Caritas, Cruz Roja y Funda-
ción ONCE, que por su dimensión y su ámbi-
to territorial responden a formas específicas
de funcionamiento.
D) El tamaño de la organización está rela-
cionado con el ámbito territorial de actuación
de las entidades y supone una estructura
organizativa más compleja con un núcleo cen-
tral y distintas organizaciones dependientes.
En la práctica se establece una diversidad de
niveles en relación a los procedimientos de
gestión y organización interna, así como la
capacidad de extensión de su marco de actua-
18 Anuario del Tercer Sector Social 2010 pp. 30 ss.
19 Op. cit., pp. 21-22.
60 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
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ISABEL DE LA TORRE PRADOS
ción e intervención social. Las organizaciones
pueden, por tanto, estructurarse a nivel local,
autonómico, estatal o internacional. Y dentro
de esta clasificación, también pueden subdi-
vidirse en aquellas que cuenten con sedes de
la organización en diferentes territorios o
dentro del propio país, lo que se traduce en
una mayor cantidad de recursos con los que
abordar el diseño y la ejecución de sus pro-
yectos. La implantación territorial del Tercer
Sector Social muestra un predominio del
ámbito autonómico (34,8 %), seguido del
ámbito provincial (29,9 %) y local (19,9 %). En
menor medida figuran entidades que operan
a nivel estatal (14,1 %) o en el ámbito inter-
nacional (6,3 %)20.
E) A lo largo de su desarrollo histórico,
las acciones en pro del bienestar social han
estado inspiradas en el rasgo común de la
ausencia de lucro, aunque el origen y la evo-
lución histórica de cada organización se
basen en una pluralidad de motivaciones
promovidas mayoritariamente por la inicia-
tiva ciudadana, las entidades religiosas u
otro tipo de entidad: partidos políticos, sindi-
catos, empresas o la propia administración.
El acto fundacional de las entidades del Ter-
cer Sector Social tiene especial importancia a
la hora de mantener viva la misión origina-
ria de cada entidad como núcleo central de la
organización y base de su reputación social,
ambos elementos constituyen el núcleo esen-
cial de su capital social y contribuyen a la
proyección simbólica de la imagen pública
del Tercer Sector. Pero igualmente tiene
importancia su capacidad de permanencia en
el tiempo: los datos del Anuario del Tercer
Sector Social muestran que tres de cada cua-
tro entidades tiene una antigüedad de más
de diez años, aunque una gran parte, el 43,7
% de estas entidades se han constituido en
los últimos doce años, confirmando la necesi-
dad de consolidar sus procedimientos de ges-
tión.
20 Op. cit., pp. 35.
F) Finalmente, el elemento diferenciador
más característico en el funcionamiento de
las organizaciones del sector no lucrativo es
la aportación del trabajo voluntario, que con-
diciona la articulación funcional interna de
las estructuras organizativas y de sus mode-
los de gestión. La presencia de personas
voluntarias en la actuación de estas entida-
des, al representar físicamente los valores del
altruismo y la solidaridad, refuerza la esen-
cia de su identidad institucional y consolida
la imagen simbólica del Sector No Lucrativo
en el tejido social. Según los datos del Anua-
rio del tercer Sector Social, el 83,5 % de las
entidades del Tercer Sector Social cuenta con
personas voluntarias en el desarrollo de sus
actividades y en términos comparativos supe-
ran el número de personas que trabajan o
colaboran con estas entidades, ya que repre-
sentan el 62,3 % del total de personas impli-
cadas en sus actuaciones, además una de
cada cuatro entidades funciona únicamente
con la aportación voluntaria.
Las variables mencionadas: finalidad y
objetivos de cada entidad, sectores de activi-
dad, forma jurídica, tamaño, ámbito territori-
al, origen y evolución, así como la presencia
del voluntariado influyen en la configuración
de la estructura organizativa de cada entidad
del Tercer Sector Social y su examen, en cada
caso, contribuye a definir los procesos de ges-
tión y dirección en base a modelos específicos
de eficacia y eficiencia aplicados en estructu-
ras organizativas flexibles.
3. GESTIÓN DE LAS ENTIDADES
DEL TERCER SECTOR SOCIAL
La pluralidad de las estructuras organiza-
tivas, anteriormente descrita, está en conso-
nancia con los parámetros de gestión de las
entidades del Tercer Sector No Lucrativo,
alejados del desarrollo alcanzado en la ges-
tión de las organizaciones empresariales
cuya abundante literatura refleja. Durante
algún tiempo, el mundo de la solidaridad ha
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INFORMES Y ESTUDIOS
desarrollado una actitud marcada por la indi-
ferencia hacia lo que podríamos denominar
las lógicas racionales de administración y
gestión. Una de las principales razones de
esta situación se encuentra vinculada a la
tradicional tendencia de los directivos de
estas organizaciones de dar por descontada la
bondad intrínseca de sus actividades. La sola
existencia de la asociación o fundación es vis-
ta como un hecho positivo, como un indicador
de buen trabajo, dejando en un segundo plano
la necesidad de alcanzar unos objetivos esta-
blecidos en una previsión temporal y ofrecer
cuenta puntual de sus resultados. Por otra
parte, esta misma visión de su funcionamien-
to mitiga el fracaso en el alcance de los objeti-
vos establecidos, que se considera como un
aviso de la necesidad de reforzar los propios
esfuerzos personales de quienes intervienen
en ella, en vez de interpretarlo como señal de
ineficacia en la gestión que puede ser corregi-
da.
En los últimos años, sin embargo, se ha ido
imponiendo la necesidad de dar cuenta a la
sociedad de los recursos financieros que reci-
ben las entidades vía administración pública
y/o por iniciativa del sector privado, princi-
palmente por la necesidad de aplicar rigor al
control de los recursos públicos y por la pre-
sión social de exigir transparencia en su ges-
tión, de tal modo que progresivamente se ha
ido transformando el contenido de la gestión
de estas entidades desde el planteamiento
tradicional de estar basada en el principio de
hacer el bien a los otros a un modo de operar
más racional, desde el punto de vista de la
gestión, de hacer bien la actividad que se
orienta al bien de los otros.
En este nuevo escenario es obligado pre-
guntarse si es necesario que las organizacio-
nes del Tercer Sector Social adopten mode-
los de gestión que se centren en la calidad de
las prestaciones realizadas y en los niveles
de éxito de sus diversos componentes adap-
tando modelos de gestión más afines al
modelo empresarial o si, por el contrario, las
entidades del tercer Sector en su pluralidad
organizativa son capaces de desarrollar
modelos específicos de gestión en los que se
garantice la calidad de la acción externa y
de la gestión interna. Desde la segunda de
las opciones cabe examinar tres posibilida-
des de gestión diferenciada que suponen dis-
tinto grado de implantación desde herra-
mientas experimentales a propuestas de
aplicación:
1) En el proceso de convergencia hacia la
profesionalización de la gestión de las
entidades no lucrativas, se viene apli-
cando prácticas instrumentales de
gestión empresarial, como ocurre con
los diagnósticos basados en el análisis
DAFO21, acrónimo que sintetiza un
tipo de diagnóstico para identificar las
Debilidades, Amenazas, Fortalezas y
Oportunidades de cada entidad, cuyos
datos se representan en una matriz
que facilita la visión de conjunto y
permite la elaboración de planes de
mejora en la gestión y el correspon-
diente fortalecimiento organizativo.
Las ventajas del modelo DAFO, sobre
todo si se aplica por expertos externos,
es que proporciona a los responsables
de las entidades un diagnóstico sufi-
cientemente explícito para argumen-
tar el orden de prioridad de los objeti-
vos y de las actuaciones, anticipando
posibles dificultades y estableciendo
unas previsiones temporales más
acordes a los recursos disponibles, en
definitiva, es una buena herramienta
de análisis en los procedimientos de
gestión y contribuye a la planificación
estratégica.
21 La Fundación Luis Vives desde hace tres años rea-
liza un proyecto, cofinanciado con el Fondo Social Euro-
peo, para elaborar diagnósticos individualizados de las
entidades solicitantes y seleccionadas en cada convoca-
toria anual. http://www.fundacionluisvives.org/servi-
cios/apoyo_entidades/diagnosticos_organizativos_ong/
48408/index.html.
62 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
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2) Una propuesta de autoconocimiento
apropiada a las características organi-
zativas de las entidades no lucrativas,
es el modelo de Gestión de Triple Coro-
na (Aragón-Correa: 2004)22 que consis-
te en diferenciar tres niveles de ges-
tión: el primero denominado «corona
central» en la que prima la misión o
finalidad última de la organización
como elemento inspirador y esencial de
la gestión; el segundo nivel, que es el
denominado «corona intermedia», que
se refiere a los objetivos definidos y
jerarquizados para conseguir la finali-
dad última de la organización, siempre
que se orienten a facilitar la mutua
comprensión entre todos los miembros
de la organización en sus diferentes
niveles y otorgar credibilidad de la
entidad frente a terceros; el tercer nivel
o «corona externa» se refiere a los pro-
gramas de actuación que contribuyen a
lograr los objetivos establecidos en el
marco de cultura participativa vigente
en estas entidades, siguiendo el criterio
de aunar flexibilidad de propuestas y
compromiso común, una vez fijada la
jerarquía de actuaciones para alcanzar
los objetivos establecidos. La ventaja
de este modelo de gestión es la diferen-
ciación que establece entre los princi-
pios inspiradores como núcleo perma-
nente y su concreción operativa en
objetivos y programas, así como su pla-
nificación temporal entre el largo y el
corto plazo.
3) La peculiaridad de las actividades rea-
lizadas por las entidades del Tercer
Sector Social y la importancia de sus
componentes intangibles permite pro-
poner herramientas y modelos espe-
cialmente adecuados para gestionar
22 ARAGÓN-CORREA, J. A. et alia: 2004 Gobierno y
Gestión de las entidades del Tercer Sector en GARCÍA DEL-
GADO, J.L. La Economía Social en España Serie Documen-
to de Trabajo nº 4, Madrid Fundación ONCE.
valores tangibles e intangibles a tra-
vés de indicadores financieros, no
financieros, cuantitativos y cualitati-
vos, todos ellos interrelacionados. En
el caso de la gestión empresarial, el
éxito en la aplicación del modelo de
gestión Cuadro de Mando Integral o
Balance Scorecard como herramienta
de medida de sus aspectos sociales y
ambientales23 y el protagonismo reco-
nocido al factor humano en la genera-
ción de valor en el medio y largo plazo
(Kaplan y Norton: 1997), principal-
mente a sus cualidades de creatividad,
experiencia y capacidad de innovación,
puede garantizar su adaptación a la
gestión de las entidades del Tercer
Sector Social. Su aplicación supone
establecer un proceso de interrelación
permanente entre cuatro áreas claves:
Recursos, Procesos internos, Creci-
miento y Usuarios desde una Visión
Estratégica que las enlaza e interrela-
ciona entre sí, equilibrando los objeti-
vos a corto y largo plazo.
23 Desde los años noventa se aprecian líneas de
convergencia en la gestión de las entidades no lucrati-
vas y en la gestión de las empresas, debido a la difusión
alcanzada por las prácticas de Responsabilidad Social
Corporativa, como resultado de aplicar un modelo de
gestión basado en el principio de sostenibilidad y res-
peto ambiental y en los llamados grupos de interés:
empleados, proveedores, accionistas, clientes y comu-
nidad local. El grupo de interés de la comunidad local
ha desarrollado distintas modalidades de acción social
promovidas por las empresas con el apoyo y mediación
de entidades no lucrativas en una positiva alianza entre
el sector privado, el sector público y el tercer sector
social.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 63
SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
FIGURA 1. ESQUEMA DEL CUADRO DE MANDO INTEGRAL
Fuente: Elaboración propia a partir de Kaplan y Norton (1997)
3.1. Elementos para la gestión
de las organizaciones del Tercer
Sector
Una mayoría de las entidades del Tercer
Sector Social son de pequeño tamaño y de
reciente implantación, por lo que sus objeti-
vos de supervivencia se sustentan en unas
formas específicas de realizar su gestión, que
se manifiestan en cinco grandes apartados:
a) Planificación y organización, cuya
principal peculiaridad es determinar
unos objetivos cuyo seguimiento y
resultado no estén sujetos exclusiva-
mente a criterios monetarios y obli-
guen, por tanto, a enriquecer el tradi-
cional esquema de in-puts y out-puts
en la generación y distribución de pro-
ductos y servicios.
b) Gobierno, entendido como defensa de
la misión establecida por los promoto-
res de la entidad, que debe transfor-
marse en objetivos y conseguir el apro-
piado cumplimiento de los mismos.
c) Recursos económicos, procedentes de
ayudas y conciertos del sector público y
aportaciones del sector privado de
carácter finalista, que no contempla la
existencia de excedentes ni su posible
capitalización.
d) Separación entre donante y receptor,
que en términos empresariales suele
materializarse en la relación comercial
entre proveedor y cliente y que en la
gestión de la acción social supone una
forma de revalidar resultados a través
del grado de satisfacción del usuario.
e) Aportación de trabajo voluntario, que
en la mayoría de las entidades se suma
a la actividad profesional remunerada
y requiere adoptar modelos de lideraz-
go que genere una comunicación diná-
mica y participativa y facilite la gestión
eficaz y eficiente de ambos tipos de
aportaciones.
En cada uno de los apartados mencionados
pueden existir riesgos que afectan tanto a la
64 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
SUMARIO
ISABEL DE LA TORRE PRADOS
viabilidad de las actuaciones de intervención
social como a la permanencia del núcleo de
valores que nutren la misión y garantizan la
identidad de estas organizaciones24. Hay dos
apartados en los que los riesgos cobran espe-
cial importancia:
Primero. La gestión de los recursos eco-
nómico-financieros.
La particularidad de las fuentes de finan-
ciación de las entidades del Tercer Sector
Social depende y está estrechamente ligada a
las características organizativas, a la tipolo-
gía de las actividades y a las funciones socia-
les que toda organización del Tercer Sector
realiza. Las diferencias con las empresas de
mercado y con las agencias públicas son nota-
bles y se manifiestan en la forma mixta que
presentan las entradas en las organizaciones
del Tercer Sector, ya sea con aportaciones de
particulares y empresas, con subvenciones y
ayudas procedentes del sector público o, en
algunos casos, con ganancias procedentes de
alguna actividad mercantil mediadora tales
como sorteos, rastrillos, fiestas y eventos
organizados con este fin.
Las principales fuentes de financiación de
las organizaciones del Tercer Sector pueden
agruparse en cuatro vías:
a) Entradas derivadas del sector público.
b) Entradas que tienen su origen en dona-
ciones de particulares y empresas.
c) Entradas derivadas de las cuotas aso-
ciativas.
d) Entradas procedentes de la venta de
actividades mercantiles mediadoras.
a) La financiación pública, constituye
una de las entradas más extendidas en las
CHRISTENSEN, S. AND MOLIN, J. «Organizational
Adaptation to Conflicting and Shifting Institutional and
Technical Enviroments». The Institutional Construction
of Organizations. Scott, R. Christensen, S. (Editors)
(1995). SAGE Publications, California.
organizaciones del Tercer Sector Social.
Internamente, esta fuente de financiación se
articula en dos secciones: financiación directa
y financiación indirecta. En el ámbito de la
financiación directa se encuentran los dos
principales instrumentos de soporte y apoyo
a disposición del sector público para promo-
ver y promocionar las organizaciones del Ter-
cer Sector Social: el sistema de las contribu-
ciones y de las subvenciones y el sistema de
las convenciones vía convenios o contratos.
La modalidad de financiación indirecta se
desdobla también en dos tipos de medidas:
Las primeras proceden del conjunto de dispo-
siciones encaminadas a conferir un status de
exención (total o parcial) a la actividad y al
patrimonio de la organización. Las segundas
se refieren a la posibilidad de deducir del pro-
pio ingreso imponible, por parte de aquellos
que ofrecen las contribuciones económicas, de
todo o parte de la suma donada.
b) El segundo tipo de financiación es el
que se refiere a las entradas derivadas de
donaciones del sector privado y posiblemente
constituye la fuente de financiación más
característica de estas organizaciones, aque-
lla que de manera más explícita las distingue
de las empresas de mercado y de las agencias
públicas. Las contribuciones económicas
englobadas en la categoría de donaciones tie-
nen un doble origen: a) Donaciones de parti-
culares (ciudadanos contribuyentes y fami-
lias); b) Donaciones de empresas y otras insti-
tuciones (fundaciones, empresas comercia-
les).
c) El tercer tipo de entradas financieras
está constituido por las cuotas asociativas y
las contribuciones procedentes de los miem-
bros de la organización. Se trata de una for-
ma tradicional de financiación que no requie-
re la utilización de técnicas y mecanismos de
gestión particularmente sofisticados. Más
bien se debe desarrollar una política de mar-
keting interno, es decir de atención a los pro-
pios miembros, que deben ser considerados y
tratados como clientes de la organización. La
demostración de una capacidad de escucha
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 65
24
SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
(atención a las sugerencias procedentes de los
socios), de voluntad para poner en práctica
las acciones prometidas, además de la adop-
ción de una modalidad de gestión participati-
va, son elementos que refuerzan el clima
motivacional de la organización y, con ello, el
sentido de pertenencia de los miembros indi-
viduales.
d) El cuarto tipo de financiación son las
entradas procedentes de actividades mercan-
tiles mediadoras que se originan en dos tipos
de actividades:
Las entradas derivadas de la realiza-
ción de actividades comerciales propia-
mente dichas, que deben tener un
carácter secundario en la finalidad de
la organización y, si se quieren benefi-
ciar de las exenciones fiscales even-
tualmente previstas, deben ser comple-
tamente invertidas en la organización
con el fin de mejorar la capacidad de
consecución de los fines vigentes en los
estatutos. Un ejemplo representativo
es el sorteo extraordinario de la Cruz
Roja.
También en algunas entidades se con-
templa un eventual recargo monetario
en determinados servicios establecidos
en la consecución del propio fin asocia-
tivo y regulado en sus estatutos. Un
ejemplo puede ser la utilización de
determinados servicios especiales en
una asociación de ayuda a enfermos de
Alzheimer, cuyo recargo está aprobado.
Si se exceptúa la fuente de financiación
procedente de las cuotas de los miembros, que
puede ofrecer un cierto margen de seguridad
en los ingresos de las entidades, compatible
con posibles devoluciones y bajas, el resto de
las vías de financiación requiere esfuerzos de
gestión notables que exigen un grado de cua-
lificación especializada por parte de sus res-
ponsables y la adopción de procedimientos de
captación y seguimiento de los recursos. Aún
así, las fuentes de financiación ofrecen un
equilibrio inestable que afecta a la planifica-
ción de las actividades y a la consecución de
los objetivos programados.
Segundo. El otro gran apartado rela-
cionado con las entidades No Lucrati-
vas es el de la gestión de las personas
que integran las entidades, ya que
constituye uno de los aspectos cruciales
y una de las tareas principales de la
dirección de estas entidades, pues las
organizaciones que proveen servicios (y
las del Tercer Sector Social están entre
éstas) exigen una alta intensidad de
trabajo y una determinada fracción de
recursos aportados para cada unidad
generada de output. Además las orga-
nizaciones voluntarias deben conciliar
la presencia de profesionales y volunta-
rios, de aquí que los especialistas en la
materia (Jeavons, 1993, Brudney,
1993, Young, 1993) dividan las perso-
nas que trabajan en las organizaciones
del Tercer Sector en dos grupos dife-
renciados con necesidades muy diver-
sas y, a veces, opuestas, distinguiendo
entre personal retribuido y personal
voluntario:
Respecto al personal retribuido, los
puntos cruciales son el momento de
la contratación (selección) y el esta-
blecimiento de un sistema de incen-
tivos, pecuniarios o no, coherente
con la misión de la organización.
Otros momentos importantes son los
relacionados con la promoción y los
planes de carrera.
En cuanto al personal voluntario, las
fases más importantes son: el recluta-
miento, la permanencia en la organi-
zación, la asignación a una tarea
determinada, los aspectos motivacio-
nales y el reconocimiento interno. Las
estrategias para el reclutamiento de
voluntarios pueden basarse en una
pluralidad compleja de motivaciones
que van desde el interés personal
66 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
SUMARIO
ISABEL DE LA TORRE PRADOS
(auto-estima, reputación, carrera,
acrecentamiento personal) a motivos
altruistas (bienestar de la comuni-
dad, valores de solidaridad y caritati-
vos, beneficios sociales). La gestión de
las personas voluntarias se regula
desde 1996 por la Ley del Voluntaria-
do de ámbito estatal. También en los
últimos años casi todas las Comuni-
dades Autónomas han producido nor-
mas legales sobre el voluntariado, en
algunos casos se trata de leyes apro-
badas por sus parlamentos respecti-
vos y en otros casos, de decretos
administrativos dentro de su ámbito
territorial en desarrollo de sus com-
petencias. En términos generales, se
trata de normas que pretenden "pro-
mover y facilitar la participación soli-
daria de los ciudadanos en las actua-
ciones de voluntariado, en el seno de
organizaciones sin ánimo de lucro
públicas o privadas" (Ley del Volun-
tariado 6/1996). En todo caso, como
regla general hay que tener presente
«los deberes y derechos de los que son
portadores los voluntarios, con arre-
glo a los cuales deben aplicarse las
normas legales existentes o las que
tenga establecidas la organización y
que deben ser conocidas y aceptadas
por los voluntarios. Tampoco hemos
de olvidar el compromiso temporal
que adquieren y que, en la medida de
lo posible, debería formalizarse por
escrito», según indica Gutiérrez
Resa25.
La complejidad de la gestión y la dirección
de personas en las organizaciones del Tercer
Sector, se concreta en dos direcciones principa-
les: Competir por la adquisición del personal
en el mercado de trabajo y, en su caso, atraer
también al personal voluntario. Una vez con-
25 GUTIÉRREZ RESA, A (1997). Acción Social No
Gubernamental. Análisis y reflexiones sobre las organi-
zaciones voluntarias. Tirant lo Blanch, Valencia.
tratados o movilizados, establecer incentivos
ad hoc para mantener su motivación.
En el primero de los casos, las característi-
cas de estas entidades, aún con las limitacio-
nes de los recursos disponibles, pueden supo-
ner un incentivo para la atracción de perso-
nal cualificado, entre estas características
cabe mencionar:
a) Atención y compromiso con la calidad.
b) La imagen de la organización y su
reputación como institución solidaria y
agencia distribuidora de bienes de uti-
lidad pública.
c) La capacidad de proveer beneficios no
pecuniarios compensatorios en lugar
de recompensas financieras.
Un aspecto complementario a considerar
como reflejo de la confluencia entre el ámbito
empresarial y el de las entidades del tercer
Sector Social es el que se refiere al volunta-
riado corporativo, que es una modalidad de
aportación voluntaria en proyectos y actua-
ciones de intervención social impulsadas por
las empresas entre sus empleados para impli-
carles en modelos de gestión basados en la
Responsabilidad Social Corporativa, que tie-
ne una importante difusión desde finales de
los años noventa.
Tras este recorrido, no resulta aventurado
llegar a la siguiente conclusión: garantizar los
recursos a través de las vías disponibles de
financiación y facilitar la gestión de las perso-
nas y de las relaciones interpersonales son los
dos grandes retos planteados en la gestión de
las entidades del Tercer Sector Social y ambos
exigen una manera apropiada de entender y
aplicar el gobierno y la dirección.
4. GOBIERNO DE LAS ENTIDADES
DEL TERCER SECTOR SOCIAL
Una de las peculiaridades en las organiza-
ciones del Tercer Sector Social es la que se
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 67
SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
refiere al modo de organizar el gobierno de la
entidad, que varía según la forma jurídica de
cada entidad.
En las Fundaciones el órgano de gobierno
y representación es el patronato, que suele
estar formado por nueve miembros, según la
composición media calculada en el Anuario
del tercer Sector Social (2010:67). En una de
cada cuatro fundaciones además del patrona-
to existe un Comité Permanente de carácter
ejecutivo con un número medio de seis miem-
bros.
En las Asociaciones los órganos de gobier-
no están representados por la Asamblea
General, a la que pueden asistir todos los aso-
ciados y la Junta Directiva, cuyo número de
miembros se establece en los propios estatu-
tos de cada asociación, así como el periodo de
vigencia y renovación. En algunas asociacio-
nes existe también la figura del Comité Per-
manente, en el 11,4 % de las Asociaciones
(Anuario del Tercer Sector Social, 2010: 67).
Un aspecto referente a los datos sobre los
órganos de gobierno de estas entidades es la
estabilidad de su tamaño, ya que en más de
dos tercios del conjunto de entidades no ha
variado el número de sus componentes, fren-
te a un 24,1 % de entidades en las que ha cre-
cido y casi un 9 % en las que ha disminuido.
La tendencia al crecimiento se localiza prefe-
rentemente en las entidades que desempe-
ñan acciones de integración y socio-sanita-
rias como consecuencia del dinamismo expe-
rimentado en ambos campos de actuación en
los últimos años.
La acción de gobierno puede ser represen-
tada a través de una doble función:
a) Externa, referente a las relaciones que
el órgano de dirección mantiene con el
entorno de la organización.
b) Interna, esto es, las relaciones entre el
órgano de gobierno y los sectores inter-
nos a la organización.
Es decir, la función externa engloba el con-
junto de medidas encaminadas a establecer
la presencia de la entidad en la sociedad y a
reforzar su capacidad de actuación, especial-
mente todas aquellas medidas que tienen
como fin atraer los recursos económicos. Por
su parte, la función interna se expresa en las
actividades de gobierno y de control del per-
sonal para garantizar los servicios que presta
a la comunidad.
Para conocer el grado de integración-aisla-
miento de una entidad del Tercer Sector
Social con su entorno, un indicador muy utili-
zado y significativo es el que viene dado por el
análisis de la composición de sus órganos de
gobierno ejecutivo. Tal composición puede
variar en función de la diversidad de las orga-
nizaciones externas representadas o en rela-
ción al grupo social de pertenencia de los
miembros. Frecuentemente, la relación con el
ambiente exterior es descrita en términos de
captación selectiva. Ello significa que, por
una parte, las entidades del Tercer Sector
Social tienden a seleccionar los miembros de
los propios órganos directivos entre los expo-
nentes de las élites políticas, sociales y econó-
micas de la comunidad o territorio de referen-
cia; y, a su vez, las personas seleccionadas
presentan afinidades respecto a los valores y
a la finalidad de la propia organización. Por
otra parte, dichas élites utilizan los órganos
de dirección para intercambiar informacio-
nes, establecer acuerdos, crear alianzas
(reforzando de esta manera la cohesión del
grupo), o bien como instrumento para mejo-
rar la propia imagen social y la propia repu-
tación en la comunidad.
Por lo que respecta a las dinámicas inter-
nas de las organizaciones del Tercer Sector
Social, ofrece un especial interés la relación
entre órganos de dirección y directivos técni-
cos. Una relación que puede ser descrita como
una interacción dinámica, lo que significa
estar en situación de afrontar la tensión,
siempre presente, entre ambos polos para
alcanzar la construcción de un pacto de
mutua confianza.
68 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
SUMARIO
SUMARIO
ISABEL DE LA TORRE PRADOS
Además a nivel interno se producen dos
líneas paralelas de autoridad: a) del órgano
máximo de gobierno a los niveles operativos y
b) de los profesionales a los voluntarios.
Sobre las cuestiones mencionadas en rela-
ción a la acción de gobierno externa e interna
de las entidades del Tercer Sector Social exis-
te una literatura especializada, que puede ser
resumida en los siguientes apartados (Young
et alia: 199326):
1. Planificación estratégica del gobierno.
Aquí vienen sometidos a examen los
mecanismos a través de los que las enti-
dades del Tercer Sector Social ponen a
punto sus objetivos de largo plazo, a la
par que conservan la integridad de la
organización (se analizan las activida-
des de los órganos de gobierno y la
actuación de los directivos y mandos
intermedios). El principio básico a
seguir es el de transparencia a nivel
interno y en la comunicación externa.
2. Dirección ejecutiva. En este apartado se
agrupan los estudios sobre los procedi-
mientos y las medidas instrumentales
que los directivos de estas organizacio-
nes consideran operativos para el des-
arrollo de las políticas y las orientacio-
nes generales (las figuras clave son: el
patronato o junta directiva, el comité
permanente, los directivos técnicos, los
mandos intermedios y todos los que tie-
nen alguna responsabilidad en la ges-
tión de la entidad).
3. Gestión de los recursos financieros. El
problema de la disponibilidad económi-
co-financiera que caracteriza a estas
organizaciones, unido al carácter pecu-
liar de sus fuentes de financiación, obli-
ga al desarrollo de técnicas de gestión y
26 YOUNG D. R., HOLLISTER R. M., HODGKINSON V. M.
y otros (1993), Governing, Leading, and Managing Non-
profit Organizations, Jossey-Bass Publishers, San Fran-
cisco.
de recogida de fondos muy específicas
(la atipicidad y, al mismo tiempo, la
peculiaridad de las medidas a emplear
deriva de la necesidad de encontrar un
equilibrio entre las entradas, ya que
presentan exigencias de gestión no
siempre conciliables: financiación
pública, donaciones y contribuciones
privadas, cuotas asociativas, ingresos
procedentes de actividades mercantiles
puntuales). El principio de transparen-
cia en este caso se aplica a la rendición
de cuentas.
4. Gestión de las personas. En función de
las características estructurales de
estas organizaciones, que las configu-
ran como organizaciones de alta inten-
sidad del trabajo, la gestión del perso-
nal resulta ser uno de los aspectos cru-
ciales de la administración (bajo esta
categoría se incluyen las técnicas enca-
minadas a la gestión del personal con-
tratado, del personal voluntario y de los
colaboradores externos).
5. Gestión estratégica del cambio. Una
considerable serie de presiones exter-
nas influyen de manera decisiva en las
entidades del Tercer Sector Social. En
buena medida, se encuentran afectadas
por influencias institucionales y funcio-
nales del ambiente organizativo en que
actúan. En concreto, las entidades del
Tercer Sector Social se encuentran sub-
ordinadas a los cambios del contexto
legal-administrativo, a las mutaciones
del clima político-social, a los desafíos
derivados del cambio social, a las inno-
vaciones procedentes del campo meto-
dológico y profesional.
Respecto a los objetivos y a las funciones
de los dirigentes de las entidades del Tercer
Sector Social, se puede incluso hablar de dos
cometidos de la dirección asumidos a nivel
personal: por un lado, el dirigente se encuen-
tra realizando un rol emprendedor en cuanto
iniciador de nuevos programas o a través del
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91 69
SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
desarrollo de nuevos recursos y por otro lado,
recae sobre él la responsabilidad de la gestión
del personal con los supuestos de la misión
establecida en el origen fundacional y la obli-
gada adaptación de la entidad a la evolución
experimentada en el entorno.
5. A MODO DE SÍNTESIS
El crecimiento experimentado por las enti-
dades del Tercer Sector Social en España
refleja el dinamismo de la sociedad civil y la
vigencia de los valores solidarios, ya que des-
arrollan actuaciones dirigidas a grupos vul-
nerables de población, que son reconocidas de
interés general y se vinculan a diferentes fun-
ciones sociales. El reconocimiento de estas
funciones por parte de la sociedad permite un
efecto de retroalimentación entre las entida-
des como agentes sociales, y la sociedad que
recibe los beneficios de su actuación, a través
de la acción social de las entidades, pero tam-
bién a través del propio fomento de la partici-
pación ciudadana y las distintas vías de vin-
culación: voluntariado, profesional remune-
rado, miembro activo, miembro cotizante, y
vinculación puntual.
El examen de las características organiza-
tivas de las entidades no lucrativas y espe-
cialmente su rasgo más significativo, que es
la presencia de personal voluntario, muestra
su plural influencia en la configuración de
sus estructuras organizativas y la dificultad
de establecer modelos de gestión y gobierno
para organizaciones tan heterogéneas. Aún
así, la creciente exigencia de profesionalidad
en la administración y gestión de los recursos
y la garantía de calidad en los servicios reali-
zados requiere una selección de propuestas
específicas y una relación de los temas cen-
trales, que afectan a la gestión y al gobierno
de estas entidades, con el propósito de orien-
tar la toma de decisión y el seguimiento de
sus objetivos.
Las orientaciones en la gestión se centran
en tres grandes apartados: Planificación y
organización, gestión de los recursos econó-
mico-financieros y gestión de las personas.
Por lo que se refiere al gobierno de estas enti-
dades, basado en el principio de transparen-
cia a nivel interno y externo, hay tres aparta-
dos de especial consideración, los dos prime-
ros son de carácter externo: a) la rendición de
cuentas del ejercicio presupuestario progra-
mado y b) la información periódica de las
actividades realizadas a través de las Memo-
rias, Informes y Página Web; el tercer apar-
tado es de carácter interno: c) la información
participativa y democrática de los procedi-
mientos seguidos en el ejercicio de las activi-
dades.
La gestión y el gobierno de las entidades
del Tercer Sector Social garantizan su per-
manencia y el reconocimiento de sus funcio-
nes sociales reforzando su identidad institu-
cional y su imagen pública como resultado de
su proyección y la valoración positiva de sus
actuaciones y servicios27. La adecuada ges-
tión y el buen gobierno de las entidades no
lucrativas se basan en la coherencia entre su
misión fundacional y la eficacia y calidad del
servicio prestado a los grupos usuarios de sus
funciones sociales. Desde esta perspectiva, la
búsqueda de la excelencia en la gestión y el
gobierno de las entidades del Tercer Sector
Social refuerza su identidad institucional y
favorece la cohesión de toda la sociedad.
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70 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN 91
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SUMARIO
SUMARIO
INFORMES Y ESTUDIOS
RESUMEN El objetivo del artículo es ofrecer un análisis descriptivo de los rasgos más sobresalientes
de las entidades del Tercer Sector Social en España, tanto desde el punto de vista de sus
características organizativas como de su gobierno y gestión, a partir de las funciones socia-
les que desempeñan estas entidades y su creciente protagonismo en nuestra sociedad
durante las tres últimas décadas. Los cinco elementos básicos que se vinculan a las orga-
nizaciones no lucrativas (Salamon y Anehier: 1992 a y 1993 b): carácter privado, principio
de no distribución de beneficios, movilización de recursos voluntarios, estructura organi-
zativa formal y capacidad de autonomía y gobierno caracterizan sus componentes organi-
zativos y condicionan sus formas específicas de gobierno y gestión.
Palabras clave: Tercer Sector Social, estructuras organizativas, modelos de gestión,
buen gobierno, imagen pública.
ABSTRACT This paper aims to offer a descriptive analysis of the most distinguishable features of the
entities composing the Social Third Sector in Spain from the point of view of both their
organisational features as well as their governance and management characteristics, and
starting at the social functions they develop and their growing presence in our society in
the last three decades. The five main basic elements linked to non-for-profit organisations
(Salamon and Anehier, 1992a and 1993b) –private nature, the non-benefits sharing prin-
ciple, mobilising voluntary resources, formal organisational structure and capacity of
autonomy and governance– characterise their organisational components and determine
their specific way of governance and management.
Key words: Social Third Sector, organisational structures, management models, good
governance, public image.
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