Mujeres gitanas y mercado laboral: mecanismos para superar su triple exclusión

CargoProf Dpto Sociología y Análisis de las Organizaciones, Invest FI y Miembro Asoc. Gitana de Mujeres Drom Kotar Mestipen
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Introducción

El proyecto WORKALÓ, en el marco más amplio del estudio que desarrolla sobre comunidad gitana y mercado laboral en la Sociedad del Conocimiento, ha abordado también la cuestión de la mujer gitana. Tras el análisis realizado en el proyecto, emergen dos constataciones muy importantes:

1) la mujer gitana sufre una triple discriminación (por ser mujer, por ser gitana y por no tener titulaciones académicas); y

2) las mujeres gitanas están luchando activamente por su derecho a una formación de calidad que les permita superar esta discriminación.

A partir de estas realidades, el presente artículo pretende exponer la situación de las mujeres gitanas en el actual mercado de trabajo y, para ello, en primer lugar se explica en qué consiste su triple exclusión. El segundo apartado se dedica a la imagen de la mujer gitana en la sociedad y a los estereotipos que actúan como barreras para su inclusión. En el tercer apartado se trata el movimiento de mujeres gitanas, que está reivindicando y trabajando para superar estas barreras en cualquier ámbito. Finalmente, en la última parte del artículo se recogen algunas propuestas concretas que las asociaciones gitanas están llevando a cabo en esta misma dirección.

Triple exclusión de las mujeres gitanas

Si la comunidad gitana en general ha estado tradicionalmente excluida de la sociedad, las mujeres gitanas se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad.

Su condición de género, al tiempo del resto de mujeres las aboca a una situación desigual respecto a los hombres dentro y fuera de su comunidad. Además del género y el origen étnico, en las mujeres gitanas se añaden diferentes factores o niveles de discriminación, como por ejemplo el bajo nivel de formación académica de un alto porcentaje de ellas -causado por la exclusión en el acceso a una educación de calidad-. Ante esta realidad, la mujer gitana es uno de los grupos sociales que con mayor intensidad está sufriendo discriminación en todas las esferas de la sociedad. Abordamos a continuación las barreras que provocan la exclusión en torno a cada una de las tres variables: género, origen étnico y nivel académico.

Por ser mujer

La desigualdad que sufren las mujeres se refleja en diferentes ámbitos de la sociedad, siendo el mercado de trabajo uno de los que la hacen más visible. Por ejemplo, las mujeres perciben menor salario que los hombres por desempeñar las mismas ocupaciones, ocupan cargos de menor responsabilidad o cualificación - aún con el mismo nivel académico, e incluso en numerosas ocasiones, con un currículum vitae más competitivo-. Por otra parte, se dificulta enormemente la promoción en sus puestos de trabajo, aunque estén sobradamente preparadas1.

En la mayor parte de los casos, la responsabilidad de todas las consecuencias de la maternidad continua siendo mayoritariamente de la mujer, y por tanto, las repercusiones negativas que se derivan desde ciertas perspectivas empresariales, también. Las mujeres gitanas tampoco se escapan a ésta, incrementándose las barreras por el imaginario de las personas contratantes sobre la familia gitana y su concepción de la maternidad como un valor en sí mismo.

Por ser gitana

La historia del pueblo gitano está marcada por la exclusión, incluso en nuestros días. Después de más de seis siglos de convivencia en el Estado Español y en general en Europa sigue siendo víctima de persecuciones físicas, culturales y políticas e intentos de asimilación, menospreciando su cultura y negando sus interesantes aportaciones a la sociedad mayoritaria. Si el riesgo de la invisibilidad o de la marginación se extiende a toda la comunidad gitana, en el caso de las mujeres esta situación se acusa especialmente.

En todas las culturas las mujeres son el grupo social que más se resiente de las tensiones y transformaciones sociales. De este modo, el riesgo de sufrir pobreza, analfabetismo, racismo, etc. que afecta frecuentemente a la comunidad gitana es mayor entre sus mujeres, ya que se sitúan en una posición de clara desventaja -como ilustra la política de esterilización en Eslovaquia dirigida a mujeres gitanas y recogida en el informe realizado en 2002 por el Centro de Derechos Reproductivos y «Poradna Pre Obcianske a Ludské Práva» en colaboración con la Investigadora Ina Zoon-.

Si las diferencias en la inserción laboral, en el reconocimiento de las capacidades profesionales y en los derechos laborales entre hombres y mujeres son aún importantes, también existen diferencias significativas entre mujeres de distintos grupos étnicos.

Partiendo de la investigación llevada a cabo en WORKALÓ, se observa a través de algunos de los relatos comunicativos de vida cotidiana como las posibilidades para el acceso regular al mercado de trabajo se reducen para las mujeres gitanas:

Después de un proceso de formación de un programa de garantía social, de peluquería, salen ofertas de trabajo, ¿no? Entonces se presentan nuestras alumnas (que ya no eran alumnas, ya eran profesionales de la cuestión) y entonces directamente la empresaria de peluquería les dice «¡Ay!, Lo siento mucho, pero no te puedo coger. No te puedo coger porque aquí nos interesa gente que no sea gitana, porque ni siquiera con una bata lo disimulas» (GA1/85).

Ejemplos como éste ponen de manifiesto la existencia de actitudes racistas explícitas e implícitas en el mundo laboral que están frenando el acceso de personas gitanas al mismo. En una sociedad donde la imagen cobra especial relevancia en los puestos de trabajo relacionados con el público, las mujeres gitanas tienen que hacer frente, además de las dificultades ya mencionadas, a las barreras del racismo que asocia -en el imaginario social- algunos rasgos característicos de su origen étnico con numerosos y muy negativos estereotipos.

Por ser mujer no-académica

Las mujeres gitanas pertenecen a una cultura de antigua tradición oral, que en el estado español se ha ido incorporando progresivamente de manera global al sistema educativo en los últimos veinte años. Por tanto, la comunidad gitana tradicionalmente no ha accedido de forma mayoritaria al mundo de la academia.

Como ya sabemos, la formación es una de las claves para la incorporación y promoción en el mercado laboral. Este hecho es también una realidad más para la comunidad gitana y su relación con la ocupabilidad. Si bien antes era posible sostener una familia con una inserción irregular o esporádica en el mercado de trabajo, en la...

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