Generalización del conflicto: la guerra en Bosnia

AutorJosé Ángel López Jiménez
Páginas41-50

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A principios de 1992 se puede considerar que la contienda militar, paramilitar y civil en Croacia finalizaba toda vez que, tanto croatas como serbios, daban por bueno los territorios que controlaban en ese momento. Pero el 29 de febrero se celebró un referéndum sobre la independencia de la republica, que el Parlamento de Bosnia-Herzegovina había convocado sin el apoyo de los serbios. La independencia se proclamó el 5 de marzo y se desataron los primeros combates de inmediato, con el detonante del asesinato de un serbio durante la celebración de una boda.

El nivel de fragmentación de las unidades militares en los diversos contendientes fue muy elevado. A los respectivos ejércitos regulares había que añadir el abanico de milicias de voluntarios de las distintas etnias, los diferentes grupos paramilitares -en algunos casos auténticos mercenarios durante el conflicto-, las unidades formadas por voluntarios y -formalmente- la ausencia del ejército yugoslavo que se había replegado de Bosnia-Herzegovina después de la declaración de independencia.

La complejidad de este conflicto, dirimido a tres bandas, ha sido minuciosamente descrita por analistas internacionales -políticos y militares-, corresponsales de guerra, historiadores y literatura en general.56Choque de tres etnias, tres religiones, tres lenguas y culturas antagónicas que representaban un microcosmos, a nivel republicano, de lo que globalmente había representado la federación yugoslava.

La tensión interétnica se iba a polarizar alrededor de aquellos territorios reivindicados por las mayorías étnicas residentes en ellas. Así, incluso con anterioridad al inicio del conflicto, se había autoproclamado ya la Comunidad Croata de Herzeg-Bosnia -el 18 de noviembre de 1991- y la República de Sprska -República Serbia de Bosnia, el 9 de enero de 1992-.

La división étnica de la población en Bosnia era la siguiente: bosnios 43,7%, serbios 31,3%, croatas 17,3 % y yugoslavos 5,5%. Sin embargo, la distribución territorial no era homogénea, proporcional ni uniforme a estos porcentajes poblacionales. Por tanto, el peligro para los bosnios de quedar en manos de una dirección serbia en el seno de una Yugoslavia reducida -tras las independencias de Croacia y Esloveniaestaba muy latente. Además estaba presente la experiencia de lo sucedido en Croacia en las diferentes pugnas por el control de los enclaves territoriales de cada minoría y la manera en la que esto se podría reflejar en un entramado tan complejo como el de Bosnia-Herzegovina.

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No se trataba únicamente de la observación de la experiencia previa; Radovan Karadzic -líder de los serbios de Bosnia- ya amenazó a Izetbegovic -el presidente de Bosnia-Herzegovina- con el aniquilamiento y el exterminio de los musulmanes si la independencia de la república era declarada.57Incluso, durante sus alegaciones en el juicio celebrado en el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia en el mes de marzo de 2010, continuó lanzando soflamas sobre el peligro potencial que suponía el proyecto de construcción estatal de un proyecto musulmán en el corazón de Europa. Como, según él, a pesar de las concesiones realizadas para establecer una convivencia pacífica con los musulmanes bosnios y con la población croata, la guerra era un proyecto bosnio planificado con anterioridad a las soberanías de las otras repúblicas por lo que tuvieron que acogerse a "la legítima defensa del pueblo serbio y el derecho a defender su territorio y explicó que intentó poner orden en el caos pero el caos no es posible de controlar".58Lo cierto es que, los informes de los principales observatorios internacionales en materia de derechos humanos alertaban ya en 1992 y 1993 sobre la extensión y la magnitud de las violaciones realizadas en este ámbito:

"La guerra a gran escala, marcada por la apabullante brutalidad infligida sobre la población civil y las violaciones extremas del derecho internacional humanitario que han sido intensas en Bosnia-Herzegovina desde principios del mes de abril de 1992. Los malos tratos en las detenciones, la toma de rehenes y prisioneros y el pillaje en las propiedades de la población civil están ampliamente extendidos. Las garantías más básicas para intentar proteger a la población civil y a las instalaciones sanitarias han sido ignoradas flagrantemente. El uso indiscriminado de la fuerza por las fuerzas serbias ha ocasionado excesivos daños colaterales y pérdida de vidas de civiles. La política de "limpieza étnica" se ha concretado en ejecuciones sumarias, desapariciones, detenciones arbitrarias, deportaciones y desplazamientos forzosos de cientos de miles de personas por razones de religión o nacionalidad. En suma, la extensión de la violencia y el hecho de que su objetivo se oriente por causas étnico/religiosas plantea la cuestión sobre si está teniendo lugar un genocidio".59El denominado Ejército Popular Yugoslavo se fue convirtiendo paulatinamente en un bloque étnico casi homogéneo, después de sucesivas purgas entre los mandos militares. Hasta el punto que, a finales de 1991, cerca del 90% de los mismos eran serbios.60

Este aspecto resultó finalmente decisivo a la hora de la provisión de armamento a la

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población civil serbia. Circunstancia que favoreció la extensión y generalización del conflicto entre amplios segmentos de la población ampliando las políticas de exterminio, expulsiones, asimilaciones de la población bosnio-musulmana. En definitiva, la consecución de la estrategia de limpieza étnica.

A pesar de la teórica retirada de las fuerzas militares yugoslavas de Bosnia-Herzegovina desde el mes de mayo de 1992, gran parte de sus mandos militares y de su infraestructura de guerra permaneció en el territorio bajo el manto de las fuerzas paramilitares serbias de Bosnia. De esta manera la extensión e intensidad de las agresiones unilaterales hacia la población civil bosnia dotó al conflicto de una imagen de contienda civil interétnica cuando, inequívocamente, nos encontrábamos ante una política premeditada, proyectada y ejecutada -nada incontrolada- por parte de los líderes políticos serbios de Bosnia con el soporte militar de las -todavía- fuerzas armadas federales. Con un objetivo explícito: la consecución de un territorio mayoritario de pureza étnica serbia en un Estado bosnio independiente, aunque más de iure que de facto.

En el proceso a Dusan Tadic que, junto con el de Krstic, han pasado a constituir uno de los más relevantes por sus sentencias condenatorias por la comisión de crímenes contra la humanidad y de genocidio respectivamente, el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia desestimó su incompetencia para juzgar el caso. El argumento de la defensa pretendió calificar como conflicto político una agresión armada en la que se reconoció la participación de infantería del ejército yugoslavo.61Sin embargo, la impunidad exhibida por los ejecutores de las prácticas de limpieza étnica en el territorio bosnio desde 1992 ha quedado suficientemente demostrada en los años posteriores a través de miles de testimonios, publicaciones y, especialmente, del trabajo todavía en curso realizado por la Corte Penal.

Por desgracia las numerosas evidencias conocidas ya desde ese mismo año 1992 sobre las operaciones de limpieza étnica desplegadas por policía, fuerzas regulares y paramilitares serbios no consiguieron evitar, en último término, el episodio final de Srebrenica tres años después. Lo que de manera evidente nos hace plantearnos la evitabilidad de este sangriento episodio en la reciente historia de Europa. Los nombres de ciudades y enclaves bosnios que estaban padeciendo este salvajismo xenófobo planificado empezaban a desfilar por los medios de comunicación: Sijekovac (marzo de 1992), Bijeljina (1 y 2 de abril de 1992), masacres en Foca (abril de 1992-enero de 1994), Visegrad (1992), masacre de Prijedor (1992), Zvornik (1992-1995), Snagovo (29 de abril de 1992), Glogova (9 de mayo de 1992), Cemerno (10 de junio de 1992), Ahatovici (14 de junio de 1992), Barimo (2 de agosto de 1992), Sjeverin (22 de octubre de 1992). Lista interminable si se añaden los que sucedieron en los tres años siguientes hasta la finalización del conflicto en Bosnia. A la que habría que añadir el trágico...

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