La Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios: una institución importante y útil

AutorLuis Fernando Crespo Montes
Páginas114-119

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Se ha contado muchas veces que los Consejos de Ministros presididos por Franco eran agotadores, tanto por su larga duración (en jornada de mañana y tarde, y a veces se prolongaban bien entrada la noche) como por la manera de tratarse los asuntos. No era inusual que los Ministros se enzarzaran en pesadas discusiones sobre el contenido material de algunos preceptos que aparecían en las disposiciones de carácter general que iban a ser aprobadas.

Esta manera de celebrar los Consejos de Ministros tenía una explicación: en ellos normalmente no se hablaba de política. En general, se deliberaban y decidían cuestiones puntuales y concretas, por mucha trascendencia que tuvieran, que proponían los Ministerios. Se podía decir que el Consejo de Ministros era incapaz de cualquier abstracción.

Por eso cuando Adolfo Suárez forma Gobierno e inicia la transición siente la necesidad de cambiar el formato de estas reuniones. Ni que decir tiene que en ese momento sí es necesario hablar de política en el Consejo de Ministros.

En cambio, las observaciones manifestando reparos a la redacción de un determinado artículo de una disposición de carácter general, pasan a segundo plano. Ahora lo principal es hablar de otras cuestiones eminentemente políticas, como es el futuro de España.

a) Algunos precedentes interesantes

Una de las reformas orgánicas contenidas en el Decreto-ley de 25 de febrero de 1957, incorporada después a la Ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado, que pasó más inadvertida o que tardó más en ponerse en práctica, fue la posibilidad concedida al Gobierno para que constituyera Comisiones de Subsecretarios.

Surgen, pues, en el plano normativo para llevar a cabo reuniones plenarias o restringidas «para realizar conjuntamente labores preparatorias de las deliberaciones de los Ministros». Pero también con funciones decisorias: «para resolver asuntos de personal u otros de carácter administrativo que afecten a varios Departamentos y no sean de la competencia del Gobierno».

Como ya se ha visto, en julio de 1963 se creó la Comisión Superior de Personal, integrada mayoritariamente (aunque no exclusivamente) por los Subsecreta-

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rios de los Ministerios civiles, pero con unas facultades específicas de naturaleza consultiva, de propuesta y orientación de la política para este ámbito de la Administración del Estado. En un determinado momento pudo considerarse como el órgano encargado de preparar las decisiones formales del Consejo de Ministros en la materia, por cuanto sus informes sobre proyectos de decreto relativos a personal eran seguidos al pie de la letra cuando eran aprobados por el Gobierno. De hecho, ejercía de manera desconcentrada las funciones que correspondían a éste.

La única Comisión de esta naturaleza que se creó expresamente fue por Decreto de 10 de octubre también de 1963, y se denominaba Coordinadora de Transportes. Estaba presidida por el Ministro Subsecretario de la Presidencia, como preceptuaba la propia Ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado, y formaban parte de la misma los Subsecretarios de Obras Públicas, Aviación civil y de la Marina Mercante, pudiendo ser convocados a las reuniones los de Hacienda, Gobernación, Industria, y Turismo; y el Comisario del Plan de Desarrollo Económico y Social, que ya se ha dicho que tenía categoría de Subsecretario. La Comisión no celebró más de un par de reuniones.

b) Su origen

Pero la idea de constituir una Comisión, primero sólo de Subsecretarios, para preparar las reuniones semanales del Consejo de Ministros, en una versión muy parecida a la actual, surge en octubre de 1976 (la primera reunión tiene lugar el día 28) con el primer Gobierno de Adolfo Suárez.

Como ya se ha dicho, las reuniones del Gobierno se politizan, valga la obviedad. Ya no se trata principalmente de ir analizando sobre la marcha las observaciones enviadas por los Ministerios a los proyectos de...

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