La tercera generación de normas regulatorias en telecomunicaciones
| Autor | Juan Miguel De La Cuétara Martínez |
| Cargo | Ariño y Asociados. Abogados |
| Páginas | 11-28 |
Ponencia en el Primer Congreso Iberoamericano de Regulación. Santiago de Chile, 2005.
1. Un sector que se mueve rápidamente.
La «Velocidad Internet» es sinónimo de rapidez. Hoy nadie lo discute. E Internet es el fenómeno representativo por excelencia de las telecomunicaciones contemporáneas. En ellas ha habido un desarrollo explosivo de la telefonía celular y una rápida aceptación de innovaciones (SMS, Transmisión de fotografía digitalizadas...) características de un sector que se mueve a extraordinaria velocidad.
2. Con los mismos problemas de todos los basados en redes.
El formidable dinamismo de las telecomunicaciones ha puesto de relieve la existencia en este sector de múltiples problemas relativos, entre otras cosas a la interconexión, el acceso a las redes, su despliegue territorial, las inversiones etc. En ellas se han puesto a prueba diversas soluciones y se han comprobado sus efectos. Muchos los problemas abordados derivan de la estructura en red de este sector y son comunes a todos los que operan sobre redes.
3. Los demás sectores pueden y deben aprovechar las experiencias del más dinámico.
La observación de los aciertos y fracasos producidos en el sector de las telecomunicaciones permite apreciar, en el plazo de pocos años, lo que en otros sectores como el eléctrico o el gasístico llevaría décadas observar. De ahí, el interés de las telecomunicaciones como laboratorio de regulación, y, de ahí también, la utilización en esta ponencia de las telecomunicaciones como muestra de la sucesión de generaciones regulatorias, que también será, aunque más lentamente, en otros sectores.
1. En todo sector tecnológico hay saltos que dan lugar a «generaciones» de productos y servicios.
Ya que hablamos de utilizar las telecomunicaciones como campo de observación, comencemos por un terreno donde la sucesión Page 14 de generaciones es muy clara: la telefonía celular. en ella están perfectamente establecidas las tres generaciones siguientes: 1.ª) analógica; 2.ª) digital de banda estrecha; 3.ª) digital de banda ancha. Son generaciones tecnológicas, esto es, de sustitución de una tecnología por otra, pero universalmente reconocidas; tanto es así que a la nueva telefonía celular digital de banda ancha se le conoce como de tercera generación o, abreviadamente, «3G».
2. Un hecho relevante identifica cada generación.
Sin entrar en demasiado tecnicismo, es claro que la sucesión de generaciones se activa cuando aparece un hecho tecnológico de la suficiente relevancia; en nuestro caso, han sido los estándares de telefonía celular GSM o UMTS los causantes de la aparición de las dos últimas generaciones de comunicaciones personales inalámbricas.
3. Estos hechos no son sólo tecnológicos; pueden ser también económicos o jurídicos y, por tanto, regulatorios.
Ahora bien, junto a las innovaciones tecnológicas, otros hechos pueden activar el nacimiento de un nuevo tipo de actividad y, con él, de una nueva generación de servicios. Estos hechos pueden ser de tipo económico, comercial, o jurídico y, a lo que ahora importa, regulatorios. Un buen ejemplo es el concepto de «servicios de valor añadido» (SVA), cuya aparición dio lugar a toda una nueva generación de servicios que corrían por las redes de los monopolios telefónicos con los que se inició la liberalización de las telecomunicaciones.
4. PRIMERA. La construcción de los grandes monopolios telefónicos.
Entrando ya en materia, debo decir que la primera generación regulatoria de las telecomunicaciones estuvo compuesta por el conjunto de normas que declaró el monopolio de la telefonía en los distintos países. Tales normas eran necesarias para superar la incompatibilidad de sistemas locales y para conseguir una Red, una empresa, una tecnología y unos servicios idénticos en todo el Es-Page 15tado. Naturalmente, llevaron consigo una regulación intensiva del monopolio telefónico.
5. SEGUNDA. Liberalización y regulación para la competencia.
La segunda generación es la que arranca con los servicios de valor añadido y lleva a la liberalización completa del sector. Se caracteriza por la pluralidad de servicios, libre entrada en redes, y una amplia utilización de la infraestructura heredada. En ciertos casos se aplican técnicas de regulación asimétrica destinadas a compensar el exceso de poder del operador dominante procedente de la etapa anterior y, en general, se califica esta etapa como de «regulación para la competencia».
6. TERCERA. Pluralidad de redes en competencia.
La tercera y última generación, que en estos momentos está emergiendo, se caracteriza por una amplia, plena y libre iniciativa en redes y servicios, conducente a un amplio abanico de redes de nuevo diseño, variadas e interconectadas configuradoras de mercados maduros de telecomunicaciones. La globalización, la convergencia y una regulación mínima se refuerzan mutuamente para crear la pluralidad de redes en competencia propia de esta tercera generación.
En el apunte que acabo de presentar, la regulación de cada etapa ha resultado cualificado por un adjetivo: así, ha habido una regulación inicialmente «intensa» que, tras pasar por una regulación «asimétrica», se convierte finalmente en una regulación «mínima». Conviene precisar este último concepto, en cuanto los dos anteriores son fácilmente reconocibles en lo que tenemos a nuestro alrededor.
7. Regulación de estándares.
Una regulación mínima debe tener como contenido principal el establecimiento de los necesarios estándares técnicos que garanti-Page 16cen la interconexión e interoperabilidad de las redes y, en definitiva, la posibilidad de prestar servicios de telecomunicaciones.
8. Derechos de interconexión y acceso previo examen de su necesidad.
En cuanto se trata de una industria en red, esta regulación mínima debe incorporar también los derechos y obligaciones relativos a la interconexión y acceso a redes, estableciéndolos cuando se compruebe la inexistencia de alternativas; el carácter irrepetible de los elementos de red o facilidades de que se trate; y que los efectos sobre la inversión en la red de estos accesos no serán negativos.
9. Servicio universal neutral a efectos competitivos.
Las telecomunicaciones contemporáneas tienen un notable interés público, cuya expresión más palpable es la necesidad de un servicio universal de telecomunicaciones que satisfaga necesidades elementales de comunicación, como son las de poder hablar por teléfono, enviar o recibir faxes, conectarse a la redes de datos...
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