Reflexiones sobre la filiación ilegítima en Derecho español, de M. de la Cámara Alvarez.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas238-239

    DE LA CÁMARA ALVAREZ, M.: Reflexiones sobre la filiación ilegítima en Derecho español. Editorial Tecnos. Madrid, 1975.

A nadie se le oculta que la publicación que traemos hoy a recensión es o constituye el texto que el autor dijo, o mejor, leyó el día de su investidura como Académico de número de la Real de Jurisprudencia y Legislación. Por eso quiero copiar de una de las portadas del libro el propósito que sintetiza la idea del autor para luego contar la anécdota.

Dice esa portada: «Este libro responde a un propósito bien definido: establecer los presupuestos que, a juicio del autor, deben constituir la base de una reforma, prudente y equilibrada, de nuestro Derecho en materia de filiación ilegítima. Existe hoy un consenso, casi unánime, sobre la necesidad de que nuestra legislación sea modificada. No es sólo que la misma ni siquiera responde, en algunos puntos de vital importancia, a la tradición jurídica española, sino que repugna a la conciencia social, en la hora presente, que los hijos estén sometidos, por razón de su origen, a discriminaciones tajantes y radicales. Si bien la necesaria protección que es debida a la familia legítima obsta a la equiparación completa entre los hijos matrimoniales y los que no lo son.»

El ambiente era tenso, el hemiciclo estaba lleno. Llovía en la calle. El conferenciante me daba la espalda, pero el que había de contestarle lo tenía de cara. Era preciso saber más las reacciones del que iba a contestar, que los alardes expositivos del recipiendario. De la Cámara leía su discurso con la misma elegancia expositiva que las posturas que adopta jugando al tenis. Cuida el gesto, como cuida la postura. Fuenmayor, vestido de negro y con el solo adorno de su alzacuellos blanco, apretaba los labios en un alarde democrático de contención parlamentaria. De cuando en cuando tomaba unas pastillas sacadas de un estuche, mientras escuchaba atento y vigilante la lectura del discurso. Si entre conferenciante y contestatario no hubiera habido un espacio que el estrado de la Aca-Page 239demia impone, alguien hubiera dicho que se trataba del sacramento de una confesión. Y cuando todos esperaban la absolución, el Ministro del Señor, con el gesto dulce y la mirada serena, le decía al conferenciante: «Los hijos ilegítimos son, por definición, hijos nacidos fuera del matrimonio o contra el matrimonio. Olvidar este dato llevaría consigo consecuencas aberrantes, que sólo podrían encubrirse con la capa de un superficial...

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