La filiación adoptiva: De la edad moderna a la etapa codificadora

AutorManuel Baelo Álvarez
Páginas165-187
CAPÍTULO VII. LA FILIACIÓN ADOPTIVA: DE LA
EDAD MODERNA A LA ETAPA CODIFICADORA
1. INTRODUCCIÓN
En el presente Capítulo, analizaremos la evolución de la institución adop-
tiva (arrogación y adopción, ya sea ésta plena o menos plena) desde el Código
alfonsino (Siete Partidas) hasta su incorporación definitiva al Proyecto de
Código Civil de 1851 y al Código Civil de 1889, reproduciendo íntegramente
las opiniones doctrinales de los diferentes jurisconsultos y actores políticos de
la época (sin obviar, el estudio del significado y la utilidad de esta institución
en el contexto normativo y en el entorno social e histórico).
Para ello, explicaremos la transformación de las funciones y de los usos so-
ciales de la adopción, no como una institución estática sino dinámica (pasa de
ser un acto patrimonial, sucesorio y hereditario a un negocio jurídico familiar
publificado, para suplir la falta de hijos o descendientes) mediante el análisis
de las diferentes modalidades de adopción en la prensa, en las fuentes histo-
riográficas y en los Códigos legales (prohijamiento de expósitos, paternidad
adoptiva de hijos ilegítimos o bastardos y la adopción caritativa destinada al
consuelo y auxilio en la vejez”).
2. LA PATERNIDAD ADOPTIVA DE HIJOS ILEGÍTIMOS Y
BASTARDOS
La adopción como institución social (y no como acto jurídico) se mantuvo
en el fundamento familiar y sucesorio, siendo utilizada de forma fraudulenta e
ilícita por muchas familias, especialmente aquéllas que pertenecían a la aristo-
cracia, a la realeza o a la incipiente burguesía, para encubrir y legitimar hijos
bastardos, permitir que un extraño accediese a un título nobiliario a cambio
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de una contraprestación económica o asegurar la continuidad familiar y el
poder regio.
Entre la poderosa e influyente familia de los Medici, el novelista francés
Honoré de Balzac relata en su obra La Comedia Humana que Francesco I de
Medici (1541-1587) adoptó y nombró heredero a su hijo bastardo (llamado
Antonio) fruto de la relación que había mantenido con Bianca Cappello, siendo
el hijo de ambos «durante cuatro reinados como componente de la familia; se
granjeó el afecto de todos, prestó importantes servicios a la familia y fue univer-
salmente llorado».350
Las principales monarquías europeas utilizaron la paternidad adoptiva
con fines sucesorios y dinásticos, alterando el orden de sucesión y nombrando
a los hijos adoptivos como herederos de la Corona por su idoneidad u otras
circunstancias beneficiosas para sus intereses personales y patrimoniales.
Así, Luis I de Anjou, hijo del rey Juan II y hermano de Carlos V de Francia,
fue heredero por adopción de Juana I de Anjou-Sicilia, la sucesora al trono de
la dinastía Anjou. Para zanjar el problema sucesorio y oponer un rival pode-
roso a sus enemigos, Juana II de Nápoles adoptó a Alfonso V, rey de Aragón,
confiriéndole mediante el acto de adopción el Ducado de Calabria, aunque en
el año 1423 Juana II revocó la adopción a favor de Alfonso V y adoptó a Luis
III de Anjou como su hijo y sucesor dinástico.351 También el Emperador ruso
Iván VI (Iván Antonovich) fue adoptado por su tía abuela la Emperatriz Ana
I de Rusia que lo nombró heredero y sucesor de la dinastía Romanov el 5 de
octubre de 1740 con tan sólo dos meses.352
Para reglar la conducta moral de los ciudadanos, esta modalidad adopti-
va quizá haya sido la más perseguida y denostada (aunque tolerada entre las
más altas esferas de la sociedad) ya que «se podían tomar por hijos á los que
realmente lo sean habidos en uniones reprobadas por la ley, y temen que á su
sombra vengan á ocupar un lugar en la familia los que por ser fruto de impíos
y nefandos enlaces, están condenados á ser huérfanos desde su nacimiento: en
350
DE BALZAC, H. La Comedia Humana, Selecciones Editoriales, Barcelona, 1968, págs.
26-27; Sommario storico delle famiglie celebri toscane compilato da D. Tiribilli-Giuliani. Vol.
II, Francesco Galvani (editor), Firenze, 1862, pág. 9; PICCIOLI, A. I fatti principali della
storia di Toscana: Narrati ai giovani, Volume Secondo, Coi Tipi Calasanziani, Firenze, 1856,
pág. 346.
351
AGUADO BLEYE, P et al. Manual de Historia de España. Vol. I, Espasa-Calpe, Madrid,
1947, pág. 830; DE CAPMANY, A. Compendio cronológico histórico de los soberanos de
Europa. Primera Parte, Real Compañía de Impresores y Libreros, Madrid, 1784, pág. 202;
GUICCIARDINI, F. Historia de Florencia. 1378-1509, Fondo de Cultura Económica, México,
2006, pág. 473; MILÀ I FONTANALS, M. Manual de Historia de la Edad Media, Imprenta y
Fundición de Pons y C, Barcelona, 1849, pág. 60.
352
CHOPIN, J. M. Historia de la Rusia, Imprenta del Guardia Nacional, Barcelona, 1839,
pág. 161.

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