Evolución de los principios rectores de las operaciones de matenimiento de la paz
| Autor | Cristina Amich Elias |
| Páginas | 174-182 |
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Dejando el caso concreto, pero continuando con la repercusión de lo ocurrido en el sistema de Naciones Unidas, debemos partir de que los impactos sobre la población civil de los conflictos fueron en aumento, no sólo por enfrentarse a situaciones de desplazamientos, enfermedades, hambre y violencias esporádicas, sino también por convertirse directamente en un objetivo de las partes implicadas. La evolución de las situaciones de conflicto hacia una amplia diversidad de manifestaciones en las que los civiles se han convertido en target primario, o, como mínimo, en sujetos invisibles, utilizables y prescindibles, han aumentado exponencialmente, lo que, a su vez, es una más de las facetas de una nueva realidad.
Esta evolución de la situación fáctica, de la diversidad de amenazas a la paz y seguridad mundial, llevó a las Naciones Unidas a una reestructuración de su política y doctrina en el ámbito de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. Centrándonos en el tema que nos ocupa, la pregunta es, ¿lo sucedido en Srebrenica ha sido, al menos a nivel teórico, asumido, analizado y tenido en cuenta en dicho proceso?
Para dar respuesta a estas cuestiones vamos a comenzar analizando tres documentos centrales de ese proceso: el conocido como Informe Brahimi (2000), el Handbook on United Nations Multidimensional Peacekeeping Operations (2003) y la Doctrina Capstone (2008).
El Informe "Brahimi" es el resultado del panel formado a requerimiento del Secretario General, el 7 de marzo de 2000, y presidido por Mr. Lakhdar Brahimi, que fue Ministro de Asuntos Exteriores de Argelia. El objetivo del grupo de trabajo era, precisamente, revisar la actividad de la ONU y presentar claras recomendaciones para mejorar en el futuro.
El documento es, desde sus primeras líneas, claro y crítico, comenzando con la puesta en entredicho de la sempiterna imparcialidad de las operaciones de las Naciones Unidas. Así, señala el informe que:
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Cuando una parte en un acuerdo de paz viola sus condiciones en forma clara e indiscutible, de seguir tratando a todas las partes de la misma manera, las Naciones Unidas, en el mejor de los casos, caerán en la inoperancia y, en el peor, incurrirán en complicidad.
Del mismo modo, cuando el propio resumen ejecutivo destaca ya claramente la necesidad de que las unidades militares de las Naciones Unidas deben ser capaces de defenderse a sí mismas, y de defender a los demás componentes de la misión y a su mandato -"Las normas para trabar combate deben ser suficientemente sólidas y no deben forzar a los contingentes de las Naciones Unidas a ceder la iniciativa a sus atacantes"-, parece incuestionable que la experiencia de Srebrenica es uno, al menos, de los ejemplos en contrario a tener en cuenta para formular dicha conclusión.
La necesidad de mandatos claros y específicos en las funciones y de fuerzas sobre el terreno capacitadas es también continuamente mencionado, dedicándose toda una sección al tema "Mandatos claros, convincentes y viables". En dicha sección, no se duda en instar al Consejo de Seguridad a que se abstenga de establecer una misión en una situación peligrosa sino se van a dar instrucciones claras sobre su ejecución.
El Informe destaca avances positivos, como el deseo del Secretario General de ampliar la protección de los civiles afectados por conflictos armados y las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad con el fin de facultar explícitamente al personal de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz para proteger a los civiles que se encuentren en situaciones de conflicto son novedades positivas. En este sentido, el texto es claro al señalar que:
El personal de mantenimiento de la paz -contingentes o policía- que presencia actos de violencia contra civiles debería estar autorizado para poner fin a esos actos, de acuerdo con sus medios, en aplicación de los principios básicos de las Naciones Unidas y, como se indica en el informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre Rwanda, en consonancia con "la percepción y la expectativa de percepción y la expectativa de protección creada por la presencia misma", y que "si una operación recibe el mandato de proteger a los civiles, debe también recibir los recursos específicos necesarios para cumplir ese mandato.
Toda vez que una de las cuestiones más discutidas en el caso que nos ocupa fue que la obligación de proteger a la población civil como parte del mandato no estaba claramente establecida, el Informe no duda en ligar la "responsabilidad de proteger" y la "protección de civiles" sobre el terreno, cuando se indica que se deberá suponer que el personal militar o policial de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que sea testigo de actos de violencia contra civiles está autorizado a intervenir, con los medios a su disposición, en apoyo de los principios básicos de las Naciones Unidas:
A lo largo del tiempo, han sido numerosas las ocasiones en que las Naciones Unidas no han podido resolver eficazmente esos problemas. No obstante, una de las premisas fundamentales del presente informe es que deben poder hacerlo. Una vez desplegado, el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas debe estar en condiciones de cumplir su mandato de forma profesional y con éxito. Ello quiere de-
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cir que las unidades militares de las Naciones Unidas deben poder defenderse, defender a otros componentes de la misión y al mandato de ésta. Las normas para entablar combate no deben limitar la acción de los contingentes a respuestas proporcionales sino que deben prever réplicas que sirvan para silenciar una fuente de fuego mortífero dirigida contra los contingentes de las Naciones Unidas o contra la población que éstos deben proteger y, en situaciones particularmente peligrosas, no deben obligar a los contingentes de las Naciones Unidas a ceder la iniciativa a sus atacantes.
El grupo es claro en establecer que en estas operaciones la imparcialidad no es neutralidad, ni igualdad de tratamiento a todas las partes, sino cumplimiento de los principios de las Organización:
En ocasiones, las partes locales no están constituidas por elementos moralmente equiparables sino por un componente evidentemente agresor y otro evidentemente agredido, y el personal de mantenimiento de la paz puede no sólo tener una justificación operacional para utilizar la fuerza sino también...
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