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Jornadas sobre convergencia de medios. Telefónica, madrid, 13 y 14 de mayo de 2002

Estas interesantes jornadas contaron con la participación del Comisario Europeo para la Sociedad de la Información Erkki Liikanen, cuyo discurso inaugural, dada la trascendencia del mismo, pasamos a continuación transcribir íntegramente:

Buenos días, señoras y señores, señora Ministra, señor Presidente: Voy a empezar por dar las gracias a Telefónica y al Gobierno español en su carácter de Presidente de la Unión Europea por la iniciativa de convocar esta conferencia en el contexto de fortalecer las relaciones entre Europa y América.

Tengo la firme convicción de que la convergencia ofrece la oportunidad no sólo de acelerar y consolidar los desarrollos de una sociedad abierta y global, sino de establecer una relación a largo plazo entre nuestras regiones para construir esta sociedad.

Como dijo la Ministra, tuvimos una reunión muy interesante en Sevilla sobre la Sociedad de la Información hace un par de semanas. Tuvimos un elevado número de participantes a nivel ministerial de todos los países de la Unión Europea, América Latina y el Caribe. En esa reunión fue lanzado el nuevo programa @lis. @lis es un programa financiado por la Unión Europea para establecer el diálogo y la colaboración con América Latina y el Caribe sobre la Sociedad de la Información, centrado en la política y en la regulación, que también va a fomentar varios proyectos de innovación como e-gobierno, e-aprendizaje, e-salud y e-inclusión.

En esta reunión se aprobó una declaración, que se presentará a finales de esta semana en la Cumbre de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, aquí en Madrid. Esta declaración reconoce el potencial de las nuevas tecnologías de la información, como son la televisión digital, las comunicaciones móviles y otras tecnologías que podrían resultar del actual proceso de convergencia tecnológica, para proporcionar un amplio acceso a las aplicaciones y servicios de la Sociedad de la Información.

Como se ha confirmado en la reunión de Sevilla, la convergencia es el centro de los desarrollos de la Sociedad de la Información. Es un fenómeno que tiene muchas repercusiones tecnológicas, pero también tiene políticas, sociales y económicas. Como tal, es un tema esencial de trabajo en el ámbito de la política y el desarrollo de un marco regulador de la Unión Europea. Los avances tecnológicos asociados con la digitalización permiten a la sociedad disociar las redes de los tipos específicos de información como datos, voz, imágenes, etc. Y todos ellos pueden transportarse por un número creciente de redes y ser accedidos desde diversos terminales. Eso favorece la competencia en los mercados y también la innovación.

Estos desarrollos del mercado y de las tecnologías también tienen un gran potencial para promover la convergencia social y el bienestar colectivo, debido a que eliminan las barreras a la comunicación y facilitan el acceso generalizado a la información. En pocas palabras, el fenómeno de la convergencia tiene implicaciones que van más allá de las tecnologías de la información. La sociedad entera se transforma, en la manera en que las compañías se comportan y la sociedad interacciona.

Durante los últimos años, los medios han difundido esta visión de la convergencia y de la Sociedad de la Información. Ahora es el momento de distanciarnos y de diferenciar la realidad de las premoniciones.

En particular, existe el peligro de que ciertas partes del mundo queden excluidas de la Sociedad de la Información que está emergiendo, de modo que las diferencias sociales y regionales aumenten en lugar de disminuir. Me refiero a la denominada «brecha digital». El papel de las autoridades en este contexto deberá ser el de maximizar los beneficios y minimizar las desventajas.

Las autoridades deben distanciarse para hacer un análisis objetivo y establecer prioridades claras para conseguir metas a largo plazo que, en lo posible, no se vean afectadas por las fluctuaciones del mercado a corto plazo. Obviamente, este objetivo debe ser compatible con el de atraer la necesaria inversión del sector privado.

Me gustaría hablar un poco de la convergencia desde las perspectivas tecnológica y regulatoria. Actualmente el acceso a Internet consiste en conectar un ordenador a la red telefónica de baja velocidad o al ADSL o a la red de cable. A estos medios de acceso vemos que al menos se suman otras dos plataformas que pronto van a ser una realidad: la televisión digital y el terminal móvil. Europa ha adoptado el DVB como estándar en televisión digital. La televisión digital se puede transmitir vía terrestre, por cable o por satélite. El DVB puede hacer más que muchos de los otros protocolos, también puede funcionar de un transmisor a varios receptores, en casa, en el coche, en un tren, etc.

Dado que permite transmitir cualquier información en formato digital, no importa si la señal digital de vídeo está acompañada por datos como guías de programación o páginas de Internet. La distribución de datos y vídeo utilizando esta tecnología de difusión se llama «data casting». El DVB funciona mejor cuando suministra grandes cantidades de información a una gran audiencia.

El estándar europeo para la tercera generación de comunicaciones móviles es el UMTS. La «3G» transmite datos y voz de forma personalizada en ambos sentidos y a gran velocidad. Incluso puede transmitir «vídeo clips».

Por eso estas tres plataformas probablemente serán complementarias y no sustitutivas. Competirán, pero sobre todo se complementarán. Las redes asociadas, esto es, terrestre, móvil, satelital, par de cobre, fibra óptica, así como el acceso inalámbrico a las redes fijas, van a competir entre sí, pero muchas veces se van a complementar también.

Por tanto, ¿qué significa realmente la convergencia? Una característica importante es que desliga el contenido de las redes, es decir, el mismo contenido se puede suministrar por cualquier red. En la práctica, esto será posible sólo en un conjunto limitado de aplicaciones. ¿Por qué? Pues porque los usuarios y los terminales que ellos eligen utilizar en cada caso son tan distintos que requieren una presentación o empaquetado diferente para el mismo contenido. Así, por ejemplo, una televisión normalmente tiene menos resolución que un ordenador y una aplicación lucirá diferente en una pantalla de televisión interactiva y en un ordenador. La pantalla de un terminal móvil que es, lógicamente, mucho más pequeña, va a requerir una adaptación del contenido a las capacidades de la pantalla.

Otro aspecto importante de la convergencia es que asegura la coherencia del contenido, independientemente de la plataforma, aplicaciones o de las redes por las que se acceda a él. Gestionar un portafolio financiero desde el ordenador será muy diferente de hacer una transacción en tiempo real desde el teléfono móvil, pero seguirá siendo, de hecho, el mismo portafolio, el dinero.

Un tercer aspecto de la convergencia es que permite utilizar conjuntamente las tecnologías para proveer un valor añadido, cuando cada tecnología por sí sola no puede suministrarlo. Un ejemplo sería la unión del DVB con un canal de retorno UMTS o ADSL. En esta caso, el teléfono UMTS podría contener un receptor DVB. También uno puede imaginar un televisor digital que tuviera incluido un chip de UMTS. De este modo la difusión o «multicast» podría combinarse con una comunicación punto a punto. Sin duda, los emprendedores encontrarán muchas aplicaciones para explotar estas ventajas, pero requerirán modelos de negocio apropiados. Ese es uno de los grandes retos para los operadores de telecomunicaciones, encontrar modelos de negocio que tornen rentable su participación en el negocio, así como animar a los proveedores de contenidos a entrar en el mercado, mostrándoles que ellos también tienen una oportunidad.

El mundo de la convergencia tecnológica no es igual en todos los sitios, hay que hablar de convergencia en diversidad. Necesitamos un planteamiento coherente en este mundo emergente de la convergencia en la diversidad. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han tomado su decisión en Barcelona en marzo, cuando presentaron un plan de acción hasta el 2005. En la Cumbre de Barcelona se dijo que la Comisión y los Estados Miembros deben fomentar el uso de plataformas abiertas para dar libertad de elección a los ciudadanos para el acceso a las aplicaciones y servicios de la Sociedad de la Información, principalmente en lo referente a la televisión digital, la 3G móvil y a otras plataformas que la convergencia tecnológica puede proporcionar en el futuro.

Las razones que les han llevado a aprobar este plan de acción son tres. Primero, porque ésta es la base del futuro crecimiento económico. Estimula la innovación. Surgirán muchos...

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