La mujer en la «etapa de la nivelación». El feminismo en el pensamiento de Max Scheler

AutorMarta Albert Márquez
CargoUniversidad de Córdoba
Páginas181-203

    Comunicación presentada a las XVIII Jornadas de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Política, El feminismo en la filosofía jurídica y política contemporánea, Granada, 5 y 6 de abril de 2001.

Page 181

Quien ha pensado lo más profundo, ama lo más vivo.

Hölderlin

I Introducción: Scheler y el feminismo

No ignoro que «Scheler» y «feminismo» conforman un extraño dúo. Las razones del desconcierto que provoca este tándem responden, en mi opinión, a dos tipos de motivos distintos. En primer lugar, al predominio de una imagen superficial y estereotipada tanto del pensador alemán como del movimiento feminista. En segundo lugar, a la práctica ignorancia en la que permanece la aportación de Scheler a loPage 182 que hoy se conoce como «estudios sobre el género». Si ni siquiera El formalismo en la Ética goza de gran predicamento en los foros académicos, en esta época de apoteosis de los valores1, es fácil imaginar el olvido al que han sido relegados otros escritos schelerianos, como el breve ensayo sobre el sentido del movimiento feminista2. Pareja suerte corre el interés por el proceso de nivelación entre hombre y mujer plasmado en el texto de la conferencia sobre el futuro de la Humanidad3, del que nos ocupamos seguidamente, circunscribiéndonos, por tanto, al último periodo de la filosofía de Scheler4.

Con todo, quizá pueda afirmarse que Scheler y el feminismo algo tienen en común: y es que declararse hoy «feminista» puede resultar tan «retrógrado» como defender una objetividad en ética que no se haga acompañar del «edulcorante» adjetivo de «intersubjetíva». Si hay quien piensa que el feminismo ha perdido su razón de ser, y, por tanto, su actualidad, decididamente, Scheler no está en absoluto de moda5.

Page 183

A pesar de este hecho, el propósito de las páginas que siguen no es exclusivamente la exposición e interpretación de unas ideas relegadas al olvido. Creo que, además, podemos encontrar en ellas una orientación en la búsqueda de respuestas a los problemas que plantea la situación de la mujer en nuestra hora, la de la nivelación.

II La etapa de la nivelación

En orden a centrar la cuestión del feminismo en 1 pensamiento de Scheler, comenzaremos por explicar brevemente en qué consiste la «etapa de la nivelación», de la que el equilibrio entre hombre y mujer es un capítulo esencial.

Rondando los años treinta del pasado siglo, Scheler defendió, en su conferencia sobre el futuro de la Humanidad, la tesis de que nos aproximábamos a una etapa de nivelación, de igualdad, de equilibrio. «Si tuviera que colocar sobre el portal de la etapa universal entrante un nombre que expresara su tendencia fundamental, únicamente consideraría adecuado el de "nivelación".»6

La «igualación» de la que hablamos afecta a distintos órdenes: Scheler se refiere expresamente a un futuro equilibrio entre el principio vital y el espiritual; entre las formas de vida y de espiritualidad occidentales y orientales; a una nivelación de la tirantez política y cultural dentro de Europa, en la que habremos de presenciar la igualación entre capitalismo y socialismo; nivelación entre vejez y juventud (en lo que se refiere a su influencia en la sociedad); equilibrio entre la consideración que se debe al trabajo manual y al intelectual. «Nivelación de casi todos los caracteres distintivos, tanto físicos como psíquicas, de la naturaleza específica de los grupos humanos en los que se puede dividir toda la humanidad, simultáneamente, (...) nivelación de tiranteces raciales, de las mentalidades, de las concepciones acerca del mundo, de Dios, de sí misma, de las grandes esferas culturales, sobre todo de Asia y Europa»7. Y, por supuesto, nivelación entre el hombre y la mujer, en los términos que examinaremos a continuación.

Generalizando, puede afirmarse que las notas más destacadas de este proceso son las siguientes:

Page 184

  1. La nivelación está destinada a convivir, paradójicamente, con una exaltación de las diferencias individuales y relativamente individuales, «como [pueden] ser las diferencias nacionales»8.

  2. Esta tendencia no es una elección, es un destino. Se trata de algo inevitable9.

  3. Pero esto no obsta para que, aún así, pueda hacerse mejor o peor10. En este sentido, el viaje hacia el inexorable equilibrio ha de realizarse, según Scheler, del modo que mejor convenga a un «acrecentamiento del valor en el mundo»11, y no a una disminución o rebajamiento del mismo. Es entonces cuando el equilibrio adquiere el sentido de ideal.

  4. Esta tarea, que no es sino la de imprimir un sentido moral al necesario proceso de equilibrio corresponde, en las democracias occidentales, a las elites12. De hecho, constituye la tarea más importante de toda política13.

  5. En último lugar, (el inverso a su relevancia), hemos de señalar que el movimiento de nivelación se encamina hacia la construcción del «hombre total»14. ¿Qué debe entenderse por «hombrePage 185 total»? Oigamos a Scheler: «el que esté más profundamente enraizado en la oscuridad de la tierra y la naturaleza, de aquella natura naturans creadora de las formas naturales, la natura naturata, y a la par el que como persona humana se remonte en su autoconciencia hacia las alturas del mundo de las ideas, se aproxima a la idea del hombre total»15. Se trata de la expresión del ideal antropológico scheleriano, que pretende articular la realidad del hombre en tanto ser de infinitas posibilidades, en tanto ser, por ello, in-definible. «El hombre es un ser, cuyo modo de ser es la opción, aún abierta, de lo que quiere ser»16.

El «hombre total» puede entenderse en dos sentidos diversos: absoluto y relativo. El primero contiene todas las posibilidades del hombre, «las posibilidades de todas las historias del hombre en sentido empírico»17.

En orden a la comprensión del «hombre total» en sentido relativo, es preciso considerar que en cada época histórica existe un «todo-hombre relativo», un máximo de «humanidad común»18 accesible a cada momento histórico, que condensa «un máximo relativo de participación de las formas más altas de la existencia humana»19.

Hay, por tanto, un ideal para cada época de la historia y, el nuestro, es el del equilibrio. Y es nuestro deber alcanzarlo.

Por lo que hace al tema que nos preocupa, creo que puede resultar interesante centrar la cuestión en los siguientes términos: En primer lugar, plantearé una pregunta de carácter general, ¿qué concepción de la mujer se deriva del papel que le adjudica Scheler en la etapa de la nivelación?, ¿tiene esta concepción alguna conexión con la teoría feminista? En segundo lugar, desde el punto de vista del fin que ha de cumplir el proceso de igualación (el acrecentamiento de los valores en el mundo) es preciso proponer una cuestión epistemológica, ¿qué problemas plantea la situación social de la mujer desde la perspectiva del conocimiento estimativo? Por último, dado que esta importante tarea ha de ser guiada por una elite, ¿existe una elite rectora capaz de llevar a cabo lo que se concibe como la más importante tarea de toda política? ¿qué elite propugna el feminismo, de propugnar alguna?

III El feminismo como «eslabón» necesario del proceso hacia el equilibrio

Uno de los procesos de igualación que Scheler considera inevitable dentro de esta etapa es el de la nivelación entre lo femenino y loPage 186 masculino, o más precisamente, la «nivelación de lo específico del modo espiritual femenino y masculino, en su dominio sobre la sociedad»20.

La nivelación entre géneros es, como se ha señalado, un eslabón más en el proceso total de nivelación. El equilibrio entre el hombre y la mujer es una forma de equilibrio independiente del resto, aunque se corresponde con el movimiento de nivelación entre el principio vital y el espiritual21. Este primer dato nos obliga a detenernos, siquiera brevemente, en la necesidad de igualación entre vida y espíritu.

Puede afirmarse que el contexto al que viene a sustituir la era del equilibrio es un contexto, indudablemente, «desequilibrado». Por lo que respecta a la nivelación espíritu-vida, Scheler afirma que la existencia de un excesivo predominio histórico de los valores espirituales ha dado lugar a que el tránsito a la edad de la igualación haya de discurrir por un período de «sistemática rebelión de los instintos en el hombre de la nueva etapa contra la sublimación unilateral, el excesivo intelectualismo de nuestros padres...» 22.

La Humanidad vive inmersa en un proceso de «desublimación»23. Se trata de una evolución en virtud de la cual el espíritu limita voluntariamente la «afluencia de la energía asimilada por el organismo hacia el cerebro o la inteligencia, en la que parece residir toda actividad pura del espíritu, es decir, la actividad creadora» 24.

Entre los síntomas de esta nueva etapa destaca Scheler la rebelión de las masas sobre las elites; el irracionalismo del movimiento fascista, el fervor eugenésico de Estados Unidos, el culto a la juventud, al cuerpo, al deporte, o «la fiebre por el baile»25. En fin, la rebelión «de la naturaleza en el hombre y de todo lo que es oscuro, pasional, instintivo», entre otras, la «rebelión de la mujer contra el hombre»26.

¿Se desprende de las palabras de Scheler un juicio de valor negativo sobre el proceso de equilibrio entre géneros? Los calificativos empleados son ciertamente desalentadores: «oscuro, pasional, instintivo...»27. En cualquier caso, Scheler concibe este movimiento «revolucionario» como algo necesario, como algo que «era inminente que ocurriera»28, como un elemento más de un «proceso de saneamiento para la humanidad»29.

Page 187

¿Por qué es necesario el feminismo?, o mejor, ¿para qué? Obviamente, para lograr ese equilibrio que es el ideal de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR