Estudio de la credibilidad del testimonio en menores víctimas de abusos y/o agresiones sexuales

AutorBernat-N. Tiffon Nonis
Páginas545-585
MANUAL DE ATENCIÓN Y VALORACIÓN PERICIAL EN VIOLENCIA SEXUAL GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS 545
CAPÍTULO 30
ESTUDIO DE LA CREDIBILIDAD DEL
TESTIMONIO EN MENORES VÍCTIMAS DE
ABUSOS Y/O AGRESIONES SEXUALES
Bernat-N. Tiffon Nonis
1. MARCO TEÓRICO Y CONTEXTUALIZACIÓN
Si bien es sabido que mientras que para el profesional facultativo médico,
la peritación es meridianamente más evidente, dado que una herida es una herida,
una fractura ósea es una fractura ósea y un hematoma es un hematoma, y por tan-
to, se remite a las evidencias anatómico-patológicas, en los profesionales de la Sa-
lud mental (Psicólogos y Psiquiatras), la peritación de un trastorno mental puede
ser mucho más heterogénea como concepto (1). Y si partimos sobre la base de que
los delitos de carácter sexual presentan una estricta naturaleza total y plenamente
íntima en cuanto a la materialización de dicho ilícito, las dicultades aumentan.
Máxime cuando el Perito experto Titular en Salud Mental (sea Psicólogo o sea
Psiquiatra) tan solo dispone de lo que verbaliza y pone de maniesto ora presunta
víctima, ora presunto agresor (2).
La exploración de menores víctimas de delitos sexuales que no presentan
indicios biológicos o médicos de la agresión, sitúa al Perito en una posición de
desventaja profesional ya que se ha de basar única y exclusivamente en lo mani-
festado. En este sentido, el Perito ha de realizar un acto de fe (3) dado que ha de
establecer una relación de causalidad entre lo que le maniesta la víctima y la po-
sible agresión sexual sufrida. Para ello, se ha de disponer de la suciente habilidad
profesional como para poder apreciar si la sintomatología que reere, maniesta
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JORGE GONZÁLEZ FERNÁNDEZ COORDINADOR546
y verbaliza la víctima presenta indicios de activación psicosiológica. Es decir, si
existe sintomatología neurovegetativa de carácter ansioso que nos arroje un halo
de luz en la pericia y con la que poder sustentar nuestras hipótesis periciales en
base a ésta activación. De este modo, si la presunta víctima maniesta angustia,
temores y ansiedad como punto denominador común a dicha sintomatología, la
misma suele venir acompañada con dolores musculares, aumento de la frecuencia
respiratoria, dolor torácico en el pecho con sensación de ahogo, temblores, dolo-
res de cabeza y cefaleas que vienen originados por procesos obsesivos de revi-
viscencias de lo sucedido, alteraciones de la vida sexual intima y/o de pareja, etc.
El proceso diagnóstico en el ámbito mental se hace aún más complejo cuando la
persona examinada reere síntomas que no exteriorizan una manifestación clínica
y conductual esperable, por lo cual carece de signos y/o síntomas. Es decir, que el
evaluador oye pero no ve lo que el paciente experimenta como sufrimiento (2).
1.1. Modalidades del abuso sexual y localización
Antes de avanzar en el tema que profundizamos, se hace necesario poder
contextualizar ciertos contenidos teóricos para tener presente la temática que
abordaremos. De esta manera, Quinteros y Conde (4) establecen las modalidades y
las localizaciones del abuso sexual infantil (ver siguientes cuadros esquemáticos):
MODALIDADES DE ABUSO SEXUAL. Quinteros, A. y Conde, I. (2011)
CONDUCTA FISICA
Con contacto
Violación
Penetración (vaginal, anal, bucal)
Tocamientos
Actos sexuales con animales
Sin contacto
Proposiciones verbales
Obligar a ver actos sexuales
Exhibicionismo
Falsas alegaciones/denuncias
EXPLOTACIÓN SEXUAL
Pornografía infantil
Prostitución infantil
Turismo sexual
CULTURALES Mutilación genital femenina
Matrimonio con menores
OMISIÓN Consentimiento pasivo
No atender a las necesidades de protección
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LOCALIZACIÓN DEL ABUSO SEXUAL. Quinteros, A. y Conde, I. (2011)
EXTRAFAMILIAR
CONOCIDO
El menor es agredido por una persona que
pertenece a su círculo social y es conocido por
la familia. La relación se da por cercanía física,
social o por ejercicio del rol de poder que
posee el agresor: profesor, monitor, amigo de
la familia, etc.
El abuso se ejerce generalmente mediante la
seducción, persuasión o coacción no violenta.
DESCONOCIDO
La víctima no tiene un vínculo de
conocimiento/cercanía previo con el agresor.
Éste es desconocido por la familia del menor.
Comúnmente es una experiencia única, puede
ser violenta y es sufrida mayoritariamente
por adolescentes.
INTRAFAMILIAR
PADRE
MADRE
ABUELO
TIO
HERMANO
En este caso, el agresor manipula el vínculo
que mantiene con el menor a través de la
utilización del poder que le da su rol. Es una
agresión que se produce de forma reiterada en
el tiempo.
Para Sacroisky (5), existen tres situaciones a diferenciar en casos de abuso
sexual infantil:
3 SITUACIONES A DIFERENCIAR (Sacroisky, 2007)
ABUSO SEXUAL POR UN EXTRAÑO
Implica, en general, el uso de la fuerza física y
suele ser denunciado por la familia del menor.
El menor suele pedir inmediatamente auxilio
a sus protectores y éstos, a su vez, pueden
recurrir a un organismo competente.
ABUSO SEXUAL EXTRAFAMILIAR
POR ALGUIEN EMOCIONALMENTE
SIGNIFICATIVO PARA EL NIÑO
Generalmente no existe fuerza física,
predomina la seducción y suele mantenerse en
secreto; pero una vez conocido por los adultos
responsables, acuden a la consulta.
ABUSO SEXUAL INTRAFAMILIAR
Esta es la forma más frecuente, la de más difícil
diagnóstico y tratamiento, dado que el abuso es
mantenido en secreto por el grupo familiar.

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