Escudero, José Antonio: Administración y Estado en la España Moderna. Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. Valladolid, 1999,638 pp.

AutorFernando de Arvizu
Páginas579-584

Page 579

La pluma fecunda del profesor Escudero ha ido publicando, a lo largo de los años, una serie de trabajos dedicados especialmente al desarrollo y organización de la Administración Central y el Estado Moderno en España. Al haberlos publicado enPage 580 revistas diversas, ha optado ahora por recogerlos en un volumen, que permite su fácil consulta, y aun una visión de conjunto sobre su aportación en este campo. El mismo autor se cuida de aclarar que ha excluido de este libro otra línea de investigación, dedicada a la Inquisición española, cuyos trabajos aparecerán en otro volumen.

Siempre es difícil la sistematización de trabajos diversos, aunque se refieran a la Administración Central de la España Moderna. El campo es tan vasto, que el propio autor tiene que ofrecer un doble hilo conductor: los que se refieren a la administración y gobierno del Estado y los que tratan de las Cortes u otros problemas jurídicos; línea, ésta segunda, poco precisa y que no hay que considerar sino por exclusión de la primera. Otro criterio, también proporcionado por el mismo autor, es la división entre trabajos de investigación y aportaciones de divulgación, como conferencias, colaboraciones y comentarios bibliográficos.

Aunque unas y otras contribuciones se sustenten en la investigación de fondos de archivos o colecciones de manuscritos de las grandes bibliotecas, la ordenación sigue siendo difícil. Yo creo que la recensión de una obra de esta naturaleza exige una sistematización específica, superando la propia entidad de los trabajos (investigación-divulgación) y buscando, ante todo, el aspecto didáctico. Así pues, y con todos los riesgos que tal empresa conlleva, he adoptado el esquema siguiente, en el que pienso ir encajando el comentario: metodología, historiografía, la Corte del rey, trabajos de síntesis sobre la Administración Central, Consejos, Validos y Ministros, otras instituciones y Derecho Penal.

Ciertamente hubieran sido posibles otras clasificaciones, pero siendo la finalidad de cualquiera de ellas puramente instrumental, entiendo que la ofrecida es, al menos, tan buena como cualquier otra. Sirve a su objeto, y eso basta. Vayamos, pues, a los trabajos.

A) Metodología

En «Los cuentos de Grimm y otros cuentos» (pp. 597-610), el autor contesta -en tono ciertamente irónico, pero sin caer en el mal gusto- a un artículo del prof. Otero sobre la existencia del Derecho fuera de las fuentes escritas (tema ya suscitado, hace muchos años, por los profesores D'Ors y Gibert), así como el empleo de lo que pudiéramos llamar tópicos rancios: «toda Historia es Historia del Derecho», «en España no hubo un Estado hasta...», «los musulmanes no conquistaron España». Trata del valor que, como fuentes no jurídicas (por otros llamados fuentes indirectas) tienen las narraciones y cuentos infantiles. Bajo cada línea hay una respuesta a una polémica no suscitada por el autor, sino por el profesor Otero. Yo he dicho en alguna ocasión que los responsables de las polémicas son quienes las inician y que, por lo tanto, hay que estar a la respuesta que puedan recibir del aludido. Éste lo hace con un tono valiente, pero comedido.

B) Historiografía

Bajo este epígrafe se agrupan dos aportaciones dedicadas a la obra de Martínez Marina: «Estudio introductorio a la Teoría de las Cortes de Francisco Martínez Marina» (pp. 327-465) y «Teoría de las Cortes, de Francisco Martínez Marina» (pp. 531-534). Siendo la segunda unas palabras pronunciadas en la presentación de la edición de la obra, me remitiré exclusivamente al primer trabajo.

Se trata de un largo estudio de despiece de la obra y de su autor. Abarca una biografía de Martínez Marina en todas sus facetas: personal, académica y política. SiguePage 581 el análisis de la redacción de la Teoría y su interpretación de la Historia de España. Contiene un interesante apartado sobre soberanía y pactismo, cuya primera manifestación, desde la monarquía goda, era la existencia de las Cortes o...

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