Entornos virtuales como apoyo a la docencia universitaria presencial: utilidad de Moodle

AutorLeonor Betegón Sánchez; Marta Fossas Olalla; Elena Martínez Rodríguez; Mª Del Mar Ramos González
CargoReal Centro Universitario «Escorial-María Cristina» San Lorenzo del Escorial
Páginas275-301

Page 275

I Introducción

Durante la última década, la enseñanza universitaria española se encuentra inmersa en un proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), proceso que requiere, además de un profundo cambio estructural en los planes de estudio, una adaptación innovadora de contenidos y metodologías con el fin de responder más adecuadamente a las necesidades, los valores y las prioridades de la sociedad actual, caracterizada por la influencia y el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

La aplicación de las directrices de Bolonia impone prestar atención especial a la formación integral de los individuos. Esto supone, además de considerar la importancia del desarrollo de los conocimientos transversales (tanto los instrumentales, como los relacionados con la organización, comunicación y transferencia), atender a que los alumnos adquieran ciertas competencias implica un cambio en el paradigma tradicional de la educación universitaria, desplazando el protagonismo de la actividad del profesor a la participación activa del alumno en su proceso de enseñanza-aprendizaje. Para lograr con éxito este cambio, es de vital importancia contar con métodos pedagógicos adecuados que den respuestas a las nuevas necesidades de nuestros alumnos frente a los nuevos y rápidos cambios que supone la adaptación al Espacio Europeo.

En este contexto y durante los últimos años, se ha generalizado el uso de plataformas educativas virtuales, y no exclusivamente en sistemas de enseñanza a distancia (e-learning) o en sistemas semipresenciales (e-blended learning), sino también integradas en la enseñanza presencial. Es en este último escenario en el que nos vamos a centrar y, en concreto, en el manejo de la plataforma Moodle como apoyo a la docencia presencial.

En este trabajo pretendemos presentar la implantación de Moodle en la educación universitaria como una herramienta de apoyo al aprendizaje del alumno. Para ello, empezaremos con una descripción de las plataformas virtuales como instrumentos de aprendizaje. En segundo lugar, presentaremos la plataforma Moodle desde el punto de vista de la utilidad y aplicación de cada uno de sus recursos, y no desde el punto de vista de un manual de utilización del mismo. Page 276 Para ello, realizaremos una breve descripción de cada uno de los elementos de Moodle y profundizaremos en la aplicación práctica de los mismos en las asignaturas impartidas en el Real Centro Universitario "Escorial-María Cristina" (Centro Adscrito a la Universidad Complutense de Madrid). Debemos tener en cuenta que no vamos a referirnos a la utilización de Moodle en una asignatura concreta, sino en las diferentes asignaturas que componen las Licenciaturas impartidas de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Derecho y Quiropráctica.

Ahora bien, vamos a intentar ir más allá mostrando los resultados de una encuesta realizada a los alumnos de nuestro Centro acerca tanto del nivel de utilización de Moodle y de los elementos que lo componen en su aprendizaje universitario, como de su grado de satisfacción con el mismo.

II Plataformas virtuales en el ámbito de la docencia universitaria

El desarrollo de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), e Internet, ha conducido a la enseñanza universitaria hacia el uso de las denominadas plataformas educativas virtuales. Un modelo de enseñanza que en España permite la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), el cual requiere de un profundo cambio estructural en los planes de estudio, así como una adaptación innovadora de los contenidos y las metodologías, proporcionando nuevas herramientas al profesorado para mejorar la calidad de sus conocimientos y la manera de ser transmitidos, permitiendo un seguimiento continuado del alumnado y de sus progresos.

Podríamos afirmar que se trata de "un paso de gigante" en el ámbito de la enseñanza superior, pues se fundamenta en fomentar la participación activa de los estudiantes, facilitando el aprendizaje cooperativo entre profesores y alumnos, salvando los inconvenientes que las tradicionales clases presenciales conllevan, como la falta de tiempo y de espacios, así como las malas consecuencias de un aprendizaje esencialmente pasivo.

La aplicación de las directrices de Bolonia impone prestar una atención especial a la formación integral de las personas1, lo cual implica no sólo considerar los Page 277 conocimientos transversales, relacionados con la comunicación, organización y transferencia, sino que los alumnos desarrollen competencias específicas de cada materia, así como competencias genéricas. Es por tanto, una nueva manera de gestionar el conocimiento que tiene como finalidad primordial la creación de un entorno apropiado para la enseñanza. La aplicación con éxito de este proceso, requiere de métodos pedagógicos adecuados que den respuestas a las nuevas necesidades que imponen las innovaciones rápidas, e implican la adaptación al Espacio Europeo.

Este camino implica una aspiración de elevada naturaleza, cuyo pilar descansa en la reformulación del proceso de enseñanza-aprendizaje tratando que "el estudiante aprenda a aprender", desarrollando modelos formativos más flexibles e innovadores.

Para ello, serán necesarios entre otros, el uso de recursos como base del aprendizaje, la elaboración de materiales que puedan ser reutilizados, actividades creativas que proporcionen a la teoría aplicaciones prácticas, con el fin de que desarrollen las capacidades de autonomía y responsabilidad, entre otras.

El diseño de los cursos virtuales debe contribuir a que el alumno pueda asimilar los conocimientos que se le transmiten, y que éste adopte una postura activa, el material debe también incentivar al alumno a que investigue sobre otras fuentes de información y documentos referidos en el curso, también a la aplicación práctica de lo aprendido y la relación entre conceptos. Subrayamos la importancia del perfeccionamiento de la capacidad creativa en los estudiantes, manteniendo una actitud crítica y desarrollando un pensamiento propio. Por otra parte, destacamos que el profesorado puede disponer de mayor información sobre las actividades y tareas que desarrollan los estudiantes, así como de las herramientas apropiadas para desarrollar su labor docente.

No se trata de una opción de aprendizaje "a distancia" (e-learning) sino de un modelo de formación basado en las TICs, que combina diferentes recursos pedagógicos sin olvidar la enseñanza presencial2. Siendo primordial en este Page 278 sentido, un nuevo concepto sobre los tiempos de aprendizaje, la capacidad del trabajo tanto individual como colectiva del estudiante, la estructura de la información y las nuevas formas de trabajar por parte de los docentes, entre otros.

Por tanto, la entrada en el EEES ha provocado un cambio de los roles profesor-alumno que, tradicionalmente se basaban en:

- Rol del profesor: diseñar, estructurar, gestionar y evaluar todo el proceso de formación, a través de la mera exposición de sus conocimientos.

- Rol del alumno: reproducir los conocimientos adquiridos y transmitidos por los docentes, como mero espectador pasivo del proceso.

Sin embargo, en la actualidad estos roles han cambiado, como afirma Salinas3, por el diseño del proceso instructivo (supone la selección de los contenidos, la secuenciación y estructuración del entorno de aprendizaje), proporcionando ayuda y apoyo al estudiante y orientando a los alumnos en el uso de las bases de la información y conocimiento, potenciando que el alumno forme parte activa del proceso de aprendizaje, asesorando y gestionando el ambiente de aprendizaje en general, sin olvidar la importancia que siguen suponiendo los libros frente a los multimedios4.

Así, como declara De Benito5, el alumno pasa a formar parte activa del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los estudiantes, orientados por los profesores, tienen acceso a diferentes materiales, recursos y fuentes de información como bases de datos, programas multimedia, documentos electrónicos, catálogos de bibliotecas, consulta a expertos, etc., a partir de los cuales construyen su propio conocimiento de forma autónoma, en función de sus destrezas, conocimientos e intereses.

Si bien, es cierto que algunos autores, como Pérez Moreno (2003), destacan la excesiva importancia que el elemento tecnológico está adoptando en la Page 279 resolución de los problemas educativos. Propone una dura crítica al uso de los recursos tecnológicos, telemáticos o digitales, ya que según éste, su implantación dentro de las aulas se está produciendo de manera irreflexiva, contribuyendo en mayor medida a una creciente desigualdad social y cultural; al mismo tiempo está suponiendo un campo de desarrollo económico para determinadas empresas tecnológicas, que están obteniendo enormes beneficios.

Sin olvidar que la educación virtual si se desarrolla por personas sin una buena preparación, puede producir un deterioro del pensamiento, quedando el conocimiento reducido a simples esquemas preestablecidos, dentro de páginas digitales...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR