Enciso Contreras, José: Taxco en el siglo XVI. Sociedad y normatividad en un real de minas novohispano. México, 1999; 234 pp.

AutorA. Bermúdez
Páginas728-729

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La explotación de los ricos minerales preciosos americanos fue, a no dudarlo, un importante elemento de entre los que contribuyeron a impulsar la conquista y colonización de aquel inmenso continente. Pero a menudo se olvida que tal circunstancia tuvo una importante dimensión jurídica reflejada en la aparición de abundantes y prolijas normas tendentes a regular y controlar el complejo mundo minero. Precisamente en esta rica normatividad se fundamenta el creciente interés que en los últimos años se ha manifestando por la perspectiva histórico jurídica de la problemática minera y de la que es buen ejemplo la presente obra. Con ella el profesor Enciso viene a enriquecer la bibliografía de este tipo de estudios en su referencia a la Nueva España y, muy en especial, al rico yacimiento minero de Taxco.

Taxco fue uno de los primeros enclaves mineros explotados en la Nueva España (ya desde 1524) y en el que el propio Marqués del Valle y sus sucesores tuvieron importantes intereses. Supuso un modelo peculiar de explotación minera que luego se extendería al septentrión, llegando hasta Arizona. Los métodos extractivos en ella empleados fueron muy experimentales y punteros en cuanto a innovación tecnológica se refiere; en Taxco, por ejemplo, ya se empleaba el método del amalgamamiento desde 1555.

La riqueza de la comunidad minera taxqueña determinó la existencia de unos continuados flujos inmigratorios que comportó importantes problemas económicos, sociales e institucionales. La demanda de productos básicos de consumo, y muy en especial de granos, determinó un importante mercado que debió ser convenientemente regulado para evitar problemas de abastecimiento, precios abusivos y el continuado endeudamiento de los clientes. Por otro lado los trabajadores mineros endeudados fueron proclives a la transgresión social, principalmente mediante el robo de minerales y su beneficio casero. Sus hábitos alcohólicos, su afición al juego, y su tendencia a la vagancia eran comportamientos frecuentes si no habituales. Por último, es patente también la endeblez de la organización institucional, que descansaba en una diputación de minas (integrada por cuatro representantes de los señores de minas a la que consiguieron acceder los mercaderes) y en la figura de un alcalde mayor.

A esta compleja realidad minera se le intenta dar un cierto orden mediante toda una serie de disposiciones. Y precisamente ellas constituyen el elemento vertebrador sobre el que el...

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