Internet a través de la red eléctrica:power line communications
| Autor | Miguel Ángel Mata González |
| Páginas | 85-108 |
I. Introducción
El sector de las comunicaciones electrónicas es considerado como un sector de interés general, no sólo por ser elemento básico y motor de desarrollo de otros sectores productivos sino, además, por su creciente importancia para el desarrollo de la sociedad en general, y de la sociedad de la información en concreto. Con la aparición de nuevas tecnologías que potencian la diversidad de servicios de redes en la que éstos pueden soportarse, se hace necesario adecuar la normativa vigente, soporte de dichos servicios, de manera que podamos situar a las nuevas tecnologías dentro de ese marco jurídico. El principio de neutralidad tecnológica es, en la actualidad, una de las bases de las comunicaciones electrónicas. Este principio sostiene, como su nombre indica, que hay que ser neutral frente a la tecnología. Esto es, que los gobiernos no deben interferir en el desarrollo e implantación tecnológico porque hacerlo va contra natura, es antinatural . Lo natural es dejar que la tecnología evolucione y sea la selección natural la que elija a los supervivientes.
La apertura a la competencia de los sectores de la electricidad y las comunicaciones electrónicas en una etapa de fuerte desarrollo tecnológico está generando niveles elevados de vinculación entre ambos mercados. De hecho, la tecnología Power Line Communications (en adelante, PLC) representa uno de esos puntos de aproximación.
El PLC[1] permite utilizar redes eléctricas para prestar servicios avanzados de telecomunicaciones, empleándose en la creación de redes de acceso local (LAN) en los domicilios de los usuarios para que, a través de la domótica, puedan controlarse los electrodomésticos existentes en un hogar y también para la creación de una red de telecomunicaciones de acceso a los domicilios de los usuarios, que posibilite la prestación de servicios de telecomunicaciones disponibles al público, como pueden ser la telefonía, el video, la transmisión de datos o Internet de banda ancha.
El presente artículo pretende centrarse en el PLC como red de acceso y analizar cuales son las ventajas que dicha tecnología comporta para la prestación del servicio de comunicaciones electrónicas.
II. Los avances tecnológicos en el ámbito de las redes eléctricas
Durante los años 80 y 90, las compañías comenzaron a experimentar con la utilidad tecnológica PLC en la transferencia de datos de ancho de banda en Europa,
América del Sur y EEUU. Así, con el objetivo de conseguir la automatización de la distribución y la gestión de la demanda en las redes de baja y media tensión, se impulsó la investigación y la realización de proyectos de PLC de banda ancha, orientados a la gestión de funciones de lectura automática de contadores y control selectivo de carga. Con posterioridad, y debido al proceso de liberalización de las telecomunicaciones, se dieron nuevos impulsos al desarrollo de la tecnología PLC, con el objeto de convertirla en una seria alternativa al bucle de abonado de la red telefónica básica y, con ello, brindar la posibilidad a los operadores de hacer llegar los servicios de banda ancha directamente al domicilio del abonado.
La tecnología PLC utiliza frecuencias situadas en la banda de 2-30 Mhz, muy superiores a las de uso industrial (50- 60 Hz), para asegurarse que no se interfiere en absoluto con el suministro energético. De esta forma, se utilizará el canal de baja frecuencia para la corriente eléctrica, mientras que el canal apto para transportar altas frecuencias transmitirá los datos[2].
En el transformador de baja tensión se encuentra situado el equipo de cabecera que es el que lleva a cabo la conexión con la red troncal de transmisiones. La media de usuarios (viviendas o negocios) conectados a un centro de transformación es de 100 a 300 y todos los usuarios de cada centro de transformación están conectados a un único equipo de cabecera.
El usuario, para acceder a Internet se conecta directamente a cualquiera de los enchufes de la vivienda, constituyendo una intranet doméstica entre ellos. De esta forma se asegura la ubicuidad, ya que cualquier lugar de la casa con un enchufe es suficiente para estar conectado. Los terminales llevan el módem incluido o este se encuentra ubicado en el enchufe, que se encarga de suministrar múltiples servicios con la misma plataforma tecnológica IP. Por lo tanto, el ancho de banda útil es compartido por todos los usuarios del mismo centro de transformación de una manera dinámica.
Dentro de la tecnología PLC se distinguen dos redes. Por un lado, nos encontramos con la red externa o de transmisión tecnología de acceso a la última milla , que permite el transporte de señales hasta el usuario final vía el centro de transformación local y la red eléctrica. Por otro lado, está la red interna de comunicación dentro del hogar o del negocio del usuario final.
Para el desarrollo de esta técnica se requieren dos módems que, de forma semejante a lo que ocurre en los sistemas xDSL, procedan a separar virtualmente la capacidad de red eléctrica para poder emitir, de forma simultánea, tanto señales eléctricas como señales de telecomunicaciones. Aunque, a diferencia de lo que ocurre en otras tecnologías de banda ancha, como pudiera ser la xDSL, no es necesario instalar dos módems por cada cliente, sino que bastará con instalar un gran módem en el centro de transformación eléctrica y un módem en cada hogar.
III. Prestaciones PLC en el ámbito de las telecomunicaciones: ventajas y desventajas
Entre las ventajas más significativas que ofrece el PLC frente a otras tecnologías podemos señalar las siguientes: utiliza una infraestructura ya desplegada (la red eléctrica), lo que se traduce en una rápida instalación y un coste competitivo frente a tecnologías alternativas, como pudiera ser el ADSL. Asimismo, permite una conexión permanente a Internet a alta velocidad y ofrece múltiples servicios haciendo uso de la tecnológica IP. Como se ha mencionada, esta tecnología permite que el usuario se conecte a cualquiera de los enchufes de la vivienda y, debido a la gran cobertura de la tecnología PLC, esta puede tener su gran nicho en aquellas localidades donde no resulta rentable desplegar infraestructura de banda ancha de otro tipo (xDSL, fibra óptica, cable, etc.).
En el lado opuesto, como desventajas que, en la actualidad, presenta la tecnología PLC, podemos referir las siguientes: al ser una nueva tecnología, necesita estándares relativos a bandas de frecuencias, potencias, límites de emisiones electromagnéticas, etc., y el proceso de normalización europeo es lento y complejo. Por otro lado, las redes de distribución son muy variadas, lo que impide la utilización de un único procedimiento y, en la actualidad, se carece de economías de escala para la fabricación de equipos.
Junto con ello, existe el problema añadido del tiempo ya que, al igual que ocurre con las tecnologías de tipo xDSL, el PLC permite el acceso a Internet a alta velocidad, por lo que el problema que se plantea para los operadores es que las tecnologías de tipo xDSL ya se está comercializando y ello repercute en ganar una importante cuota de mercado. Además, también están los operadores de cable y de LMDS que, aunque poco a poco, van ganando cuota de mercado.
IV. Marco jurídico aplicable: la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley del Sector Eléctrico
El sector de las telecomunicaciones y el sector eléctrico son considerados servicios de interés general[3] y servicios esenciales[4] respectivamente. El paralelismo en la regulación de ambos sectores puede verse en que dejan de ser servicio público pero, debido a la importancia y especial naturaleza de las actividades, se hace necesario asegurar unos servicios mínimos a todos los ciudadanos.
Una manifestación clara del principio de neutralidad tecnológica podemos encontrarla en el hecho de que, en el ámbito de las comunicaciones electrónicas, no se imponga el uso de un tipo de tecnología particular ni se discrimine en su favor[5], lo que implica que la tecnología PLC puede estar considerada como parte de todos aquellos medios tecnológicos que hacen posible la comunicación. Se puede señalar, de forma concreta, que mediante el uso de la tecnología PLC la red eléctrica se adecúa para servir como una red de comunicaciones electrónicas, aunque con determinadas particularidades derivadas de la tecnología que utiliza y del hecho de que comparte los medios de transmisión o medios físicos con los del servicio eléctrico, sometido también a una intensa regulación.
En cumplimiento del artículo 2 del Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea, que propugna la libertad de circulación de personas, capitales, mercancías y servicios, se inició hace ya algunos años la liberalización del sector energético.
En lo que respecta a España, constituye un gran avance la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico, en adelante LSE, no solo porque incorpora la normativa contenida en la Directiva 96/92/CEE del Consejo, de 19 de diciembre de 1996, sobre normas comunes para el mercado interior de electricidad, sino también porque se abandona la noción de servicio público, tradicional en nuestro ordenamiento, sustituyéndola por la expresa garantía del suministro a todos los consumidores demandantes del servicio en todo el territorio nacional; es decir, la explotación unificada del sistema eléctrico deja de ser un servicio público de titularidad estatal desarrollado por el Estado mediante una mayoría pública, siendo sus funciones asumidas por dos sociedades mercantiles y privada: OMEL como operador económico y REE como operador técnico.
El propósito liberalizador de la LSE no se limita a acotar la participación del Estado en el sector eléctrico sino que, además, se liberalicen actividades como el transporte y distribución de energía eléctrica a través de la generalización del acceso de terceros a la redes de transporte y distribución. Junto con ello, se fija una retribución administrativa, para evitar el abuso de las...
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