Dinámica de innovación del desarrollo de sistemas de pago por Internet

AutorDimitris Kyriakou
CargoIPTS
Páginas29-37

Asunto: La dinámica de la innovación en el campo de los sistemas de pago por Internet se caracteriza por la competencia entre las industrias financieras y los nuevos agentes que acceden al mercado, lo que da lugar a métodos de pago cada vez más cómodos. Los pagos transfronterizos eficientes en este sector son relevantes tanto para la integración europea como para la competencia mundial.

Relevancia: Los sistemas de pago por Internet pueden considerarse como un soporte para el crecimiento del comercio electrónico B2C (empresa a consumidor) en Europa a través de las fronteras nacionales. La planificación de políticas a largo plazo deberá tener en cuenta la dinámica de innovación que gobierna el desarrollo de los sistemas de pago electrónico por Internet.

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Introducción

Pese a su corta historia, el desarrollo de los sistemas de pago por Internet puede contemplarse como una secuencia de "generaciones". Los intentos de la primera generación para hacer realidad la visión del "dinero electrónico" (por ejemplo, eCash) fracasaron, como también los intentos de garantizar la seguridad del pago por tarjeta sobre la base de una infraestructura de clave pública (PKI: public key infrastructure). Actualmente, los métodos de pago de segunda generación como el "dinero por correo electrónico", las "cuentas de pre-pago" y los "pagos móviles" están despertando un interés especial. La rápida difusión de la telefonía móvil ya ha dado lugar a una nueva visión del teléfono móvil como un monedero electrónico ubicuo. Todos estos desarrollos deben entenderse como una parte integral del cambio gradual y a largo plazo de la infraestructura de pago existente y de su marco institucional (Böhle, 2001a).

Los sistemas de pago por Internet ya han evolucionado rápidamente a través de dos generaciones. Actualmente, se está dirigiendo la atención hacia las posibilidades del teléfono móvil como un monedero electrónico ubicuo

Desde la perspectiva de los agentes, la dinámica se está experimentando como un arduo proceso de aprendizaje a través del cual aspiran a satisfacer las demandas de los usuarios en cuanto a comodidad y confianza. El proceso de cambio está siendo impulsado por la competencia entre los nuevos agentes que entran en el mercado y las industrias financieras presentes. El resultado de esta acción recíproca es la aparición de soluciones para el pago por Internet que parezcan más cómodas que sus predecesoras y que sean al mismo tiempo razonablemente seguras. Uno de los problemas más importantes que queda todavía por resolver es adaptar estos métodos avanzados de pago para su uso internacional. Después de una revisión y de una evaluación del desarrollo de los sistemas de pago por Internet, la sección final de este artículo dará una visión más detallada sobre el tema de los pagos transfronterizos.1

Primera y segunda generación de sistemas de pago por Internet

En 1992, cuando había solamente un millón de servidores IP (Proveedores de Internet) y la World Wide Web estaba comenzando a ser reconocida como una gran oportunidad para el comercio electrónico, la información sobre tarjetas de crédito y los números de las cuentas bancarias se enviaban por Internet sin ninguna precaución de seguridad. 1994 puede considerarse como el año de nacimiento de métodos de pago más seguros: la introducción del SSL (Secure Socket Layer) por Netscape puso la seguridad en línea aproximadamente al mismo nivel que el existente al realizar los pagos con tarjeta de crédito por teléfono. Al mismo tiempo, entraron en el mercado novedades como DigiCash, CyberCash y First Virtual Holding, introduciendo nuevos métodos de pago diseñados específicamente para su uso en redes abiertas. Estos acontecimientos, junto con los desarrollos del dinero electrónico fuera de Internet, causaron una irritación considerable en el mundo bancario. Llevadas al extremo, las posibilidades de los nuevos desarrollos parecían una pesadilla: el dinero electrónico, técnicamente inseguro, emitido por entidades no bancarias en lugares fuera de control y circulando por Internet a través de las fronteras, de persona a persona, como dinero efectivo, desafiaba cualquier control por parte de las autoridades del pago. Años más tarde nos inclinamos a decir que tanto los nuevos agentes como los existentes anteriormente y sus defensores han tendido a exagerar ¿ con intención o sin ella ¿la autonomía potencial de los nuevos sistemas de pago respecto a las redes de pago y la infraestructura bancaria existentes. El desafío planteado a los bancos por los proveedores de tecnología y los proveedores de nuevos servicios de pago (PSP: payment service providers) y la pérdida potencial de control que representan, ha sido innegable y todavía lo es.

Los bancos estuvieron inicialmente muy preocupados por la amenaza que representaba el dinero electrónico, similar al efectivo y sin fronteras, para el status quo del sector bancario. Sin embargo, el impacto de los nuevos sistemas de pago ha sido, hasta ahora, leve

En vista de la amenaza ¿ real o imaginaria ¿ de los métodos de pago innovadores, el sector bancario intentó recuperar el control a través de iniciativas propias. Una iniciativa importante fue el desarrollo, por parte de las compañías de tarjetas de crédito, de un protocolo llamado SET (Transacciones Electrónicas Seguras), que se apoya en la Infraestructura de Clave Pública (PKI) y requiere la autenticación de todas las partes implicadas en los pagos con tarjeta. Se pretendía combatir el fraude en línea, hacer innecesario el SSL y fortalecer la posición de las compañías de tarjetas de crédito de cara a sus nuevos competidores. Otra respuesta al desafío fue la adopción completa de los nuevos sistemas por determinados bancos, a través de acuerdos de licencia o de operaciones conjuntas. El sistema DigiCash, por ejemplo, fue adoptado por bancos de EE.UU., Finlandia, Noruega, Austria, Alemania y Suiza. Otra opción elegida por el sector bancario fue promover monederos electrónicos basados en tarjetas inteligentes, diseñados originalmente para su uso en Puntos de Venta asistidos y no asistidos, así como para pagos remotos por Internet. Ninguno de estos sistemas ha llegado a tener un gran éxito.

En respuesta al desafío del dinero electrónico los bancos desarrollaron sus propios sistemas o bien adoptaron los que ofrecían sus nuevos competidores

El final de la primera generación de sistemas de pago por Internet comenzó en 1998, cuando se interrumpió el servicio de FirstVirtual y DigiCash fue a la bancarrota. Las desafortunadas operaciones de micropago por parte de proveedores de tecnología como IBM (IBM Micropay) y DEC/Compaq (Millicent) son otros indicadores de este declive. Al mismo tiempo, se frustraron los esfuerzos para impulsar el SET, y los monederos electrónicos facilitados por Internet fracasaron en la captación de comerciantes y compradores en línea. La tabla 1 resume este corto boceto histórico.

Tabla 1. Intentos significativos de sistemas de pago por Internet a lo largo del tiempo.

(Tabla Omitida)

Los analistas más recientes han observado una segunda ola de nuevos métodos de pago por Internet tales como "cuentas dedicadas de pre-pago", que a veces requieren la adquisición de una tarjeta de prepago (con un número secreto), o "cuentas virtuales", que combinan "pagos por correo electrónico" y acceso remoto a una cuenta virtual que permite pagos P2P (person to person: persona a persona) y pagos B2C (business to consumer, empresa a consumidor). Esta última tendencia comenzó primero en EE.UU. con PayPal y está relacionada estrechamente con las subastas en línea. La nueva generación de métodos de pago por Internet cubre también "monedas privadas" tales como "beenz". El amplio espectro de soluciones de pagos móviles para el mundo real y el mundo virtual se solapa con la nueva generación de sistemas de pago por Internet.

La primera generación de sistemas de pago por Internet no consiguió despegar, porque, dada la variedad de sistemas de pago existentes, no había razones que impulsaran a los usuarios a adoptarlos

Evaluación e interpretación

Entre los obstáculos para el despegue de la primera generación de sistemas de pago por Internet estaban la incomodidad y la dificultad de inspirar confianza. Éstos se combinaron con una falta de razones convincentes para su uso, es decir, el hecho de que los sistemas integrados de pago en línea no son imperativos para las compras en línea. Métodos tales como el pago en efectivo contra entrega o la transferencia bancaria después de recibir una factura, funcionan a menudo de forma aceptable, especialmente cuando se paga por compras de artículos físicos. Los datos recientes (Datamonitor 2001) indican que el 73% de los consumidores suecos ha pagado sus compras en línea utilizando exclusivamente métodos fuera de línea, como lo han hecho también el 68% de los alemanes, el 50% de los italianos y el 43% de los españoles. Precisamente porque los sistemas de pago integrado por Internet no son indispensables, su uso no puede hacerse obligatorio. Puesto que los usuarios son relativamente libres para elegir métodos de pago que no están directamente integrados en el proceso de transacción en línea, es esencial que los servicios de pago integrado ofrezcan a los usuarios una mejor calidad. La comodidad y la confianza (incluyendo la seguridad y la privacidad) son los criterios más importantes en la búsqueda de una mejor calidad. La facilidad de registro, el no necesitar la descarga, la instalación o la configuración del software, una interfaz fácil de utilizar por el usuario, una estrecha coincidencia entre el nuevo procedimiento y los hábitos comunes, una "línea especial" para las preguntas y las reclamaciones de los usuarios, etc. son posibles elementos de un sistema de pago "cómodo". Los factores que afectan a la "confianza" incluyen tanto procedimientos técnicos (por ejemplo, algoritmos y protocolos) como procedimientos sociales o legales (por ejemplo, reparto de responsabilidades en caso de disputas, protección de datos, garantías, marcas de aprobación).

Aunque los usuarios señalan frecuentemente la seguridad como preocupación principal, el hecho de que su responsabilidad legal en caso de fraude sea a menudo limitada significa que ha habido pocos incentivos para hacer el esfuerzo de adoptar soluciones muy seguras pero técnicamente exigentes

Evidentemente, los usuarios adoptarán nuevos métodos de pago solamente si perciben que las ventajas compensan el esfuerzo exigido. El esfuerzo para descargar e instalar "carteras digitales", para obtener certificados digitales o para comprar e instalar lectores de tarjetas inteligentes no se compensaba con los beneficios. En este sentido, los sistemas de pago de la primera generación eran incómodos y no consiguieron obtener un balance favorable. En cuanto a seguridad y confianza, la experiencia de SET ofrece varias lecciones. Aunque es evidente que SET puede proporcionar un alto nivel de seguridad, es difícil justificar el esfuerzo que se exige a los clientes para convertirse en "capacitados para SET". Ya el hecho de que, hoy en día en Internet, los clientes no tengan a menudo responsabilidad alguna en el caso de que se usen fraudulentamente los datos de sus tarjetas de crédito (por ejemplo, en EE.UU. y en la Unión Europea) significa que para ellos hay pocos incentivos para cambiarse a SET. Como advertencia general respaldada por la experiencia de los bancos (por ejemplo, Barclays), merece la pena destacar también que el alto valor concedido habitualmente a la "seguridad" en las encuestas a los consumidores no se traduce fácilmente en voluntad de pagar por la seguridad o de dar los pasos necesarios ¿ del mismo modo que estar a favor de la protección del medio ambiente no dice mucho sobre el comportamiento en la vida real.

Basándose en las lecciones de la primera generación, las soluciones de segunda generación tienden a ser menos onerosas tanto para los usuarios como para los comerciantes, con proveedores de servicios de pago que actúan como terceras partes intermediarias

En esencia, la "segunda oleada" de sistemas de pago por Internet representa una orientación más completa hacia las demandas y las necesidades de los consumidores y un nuevo equilibrio entre comodidad y seguridad. La tendencia parece ser ahora la de liberar a los clientes y a los comerciantes del complicado software de pago. Las necesidades de software se han reducido al mínimo y se han reemplazado por el acceso a un servidor central. La experiencia del usuario es la de una página WWW estándar: el proceso de pago se inicia con un clic del ratón y se accede al servidor central utilizando una contraseña y/o un PIN (como en el acceso a los populares servicios de correo por la web, como hotmail). El servidor central o "servidor de pago" se hace cargo de la comunicación con los clientes y los comerciantes durante la fase de transacción, y autoriza, despacha y realiza la compensación de los pagos cuando se le pide (véase la figura 1). Normalmente se puede acceder también al servidor central durante las fases anteriores o posteriores al pago para comprobar la historia del pago, los saldos de las cuentas o preparar futuras transacciones, etc.

Figura 1. Esquema de pago por Internet con un proveedor de servicios de pago como intermediario

(gráfico Omitido)

Leyenda: en este modelo los pasos básicos son:

[1] Hacer clic en el botón "pago" en la página del comerciante seleccionando el método de pago preferido; conduce a

[2] Impulso automático a través del Proveedor de Servicios de Pago, concediendo

[3] el acceso del cliente después de su autenticación (PIN, contraseña). Una vez aprobado,

[4a] el servidor de pago se hace cargo de la comunicación con los clientes, comerciantes y

[4b] con redes de pago si fuera necesario, hasta que se complete la parte de pago de la transacción.

[5] Los clientes están facultados para acceder a su cuenta en el servidor independientemente de la propia transacción.

Las compañías de tarjetas de crédito también aprendieron lecciones de su experiencia anterior y propusieron sistemas de autenticación más "light", basados en el servidor (no basados en la PKI). Este cambio de paradigma (Böhle, 2001 b y c) cubre también otras soluciones tradicionales de pago, tales como los débitos directos (por ejemplo, Belgium Banxsafe) y las transferencias de crédito (por ejemplo el "giro electrónico" en Finlandia) e incluye también los pagos móviles.

Además de los pasos hacia una experiencia armonizada de los usuarios existen otras ventajas de este nuevo sistema: movilidad para los clientes, independencia del dispositivo, independencia del sistema operativo y facilidad de mantenimiento para los proveedores de servicios.

Mientras que, inicialmente, los comerciantes tendían a encargarse ellos mismos de las funciones de pago, los datos más recientes sugieren que la mayoría subcontrata ahora estas tareas

Este cambio de paradigma refuerza el papel de los Proveedores de Servicios de Pago, y los datos muestran que esto corresponde a un cambio en el comportamiento de los comerciantes en línea. La mayoría de ellos subcontratan ahora las funciones de pago. Mientras que, en una fase anterior, los comerciantes querían encargarse ellos mismos de todas las funciones, actualmente cada vez se subcontratan más funciones (recepción de contenidos, recepción de pagos y servicios logísticos) debido a la complejidad y a los costes y debido a que los nuevos intermediarios están ganando aceptación como "terceras partes reconocidas". Los datos del Reino Unido muestran que, de 10.000 minoristas, 9.950 han subcontratado la totalidad o una parte de las funciones de pago. Son principalmente las grandes compañías las que todavía hacen todo por sí mismas (Seminario ePSO 2001).

El reto al que se enfrentan ahora los bancos es integrar sus soluciones de banca en línea con el comercio electrónico, y el reto para las compañías de tarjetas de crédito es permitir los pagos P2P basados en cuentas de tarjetas de crédito

Comparando la situación actual con la de la última década, encontramos que la primitiva visión del "dinero electrónico" anónimo circulante de las transacciones P2P, una vez asociada al dinero electrónico basado en monedas, se estima por el momento como una solución "light". Esta solución en forma de "cuentas dedicadas de pre-pago" (basadas frecuentemente en tarjetas de rascar similares a las que se usan en algunos sistemas de telefonía móvil con pre-pago) permite realizar pagos anónimos de cantidades relativamente pequeñas. La funcionalidad P2P presente en los primeros sistemas de dinero electrónico ha encontrado un nuevo lugar en el "dinero por correo electrónico" basado en sistemas de cuentas virtuales como PayPal. En general, los sistemas de cuentas virtuales establecidos por entidades no bancarias están desafiando ahora a los bancos y a las compañías de tarjetas de crédito. En particular, el desafío para los bancos es integrar sus soluciones de banca en línea con el comercio electrónico, y el desafío para las compañías de tarjetas de crédito es permitir pagos P2P basados en cuentas de tarjetas de crédito. La visión de pagos seguros basados en la PKI ha encontrado también dos alternativas "light", la primera en forma de nuevos esquemas de autenticación (SPA/UCAF de MasterCard, 3D Secure de Visa, números de tarjeta de crédito desechables o similares), y la segunda utilizando la comodidad de los teléfonos móviles para proporcionar un canal adicional seguro para los pagos en línea.

Tal como ocurrió con los primeros sistemas de pago por Internet, la generación actual de sistemas, tales como cuentas de pre-pago y dinero por correo electrónico, también se enfrenta a un futuro incierto

La suerte de los nuevos agentes que entran en el mercado y que han ayudado a llevar a cabo el cambio paradigmático es de nuevo incierta. Por ejemplo, es difícil hacer negocio con ideas como las tarjetas de rascar y muchos de los primeros sistemas han desaparecido ya de la escena. El impulso hacia las "monedas privadas" ha perdido fuerza por ahora, y el atractivo de los nuevos esquemas de pago P2P gestionados por entidades no bancarias podrá mantenerse sólo mientras la eficacia de los sistemas tradicionales de giro sea baja. Una mirada más atenta revela que los proveedores de servicios de pago tradicionales han comenzado a responder al nuevo reto, siendo un ejemplo muy conocido el del servicio c2it de Citibank. En cualquier caso, la estimulación por innovadores no bancarios parece necesaria para inducir la innovación en el sector financiero tradicional.

Competencia y soluciones en el área transfronteriza

A pesar de los avances en comodidad mencionados hasta ahora, un problema importante que se presenta es llevarlos hasta el nivel de sistemas de pago internacionalmente viables. Durante mucho tiempo, los sistemas de banca y de pago se han desarrollado a nivel nacional, dando lugar a "culturas de pago" específicas, con un conjunto determinado de métodos de pago y diferentes modelos de uso en cada país. La integración europea y la globalización van a hacer cambiar este panorama. Los pagos en línea de consumidores transfronterizos adaptados al comercio electrónico forman parte de este cambio. Desde un punto de vista político, los sistemas de pago europeos armonizados en este campo son deseables para apoyar el proceso de integración europea y para hacer visibles sus beneficios en la vida cotidiana de los ciudadanos. En particular, la importancia del comercio entre gentes de países vecinos y las perspectivas para el comercio internacional de artículos digitales subrayan la necesidad de sistemas de pago transfronterizo adecuados para el comercio electrónico B2C. No obstante, las compras y los pagos transfronterizos en línea constituyen nichos de mercado, en comparación con el nivel nacional del comercio minorista. Por ello, los pagos transfronterizos a menudo no se consideran una prioridad por parte de los bancos y de las empresas.

Los sistemas de banca y de pago se han desarrollado históricamente a nivel nacional, dando lugar a "culturas de pago" específicas, con un conjunto determinado de métodos de pago y diferentes modelos de uso en cada país

La presión para crear nuevos sistemas de pago transfronterizo para el comercio electrónico está también limitada puesto que ya existen los pagos con tarjeta de crédito. De acuerdo con los datos de Lafferty (2001), en EE.UU. el 78% de las compras en línea se paga con tarjetas de crédito, el 75 % en países anglófonos distintos de EE.UU., y el 42% en Europa Occidental. Considerando estrictamente los pagos en línea, la proporción de los pagos con tarjeta de crédito es aún más alta y alcanza cerca del 90% en algunos países europeos (Datamonitor 2001). En este contexto, las iniciativas para establecer nuevos métodos de pago transfronterizo distintos de las tarjetas de crédito procederán probablemente de empresas de nueva creación, de operadores de telecomunicaciones y de bancos o grupos bancarios europeos. Como métodos alternativos, los monederos electrónicos (basados en tarjetas inteligentes), los débitos directos, las transferencias de crédito, las cuentas virtuales y las soluciones de pago por teléfono móvil son dignos de consideración.

Empezando por los monederos electrónicos, la norma CEPS (Especificaciones Comunes de Monederos Electrónicos) demostró con éxito la interoperabilidad transfronteriza entre los monederos electrónicos nacionales en el proyecto DUCATO, que acabó a finales de 2001. Sin embargo, los expertos no esperan que se produzca antes de 2005 una amplia difusión de los monederos electrónicos que cumplan con las CEPS, y el trabajo para el desarrollo de CEPS para el entorno en línea acaba de empezar. Teniendo en cuenta también que no existe la infraestructura necesaria de lectores de tarjetas inteligentes, está claro que el monedero electrónico sigue siendo una solución para el futuro, que no tiene prácticamente relevancia para los pagos transfronterizos en la actualidad.

Están teniendo lugar varios desarrollos en el campo de los pagos transfronterizos en Europa, pero la necesidad de trabajar con la variedad de instituciones y de marcos reglamentarios existente en los Estados Miembros es un obstáculo para las empresas de nueva creación

En lo que se refiere a los pagos por giro, es decir débitos directos y transferencias de crédito, se encuentran todavía muy ligados a la cultura de pago nacional. Las normas necesarias para los pagos transfronterizos están en fase de desarrollo, y la adopción del IBAN (Número de Cuenta Bancaria Internacional) y de las normas de envío de pagos tales como OFX (Intercambio Financiero Abierto) o ePI (Iniciador de Pago Electrónico) desarrolladas por el ECBS (Comité Europeo de Normas Bancarias) son elementos clave (Leinonen 2001). Aunque estas normas constituyen la base, las etapas siguientes de avance son las interfaces comunes de usuario y la integración con los sistemas de comercio electrónico. Soluciones integradas de esta clase existen a nivel nacional, pero no a nivel internacional. Por ello, tendrán que contemplarse también, como solución a medio plazo, los pagos europeos transfronterizos por giro integrados en el comercio electrónico.

En esta situación, los sistemas de cuentas virtuales gestionados por entidades no bancarias como PayPal parecen ofrecer una alternativa. Aunque técnicamente es una entidad no bancaria, PayPal puede considerarse como un tipo gigantesco de "cuasi- banco" en línea, en el que tienen cuenta millones de consumidores y de comerciantes. Puesto que cada transferencia dentro del sistema es solamente una transferencia interna, no existen problemas de interoperabilidad a este nivel. Los desafíos para PayPal incluyen muchas reglamentaciones nacionales y el esfuerzo necesario para enlazar con los numerosos bancos y sistemas de giro nacionales. Esto se refleja tal vez en el hecho de que, aunque PayPal está disponible actualmente en dieciocho países europeos, los desembolsos en las cuentas bancarias nacionales sólo son posibles en cinco de ellos.

En el contexto de los pagos transfronterizos y el comercio electrónico, los sistemas basados en el teléfono móvil tienen las ventajas de una infraestructura segura en toda la UE y de una interfaz normalizada

Volviendo ahora a los pagos por móvil (pagos móviles o pagos-m), pueden considerarse dos papeles importantes para ellos en el contexto de los pagos transfronterizos y del comercio electrónico. Primeramente, está su potencial para facilitar los pagos transfronterizos por giro2. El segundo papel que se considera en este contexto para los pagos móviles sería contribuir a las posibilidades de las telecomunicaciones para la microfacturación y los micropagos (sistemas de pre-pago). Dado que ya existe una infraestructura internacional de mobilofonía bastante segura, podría haber una oportunidad para que estos operadores desempeñaran un papel importante como Proveedores de Servicios de Pago, dentro del mercado internacional emergente de artículos y servicios digitales.

Conclusiones

De la observación de la evolución actual de los sistemas de pago por Internet se deduce una serie de lecciones. En primer lugar, al igual que la aceptación de los sistemas de pago electrónico en general está muy influida por su alternativa y competidor más común, es decir el "dinero en efectivo", la aceptación de los nuevos sistemas de pago integrados para el comercio electrónico está influida por la existencia de alternativas de pago no integradas que funcionan bien en muchas situaciones. Centrándonos en los sistemas de pago en línea, la cuestión más importante es saber qué es lo que hay más allá de la tarjeta de crédito ¿ especialmente si miramos hacia los pagos transfronterizos B2C del comercio electrónico. Cualquier previsión de soluciones nuevas y futuras deberá tener en cuenta la disponibilidad de métodos de pago no integrados y el predominio de los pagos por tarjeta de crédito.

En segundo lugar, la dinámica de innovación de la primera y segunda generaciones de los sistemas de pago por Internet puede entenderse bastante bien por la interacción de las entidades no bancarias y los proveedores de servicios financieros, es decir los bancos y las organizaciones de tarjetas de crédito. Los nuevos actores introducen innovaciones técnicas y nuevos conceptos de servicios, y comienzan apuntando hacia nichos de mercado (subastas en línea, micro-pagos, mercado de artículos digitales). Sin embargo, los cambios en la infraestructura general del sistema de pagos exigen que el sector financiero tradicional, altamente regulado, adopte y explote planteamientos innovadores. Aunque esto pueda mantenerse como una hipótesis general, un análisis más detenido tendrá que considerar más detalladamente el tipo de contribución innovadora (por ejemplo, patente criptográfica, concepto de servicio, red alternativa), el tipo de entidad innovadora (empresa pequeña de nueva creación, gran operador de telecomunicaciones, departamento de investigación de una multinacional, etc.), y considerar su posición en la cadena de valor de los pagos.

Finalmente, es particularmente necesario que los responsables políticos vigilen muy de cerca el desarrollo de los sistemas de pago electrónico. Esto es especialmente así en aquellas áreas en las que sean divergentes las demandas a corto plazo de los actores del mercado y las demandas de la planificación política a largo plazo. Éste parece ser el caso del mercado incipiente de productos y servicios digitales, que todavía carece de mecanismos de pago adecuados, y de los pagos transfronterizos del comercio electrónico. Es claro, sin embargo, que la reglamentación debe centrarse en evitar un compromiso completo con soluciones de alto perfil técnico, que más tarde podrían no ser capaces de satisfacer las necesidades reales del mercado. Para la evaluación a medio plazo sería adecuado centrarse en visiones sobre la aparición del "dinero digital verdadero" o "el teléfono móvil como instrumento ubicuo personal de confianza".

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Palabras clave

sistemas de pago electrónicos, pagos móviles, Internet, comercio electrónico, integración europea, globalización, prospectiva

Notas

  1. El análisis que se presenta aquí se basa en el trabajo realizado para el proyecto ePSO, particularmente en los documentos de base nº 3 (Böhle 2001b) y nº 4 (Böhle y Krueger 2001). Las versiones en línea están disponibles en la página web del proyecto en http://epso.jrc.es

  2. Paybox es probablemente el mejor ejemplo de ello en el presente. La compañía opera actualmente en cinco países europeos y proporciona pagos transfronterizos entre clientes de estos países canalizando los pagos por giro a través del Deutsche Bank, un importante banco alemán. Paybox actúa como intermediario de pago y el teléfono móvil se utiliza como interfaz estándar.

Referencias

Böhle, Knud (a): On Hype, Sacred Cows, Data Holes, and How to Cope with them. ePSO-Newsletter nº 4 (enero 2001) http://epso.jrc.es/newsletter/vol04/6.html

Böhle, Knud (b): The Potential Server Based Internet Payment Systems ¿ An attempt to assess the Future of Internet Payments. EUR 19935 EN, Bruselas 2001

Böhle, Knud (c): Access is king: about the bright future of server-based e-payment systems. ePSO Newsletter nº 6 (Marzo 2001). http://epso.jrc.es.newsletter/vol06/2.html

Böhle, Knud y Krueger, Malte: Payment Culture Matters ¿ A comparative EU-US perspective on Internet payments EUR 19936 EN, Bruselas 2001

Datamonitor European ePayments 2002: opportunities and threats for FSIs. Report ¿ DMFS 1409. Londres 1 de octubre de 2001

Lafferty Publications: Credit card use for Online Purchases by region. Disponible en ePayNews (consultado en junio de 2001) en http://www.epaynews.com/statistics/purchases.html#29

Leinonen, Harry: Developments in Retail Payment Systems. En: Bank for International Settlements. Documentos BIS nº 7. Electronic finance: a new perspective and challenges. Basilea 2001, pp. 61-68.

Seminario ePSO: Integration of Internet payment systems into e-commerce. Viernes 9 de noviembre de 2001, IPTS Sevilla. Actas en http://epso.jrc.es/project/WTPminutes.pdf

Contactos

Knud Böhle, ITAS, Forschungszentrum Karlsruhe

Tel.: +24 782 29 89, fax: +24 782 48 06, correo electrónico: Knud.Boehle@itas.fzk.de

Ionnis Maghiros, IPTS

Tel.: +34 95 448 82 81, fax: +34 95 448 82 08, correo electrónico: ioannis.maghiros@jrc.es

Sobre el autor

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Knud Böhle es diplomado en sociología, posee un máster en ciencia de la información y tiene varios años de experiencia en el campo de la evaluación tecnológica de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación). Se incorporó al Instituto de Evaluación Tecnológica y Análisis de Sistemas del Centro de Investigación de Karlsruhe y ha dirigido y trabajado en proyectos sobre sistemas de pago por Internet y comercio electrónico desde 1997. Actualmente es científico visitante en el IPTS (octubre de 2000 a abril de 2002) donde ha colaborado en la creación del "Observatorio de Sistemas de Pago Electrónico" de la Comisión Europea. Sus responsabilidades en el IPTS incluyen los desarrollos de sistemas de pago y su relevancia política, trabajo editorial y autoría de la publicación electrónica ePSO- Newsletter, así como la moderación y el análisis del foro de discusión electrónico ePSO-F

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